50%

Por fin el presidente del Gobierno ha conseguido saber c¨®mo se quedan los norteamericanos, ya que para ¨¦l siempre estuvo muy claro que no se trataba de saber c¨®mo se iban. Se quedan. En un 50% se quedan y en un 50% se van. Hay una comprensi¨®n f¨¢cil de este marcharse qued¨¢ndose o de este quedarse march¨¢ndose, y la aporta la aritm¨¦tica elemental. Es decir, de cada dos soldados americanos uno se va y otro se queda, y l¨®gicamente cada cargador de arma americana residente en Espa?a deber¨¢ quedar vac¨ªo en un 50% y lleno en otro 50%. Igual c¨¢lculo podr¨ªa aplicarse al soldado como entidad corporal personal e intransferible.Supongo yo, si mi aritm¨¦tica no me enga?a, que de cada soldado americano residente en Espa?a se va un 50% y se queda otro 50%. Para evitar in¨²tiles mutilaciones ser¨ªa muy conveniente que el n¨²mero de soldados americanos ?dos de cintura para arriba se corresponda exactamente con el n¨²mero de soldados americanos idos de cintura para abajo.

Ante este acuerdo, que recupera el sentido hist¨®rico del tan desacreditado justo t¨¦rmino medio, hay que sentirse alegre y triste al 50%. Oportunidad an¨ªmica tanto al alcance de los que quer¨ªan que se fueran al 100% como de los partidarios de que se quedaran todos. L¨®gicamente, s¨®lo los que quer¨ªan que a¨²n vinieran m¨¢s, entre los que me encontraba, tenemos un cierto derecho a una temporada de exilio interior y de melancol¨ªa ante la historia que no nos merecemos. Pero somos esa minor¨ªa recalcitrante y siempre insatisfecha que busca en el no, nada, nadie, la gasolina de un nihilismo destructivo. Yo quer¨ªa que los americanos a¨²n nos ocuparan m¨¢s para no verme obligado a asumir que s¨®lo estoy ocupado en un 50%. Compru¨¦benlo. Si descubren que s¨®lo est¨¢n ocupados en un 50% llegar¨¢n a la inc¨®moda conclusi¨®n de que est¨¢n a la vez ocupados y desocupados, que es un vivir sin vivir en m¨ª muy parecido a lo de quedarse march¨¢ndose o marcharse qued¨¢ndose.