El 'imperio' se repliega
Aumentan las presiones para que EE UU revise sus compromisos militares, empezando por Europa
El secretario de Estado norteamericano, George Shultz, el ¨²ltimo europeista de la Administraci¨®n de Ronald Reagan, mont¨® en c¨®lera cuando se enter¨®. Pero el secretario de Marina, James Webb, s¨®lo hab¨ªa dicho en p¨²blico lo que nadie en Washington oculta en privado: ha Regado la hora de que, por primera vez desde hace 40 a?os, Estados Unidos revise desde cero sus compromisos globales de despliegue de sus fuerzas militares. Y debe comenzar por Europa.
La entrada en la era posterior al tratado de eliminaci¨®n de los misiles nucleares de alcance intermedio (INF), unida a la incapacidad presupuestaria del gigante norteamericano para proyectarse en todo el mundo y a la percibida insolidaridad europea para compartir las cargas defensivas, est¨¢ creando en Estados Unidos una creciente tendencia hacia el aislacionismo reflejada en el Congreso, la clase pol¨ªtica y los sectores m¨¢s ilustrados de la opini¨®n p¨²blica.El nuevo presidente deber¨¢ enfrentarse a unos fondos para el Pent¨¢gono muy reducidos y tendr¨¢ que dise?ar una nueva estrategia que sustituya al suicidio colectivo de la destrucci¨®n nuclear mutua asegurada, que ha aguantado la paz mundial en las ¨²ltimas cuatro d¨¦cadas.
El debate ya est¨¢ abierto y apunta a que los estrategas norteamericanos entre el Atl¨¢ntico y el Pac¨ªfico u otros puntos del Tercer Mundo no se quedan con Europa. La fuerza de los hechos va a obligar a cualquier futura Administraci¨®n. norteamericana, republicana o dem¨®crata, a establecer con los aliados -Europa y tambi¨¦n Jap¨®n- una nueva re distribuci¨®n de responsabilidades.
Pagar siempre la cuenta
Ya se pide p¨²blicamente que el papel de Estados Unidos en el mundo, primer deudor global y ya no una potencia hegem¨®nica militar o econ¨®micamente, sea afrontado en la campa?a presidencial. El imperio americano se ha extendido demasiado, asumiendo obligaciones mundiales que no puede pagar y para las que no est¨¢ dispuesto a incrementar sus cargas fiscales, al igual que les ocurri¨® en su d¨ªa a los brit¨¢nicos y a los imperios de los Borbones en Francia o de los Austrias en Espa?a. Y as¨ª comenz¨® su ocaso.
Esta teor¨ªa es la pieza central del actual libro de cabecera de las elites estadounidenses, The rise and fall of the great powers. Reci¨¦n aparecido, y obra del profesor de Yale Paul Kennedy, explica que Jap¨®n, Europa e incluso China superar¨¢n a Estados Unidos si este pa¨ªs insiste en mantener los compromisos adquiridos al t¨¦rmino de la II Guerra Mundial, cuando estaba en la cumbre de su poder.
El Congreso acaba de anunciar una serie de audiencias p¨²blicas para probar el grado de responsabilidad de los aliados de EE UU en la asunci¨®n de la carga de la defensa occidental. "Existe una evidencia considerable", explica la congresista Pat Schroeder, que presidir¨¢ los hearings, "de que el contribuyente norteamericano se queda siempre con la cuenta cada vez que acude al banquete de la Alianza Atl¨¢ntica". Washington pondr¨¢ este tema encima de la mesa de la cumbre aliada de Bruselas, el 2 y 3 de marzo, a la que acudir¨¢ Ronald Reagan.
Un informe de estrategia a largo plazo presentado hace unos d¨ªas al presidente ha alertado a los que pronostican un desenganche de Estados Unidos de la defensa de Europa, provocado por la decisi¨®n de Reagan de pactar con Gorbachov un comienzo efectivo de desnuclearizaci¨®n del viejo continente. El informe, que no ha sido asumido oficialmente por la Administraci¨®n, abandona la teor¨ªa de que la gran conflagraci¨®n tendr¨ªa como escenario a Europa central.
El mismo informe considera absurda la estrategia actual de disuasi¨®n indiscriminada y dise?a el fin del mundo bipolar y aboga por unas fuerzas norteamericanas capaces de proyectarse en el Tercer Mundo e intervenir fuera del marco geogr¨¢fico de la Alianza Atl¨¢ntica.
Cuidar el 'Patio trasero'
"Debemos prestar m¨¢s atenci¨®n a nuestro propio hemisferio, de donde ha llegado en los ¨²ltimos 10 a?os el 42% de los inmigrantes legales. Los problemas de Latinoam¨¦rica se est¨¢n convirtiendo r¨¢pidamente en nuestros problemas", afirm¨® James Webb en su pol¨¦mico discurso pronunciado en el Club Nacional de Prensa, en Washington. El informe de estrategia para el a?o 2010 advierte de la posible necesidad de retirar tropas de Europa para defender M¨¦xico y el patio trasero del Caribe.
"Tenemos que recordarnos a nosotros mismos que somos m¨¢s que una naci¨®n europea y que ninguna regi¨®n est¨¢ mejor equipada para reasumir la cuota de responsabilidad de su propia defensa que Europa occidental", afirm¨® Webb durante su intervenci¨®n.
El ministro de Marina, que, presionado por Frank Carlucci, el jefe del Pent¨¢gono, hab¨ªa moderado su discurso, a?adi¨® que "la idea surgida tras el tratado INF de que las fuerzas convencionales en Europa deben ser reforzadas y corren m¨¢s riesgo sin el escudo nuclear de los euromisiles no significa necesariamente que este rearme tenga que hacerlo Estados Unidos".
Ma?ana comienzan en el Congreso las audiencias para ratificar el tratado INF, que servir¨¢n de marco para este debate de redistribuci¨®n de la carga defensiva occidental ya iniciado y que puede convertirse en uno de los puntos de referencia importantes de 1988.
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