"El debate entre televisi¨®n privada y p¨²blica deber¨ªa estar ya superado", seg¨²n Barzanti

La directiva aprobada esta semana por el Parlamento Europeo sobre Televisi¨®n sin fronteras "no prescribe obligatoriamente el sistema mixto p¨²blico-privado de televisi¨®n, pero se dirige sin duda hacia ¨¦l", seg¨²n Roberto Barzanti, autor del informe Barzanti, que ha servido de anovo a la defensa del proyecto de directiva en el debate parlamentario celebrado en Estrasburgo el pasado martes. En declaraciones a EL PA?S, Barzanti reconoce que el texto es "parcial e insuficiente", pero defiende su utilidad al tiempo que insiste en que el debate entre televisi¨®n p¨²blica y privada deber¨ªa estar ya superado en Europa".

A sus 48 a?os, Barzanti se ha convertido en uno de los personajes fundamentales a la hora de escribir la historia de los modernos medios electr¨®nicos en Europa. El Informe Barzanti ha servido como apoyo a la presentaci¨®n ante el Parlamento Europeo de la directiva sobre Televisi¨®n sin fronteras, que posibilitar¨¢ la libre, pero ordenada, circulaci¨®n e intercambio de emisiones televisivas entre los pa¨ªses miembros de la Comunidad Europea.Curiosamente, Barzanti reconoce no ser muy aficionado al seguimiento de los programas televisivos. "Lo cierto es que la veo muy poco", afirma con cierto apuro. Y concluye: "Yo, la verdad, prefiero la lectura a la televisi¨®n". A la hora de abordar la redacci¨®n de su estudio parti¨®, fundamentalmente, de dos conviciones. La primera era la derivada del "dominio del mundo de las im¨¢genes electr¨®nicas en la sociedad actual". La segunda, "la d,mensi¨®n transnacional, cada vez mayor, adquirida por los medios de comunicaci¨®n audiovisuales".

Barzanti era hasta hace cuatro a?os el alcalde de la bella ciudad de Siena. Militante del Partido Comunista Italiano, proviene ideol¨®gicamente del Partido Socialista de Unidad Proletaria que en la d¨¦cada de los sesenta se signific¨® como un de los grupos pol¨ªticos m¨¢s activos del pa¨ªs. La posterior fusi¨®n del PSUP en el PCI permiti¨® a Roberto Barzanti la posibilidad de trabajar con mayor implicaci¨®n en el trabajo activo de la pol¨ªtica.

La 'locura italiana'

El Informe Barzanti, como ¨¦l mismo insiste en proclamar, ha sido el resultado de un largo trabajo iniciado en 1982, cuando la Comunidad Europea se plante¨® formalmente la necesidad de implicarse en el campo de las telecomunicaciones internacionales. La redacci¨®n de su documento ha sido, en su opini¨®n, "un trabajo muy duro, pero necesario para evitar que se trasladaran al continente experiencias como la vivida en Italia, donde el desarrollo de la industria televisiva fue toda una locura, por falta de una legislaci¨®n adecuada".

La directiva regula la apertura de las fronteras en el interior de la Comunidad Europea y la fijaci¨®n de una cuota de pantalla que garantice el fortalecimiento de la

industria europea frente a las producciones estadounidenses. Limita la presencia de los contenidos publicitarios y crea un sistema para solventar los litigios sobre derechos de autor que puedan surgir.

El hecho de ser el primer texto que aborda la redacci¨®n de una normativa global ha desembocado, en opini¨®n de Barzanti, "en una directiva parcial e insuficiente, pero que por vez primera aborda la cuesti¨®n desde una perspectiva com¨²n". Seg¨²n el eurodiputado italiano, "lo importante es potenciar y activar el mercado interno en Europa, respetando la identidad cultural de cada uno de los pa¨ªses".

Pese a su filiaci¨®n comunista -"?Comunista, s¨ª, pero comunis ta italiano, que es una particular manera de ver el comunismo!" explica Barzanti, esbozando una amplia sonrisa-, mantiene que en la actualidad el debate entre televisi¨®n p¨²blica y televisi¨®n privada deber¨ªa estar ya supera do en Europa. En su opini¨®n ambos sistemas "deben ser compatibles". A este respecto, la directiva comunitaria sobre Televisi¨®n sin fronteras ha partido del principio de considerar el modelo televisivo europeo como "pol¨ªticamente pluralista y econ¨®micamente mixto".

Barzanti advierte del peligro que supondr¨ªa sustituir el monopolio estatal que ha regido la comunicaci¨®n audiovisual en Europa por el monopolio ejercido por los grandes empresarios audiovisuales que han surgido en los ¨²ltimos a?os, como Berlusconi, Maxwell o Murdoch: "Todo proceso de concentraci¨®n redun dar¨¢ en la p¨¦rdida de poder por parte del p¨²blico y en la reducci¨®n de la autonom¨ªa europea".