Fuerte pol¨¦mica entre Jap¨®n y China por la censura de 'El ¨²ltimo emperador'
Ha sido suprimida una secuencia documental sobre la matanza de Nanking
Despu¨¦s de un intento de censura del filme de Bernardo Bertolucci El ¨²ltimo emperador, los japoneses pueden asistir a La proyecci¨®n del filme casi ¨ªntegramente. Aunque, seg¨²n los expertos, falta una secuencia en el documental sobre la matanza japonesa de la ciudad china de Nanking y alg¨²n fotograma de una factor¨ªa de opio japonesa en China. Estos cortes han desatado una fuerte pol¨¦mica en Jap¨®n.
Ante las protestas de Bertolucci, la distribuidora japonesa de El ¨²ltimo emperador, la empresa Shochiku Fuji, decidi¨® incorporar de nuevo a la cinta los 30 segundos en que se proyecta el crudo documental en blanco y negro en el que soldados japoneses disparan contra las masas chinas en Nanking o entierran vivas a varias personas.
Faltar¨ªa, sin embargo, en la versi¨®n proyectada actualmente en Jap¨®n desde el pasado fin de semana una secuencia de algunos segundos en la que aparecen grupos de cad¨¢veres supuestamente v¨ªctimas de experimentos bacteriol¨®gicos y que se contar¨ªan entre las 400.000 v¨ªctimas, seg¨²n fuentes chinas, de lo hist¨®ricamente calificado como la masacre de Nanking.
El ¨²ltimo emperador fue proyectado en premiare mundial, el pasado mes de septiembre, en el curso del II Festival Internacional de Cine de Tokio. Su versi¨®n ¨ªntegra concluy¨® con los aplausos del p¨²blico japon¨¦s y extranjero. En el gran hall de la televisi¨®n p¨²blica nipona, NHK, Bertolucci no estuvo presente debido a la enfermedad de su padre en Italia. Sin embargo, a la hora de distribuir la epopeya hist¨®rica de Pu Yi, el ¨²ltimo emperador, los japoneses consideraron inicialmente aconsejable suprimir el documental sobre Nanking. Argumentaron en principio haber recibido el acuerdo del productor, el brit¨¢nico Jeremy Thomas. Ante las quejas de Bernardo Bertolucci y, al parecer, el malentendido entre distribuidor y productor, Shochiku Fuji restaur¨® casi la totalidad de la cinta.
Los distribuidores alegaron que hab¨ªan recibido amenazas de grupos de la extrema derecha japonesa, que anunciaron la posibilidad de atentados contra las salas que proyecten El ¨²ltimo emperador.
Repaso hist¨®rico
La reacci¨®n de algunos espectadores japoneses al t¨¦rmino de la superproducci¨®n, de tres horas de duraci¨®n, fue que "habr¨¢ que estudiar otra vez la historia", como coment¨® un joven japon¨¦s. Un hombre de edad avanzada que particip¨® en las campa?as niponas durante la II Guerra Mundial dijo haber sido "v¨ªctima del imperialismo japon¨¦s de la ¨¦poca".
No es la primera vez que el recuerdo de los hechos hist¨®ricos es motivo de pol¨¦mica en Jap¨®n. Despu¨¦s de varios a?os de protestas por parte de los pa¨ªses vecinos, el Gobierno japon¨¦s acept¨® revisar, en 1986, los libros de textos nipones que trazaban una versi¨®n suave de las campa?as militares japonesas durante la II Guerra Mundial. La nueva versi¨®n continu¨® ignorando pr¨¢cticamente la matanza de Nanking, lo que origin¨® una serie de protestas por parte de China, una nueva revisi¨®n de los textos y la dimisi¨®n del ministro de Educaci¨®n de la ¨¦poca, el conservador Masayuki Fujio.
"Cada naci¨®n tiene episodios negros de su historia, pero recordarlos es evitar su eventual repetici¨®n", escribi¨® recientemente un editorialista del diario The Angeles Times, con motivo del intento de censura de El ¨²ltimo emperador, una pel¨ªcula que probablemente continuar¨¢ siendo objeto de pol¨¦mica durante su proyecci¨®n en los cines de las ciudades japonesas.
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