Birlatskis se las ve con un disidente

, Fedor Burlatski, el presidente de la Comisi¨®n de Derechos Humanos, recientemente creada por la URSS, fue obligado ayer a aceptar la presencia de su compatriota disidente y ex prisionero pol¨ªtico Ley Timofelev, en un encuentro con una delegaci¨®n de la Federaci¨®n Internacional de Helsinki actualmente en Mosc¨². Ley Timofelev, que es miembro de esta organizaci¨®n internacional en calidad de director del seminario Glasnost sobre Derechos humanos, es uno de los disidentes que fueron liberados en el marco de los indultos propiciados el a?o pasado por Gorbachov.

Burlatski, un famoso comentarista pol¨ªtico y profesor de filosof¨ªa, no hab¨ªa mantenido hasta ayer ning¨²n contacto con los c¨ªrculos disidentes de su pa¨ªs y se neg¨® en un principio a aceptar que Timofelev tomara la palabra, alegando que ¨¦ste no estaba en la lista de participantes en la delegaci¨®n. Esta, que re¨²ne a prestigiosas personalidades occidentales, est¨¢ presidida por el arist¨®crata austr¨ªaco Karl Johan von Schwarzenberg.Timofelev entreg¨® a Burlatski la lista de 200 prisioneros pol¨ªticos que hab¨ªa sido facilitada a Mijail Gorbachov este mes por el profesor y premio Nobel de la Paz Andrei Sajarov. La Comisi¨®n de Derechos Humanos sovi¨¦tica ha sido hasta ahora m¨¢s receptiva a las actividades internacionales en compa?¨ªa de personajes como la esposa del ex presidente norteamericano Jimmy Carter que a las quejas de los disidentes y grupos no oficiales sovi¨¦ticos que luchan por el respeto de los derechos humanos en la URSS.

El martes por la tarde, en su despacho de la revista Literatumaia Gazeta, Burlatski, qu¨¦ estuvo en la cumbre sovi¨¦ticonorteamericana de Washington y en una reuni¨®n internacional de derechos humanos en Holanda a principios de este a?o, aseguraba a EL PA?S no haber tenido tiempo para reunirse con los representantes de los grupos informales sovi¨¦ticos ni conocer las estimaciones sobre la cantidad de prisioneros pol¨ªticos dadas por ¨¦stos.

Burlatski, considerado como un hombre pr¨®ximo a Gorbachov, aseguraba tambi¨¦n no conocer la lista de prisioneros pol¨ªticos que el cient¨ªfico sovi¨¦tico Andrei Sajarov hab¨ªa entregado al l¨ªder sovi¨¦tico para su investigaci¨®n. Sajarov se hab¨ªa reunido con Gorbachov como miembro de un nuevo grupo internacional llamado Supervivencia, creado para reforzar los contactos Este-Oeste.

"Estoy dispuesto a cooperar con Sajarov, a encontrarme con ¨¦l e invitarle a nuestras discusiones", afirmaba Burlatski, quien cree tener "un lenguaje com¨²n" con Sajarov, pero que se muestra cauteloso ante otros disidentes que no gozan del mismo reconocimiento oficial. "S¨¦ que organizan actos, pero ninguno de los miembros de la comisi¨®n ha participado nunca en estos actos. Algunos de los miembros de asociaciones informales nos han llamado, pero no ha habido ni tiempo ni fuerza para estudiar de qu¨¦ clase de organizaciones se trata, puesto que hay m¨¢s de 100 en Mosc¨²", se?alaba Burlatski, a quien medios intelectuales moscovitas consideran como un progresista que supo, sin embargo, nadar y guardar la ropa en todo el per¨ªodo de Leonid Breznev.

El Comit¨¦ de Derechos Humanos sovi¨¦tico es contemplado con escepticismo por Serguei Grigoriants, redactor jefe de la revista Glasnost (editada rudimentariamente y privada de reconocimiento oficial), quien estima que hay 350 prisioneros pol¨ªticos en c¨¢rceles y psiqui¨¢tricos en la URSS.

'Refer¨¦ndum'

"Cada d¨ªa llega a nosotros gente que no ha sido atendida en el comit¨¦", dice Grigoriants. "No s¨¦ qui¨¦nes son estas gentes, cu¨¢les su medio y cu¨¢les son sus fines", afirmaba Burlatski, refiri¨¦ndose a Grigoriants y a Timofelev, editor de Refer¨¦ndum, la primera revista no legalizada que se realiza con ayuda de un ordenador. "Por el momento, nos preocupamos por el problema de la regulaci¨®n legal de las actividades de las asociaciones no formales y de sus derechos, y creemos que se debe establecer un procedimiento legal preciso para su reconocimiento", se?alaba Burlatski, que se considera un "entusiasta de la democracia"; cree que ¨¦sta implica un "reparto de poder".

La URSS ha dado hasta ahora pocos pasos en las reformas del aparato de la justicia y del C¨®digo Penal, de las que Burlatski y sus colegas son partidarios. La comisi¨®n, que est¨¢ adscrita al Comit¨¦ Sovi¨¦tico de Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa, tiene muy pocos medios para defender los derechos de sus conciudadanos y un acceso limitado a las instituciones. El Comit¨¦ Estatal de Seguridad (KGB) es un terreno vedado.

Burlatski se?ala que la reforma del sistema de justicia se encuentra en una fase de discusi¨®n "que no ha hecho m¨¢s que empezar", y la reforma del C¨®digo Penal, en virtud de algunos de cuyos art¨ªculos se puede enviar a la c¨¢rcel a un ciudadano por motivos pol¨ªticos, "empieza s¨®lo ahora a discutirse".