Papandreu y Ozal sellan en Suiza el fin de Ias hostilidades greco-turco
Los primeros ministros de Grecia y Turqu¨ªa, Andreas Papandreu y Turgut Ozal, respectivamente, aceptaron ayer en Davos (Suiza) el compromiso de entrevistarse al menos una vez al a?o en el futuro, efectuar visitas rec¨ªprocas a sus pa¨ªses respectivos y establecer una l¨ªnea telef¨®nica directa, un tel¨¦fono rojo. La decisi¨®n de institucionalizar una v¨ªa de di¨¢logo directo entre ambos primeros ministros es el resultado m¨¢s llamativo de los dos d¨ªas de conversaciones que ambos han celebrado en Davos y supone el inicio del deshielo entre dos pa¨ªses que el pasado mes de marzo estuvieron al borde del conflicto armado.
Tras los dos encuentros del s¨¢bado, Papandreu y Ozal se sentaron de nuevo a dialogar a las doce de la ma?ana de ayer, domingo, en la sede del Palacio de Congresos de Davos, con participaci¨®n de sus ayudantes m¨¢s directos. A las 14.30, ambos pol¨ªticos dieron por terminados los contactos e hicieron su aparici¨®n simult¨¢nea ante los medios de comunicaci¨®n para leer, Papandreu en griego y Ozal en turco, un comunicado conjunto de nueve puntos, hecho lo cual ambos mandatarios hicieron mutis por el foro sin responder a ninguna pregunta.El comunicado se?ala que los dos l¨ªderes han acordado crear dos comit¨¦s: uno para explorar terrenos de cooperaci¨®n econ¨®mica (empresas conjuntas, comercio, turismo, etc¨¦tera) y otro para definir las ¨¢reas de conflicto, analizar las posibilidades de acuerdo y caminar hacia soluciones duraderas. Los trabajos de este comit¨¦ ser¨¢n supervisados por los primeros ministros. En este terreno han acordado tambi¨¦n animar los intercambios entre civiles y militares, con menci¨®n expresa para periodistas y hombres de negocios de ambos pa¨ªses, as¨ª como establecer una C¨¢mara de Comercio e Industria conjunta.
Con ello, Papandreu y Ozal parecen querer atacar la situaci¨®n creada por a?os de malentendidos, y que relatan en el punto cuatro del comunicado: la forinaci¨®n de r¨ªgidas estructuras mentales en distintos estamentos de las sociedades respectivas a proposito de los temas pendientes. "?sta es una realidad hasta en los libros de texto".
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Atenas y Ankara instalar¨¢ un 'tel¨¦fono rojo'
Viene de la primera p¨¢ginaLas conversaciones entre Andreas Papandreu y Turgut Ozal se desarrollaron, seg¨²n el comunicado, "en un clima de entendimiento y buena voluntad". Cerrar la brecha que separa a ambos pa¨ªses requerir¨¢ "tiempo, buena voluntad y mucho esfuerzo". El comunicado denuncia las actividades de "ciertos c¨ªrculos", que no identifican, que explotan los problemas acumulados a trav¨¦s del tiempo entre ambas naciones.
Papandreu y Ozal han pasado revista, se?ala el comunicado, a las relaciones entre ambos pa¨ªses desde una perspectiva hist¨®rica y su constante deterioro en el tiempo.
Con respecto a la crisis del Egeo, que puso a ambas partes "al borde de la guerra", ambos pol¨ªticos valoraron la importancia que para rebajar la tensi¨®n tuvo entonces el intercambio de mensajes mutuos. Papandreu y Ozal se comprometieron a que "a partir de ahora no debe volver a repetirse una crisis de este tipo, de forma que ambos pa¨ªses concentrar¨¢n sus esfuerzos en el establecimiento de unas duraderas relaciones de paz".
Para ello, ambos primeros ministros decidieron instalar una l¨ªnea telef¨®nica permanentemente abierta entre sus dos capitales, un tel¨¦fono rojo para poder comunicarse r¨¢pidamente en caso de crisis.
Aunque el comunicado tambi¨¦n hace referencia a diferencias de puntos de vista, al recalcar que "ambos reiteraron sus respectivas posiciones en temas de inter¨¦s regional y bilateral", Papandreu y Ozal vuelven a insistir, en el punto seis, que un acercamiento requerir¨¢ "de terminaci¨®n, esfuerzo sostenido y la creaci¨®n de un clima de confianza en el que ambas par tes se comprometen a trabajar".
Para la organizaci¨®n del World Economic Forum, pa trocinadora de este encuentro entre Andreas Papandreu y Turgut Ozal, "los resultados superan con mucho las expec tativas". La imagen de un Pa pandreu sonriente y aparente mente relajado, en contraste con la actitud reservada de ape nas 24 horas antes, parece con firmarlo.
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