La ni?a 'Baby M' se quedar¨¢ definitivamente con sus padres legales
La ni?a estadounidense Baby M, de dos a?os, se quedar¨¢ definitivamente a vivir con sus padres legales, una pareja est¨¦ril que alquil¨® a una madre biol¨®gica para que la concibiera y se la entregase a continuaci¨®n. El caso, que salt¨® a la luz p¨²blica al negarse la madre biol¨®gica a desprenderse de su hija, pese al contrato firmado con los padres legales, ha quedado zanjado al denegar el Tribunal Supremo de New Jersey (EE UU) la custodia de la ni?a Mary Beth Whitehead, la madre biol¨®gica. Esta, por su parte, ha declarado que no recurrir¨¢ la decisi¨®n porque garantiza sus derechos de visita a la ni?a.
Un portavoz de William y Elizabeth Stern, el matrimonio que alquil¨® a Mary Beth para que concibiera un hijo con el esperma del marido, declar¨® que los Stern est¨¢n "emocionados" por poder seguir teniendo la custodia de la ni?a, pero precis¨® que el derecho de visita de Mary Beth les parece preocupante para Melissa (nombre que ellos dieron a Baby M).La sentencia, adoptada por unanimidad, equipara la maternidad de alquiler a la venta de ni?os y la declara ilegal en el Estado de New Jersey.
El caso ha dividido a la opini¨®n p¨²blica de Estados Unidos, y los detractores de este tipo de pr¨¢ctica han celebrado ahora la sentencia como una victoria, mientras que los partidarios esperan que la "maternidad subrogada" siga practic¨¢ndose en otros Estados, salvo que el Tribunal Supremo de los Estados Unidos establezca una norma legal para toda la naci¨®n.
Embarazo peligroso
Los Stern decidieron contratar una madre de alquiler porque Elisabeth, la esposa, padece una esclerosis, y el embarazo pod¨ªa resultar peligroso para ella. Por tanto, acordaron con Mary Beth Whitehead, de 29 a?os, casada -ahora divorciada- y con dos hijos, varias condiciones: recibir¨ªa 10.000 d¨®lares (m¨¢s de un mill¨®n de pesetas), no le dar¨ªa de mamar ni crear¨ªa lazos afectivos con el beb¨¦ y le entregar¨ªa tras el parto.Pero al nacer la ni?a, hace dos a?os, Mary Beth no quiso aceptar el dinero y, despu¨¦s de huir a Florida con el beb¨¦, se neg¨® a entregarla, alegando que hab¨ªa actuado as¨ª "por instinto".
A partir de entonces empez¨® la batalla legal por la custodia de la peque?a, que por tercera, y al parecer ¨²ltima vez, ha sido concedida a los padres legales por los tribunales. La segunda vez, en abril de 1987, el juez Harvey Sorkow, de New Jersey, dictamin¨® que la ni?a deber¨ªa quedarse con los Stern, principalmente por considerar que los primeros eran personas m¨¢s estables que la madre biol¨®gica, a quien calificaba de "manipuladora, impulsiva y explotadora, una mujer sin simpat¨ªa".
Los Stern, en la sentencia del juez Sorkow, eran descritos como "gente sincera, cre¨ªble y honesta, que no han demostrado dificultades para hacer frente a la crisis". Contrariamente a la sentencia actual, que proh¨ªbe el alquiler de madres, el juez Sorkow no entr¨® en el fondo ¨¦tico y moral del caso, y se limit¨® a fallar sobre la legalidad de un contrato. Por su parte Baby M, a quien Mary Beth llama Sara, muestra siempre un car¨¢cter alegre que sorprende a los psiquiatras.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.