Vranitzky descarta otra soluci¨®n que no sea la dimisi¨®n de Waldheim

El canciller austriaco Franz Vranitzky, atac¨® ayer frontalmente al presidente de la Rep¨²blica, Kurt Waldheim, por su discurso a la naci¨®n en el que se neg¨® a dimitir, tach¨® de mentirosos a sus cr¨ªticos y llam¨® a la unidad en torno a su persona. Vranitzky reiter¨® su decisi¨®n de dimitir si no se soluciona pronto el esc¨¢ndalo Waldheim, y dej¨® claro que ya descarta otra soluci¨®n que no sea la dimisi¨®n del presidente.

"No se trata ya de Waldheim, sino del Estado". Seg¨²n Vranitzky, la discusi¨®n no gira ya en tomo a episodios de la II Guerra Mundial, sino de la posici¨®n b¨¢sica del jefe del Estado, con lo que aludi¨® a la indignaci¨®n de amplios sectores austriacos por las declaraciones de Waldheim seg¨²n las cuales hay que "hacer callar a la minor¨ªa que busca la pol¨¦mica", y por su falta de sensibilidad hacia las v¨ªctimas del genocidio nazi.Mientras, proliferan los s¨ªntomas de ruptura del consenso nacional austriaco. En las clases, los escolares rompen y queman los retratos oficiales del jefe del Estado. En los caf¨¦s de Viena se enfrentan verbalmente partidarios y adversarios de Waldheim. Los cr¨ªticos del presidente consideran que su alocuci¨®n televisada del lunes fue una "convocatoria a la lucha", y que Waldheim est¨¢ decidido a provocar una crisis de Estado sin precedentes con tal de permanecer en el cargo.

"El pa¨ªs est¨¢ ya dividido", se?ala Hans Rauscher, comentarista del diario Kurier, y advierte que, el odio que se est¨¢ creando puede estallar pronto. "Primero el Estado, despu¨¦s los partidos, dice Waldheim. Primero Austria, despu¨¦s Waldheim, dice la democracia", sef¨ªala el editorial de hoy de este diario. Vranitzky dijo que la Rep¨²blica ha dado durante m¨¢s de 40 a?os tranquilidad y esperanza a siete millones y medio de ciudadanos, y que hoy esto est¨¢ en peligro.

Las organizaciones obreras del partido socialista y de los sindicatos solicitan desde ayer la dimisi¨®n del jefe del Estado alej¨¢ndose de la actitud de sus c¨²pulas de no exigir el cese para no forzar una lucha institucional. Los pa¨ªses vecinos reaccionan ya con nerviosismo. En Suiza, radio y Prensa mani festaron ayer que la gravedad de la crisis austriaca y sus efectos desestabiliz adores en la frontera entre los bloques son ya un asunto europeo y no s¨®lo austriaco. En la RFA, medios pol¨ªticos de Bonn reaccionaron con indignaci¨®n ante declaraciones de Waldheim en las que se compara con el jefe del Estado federal, Richard von Weizsaecker.

Aniversario de la anexi¨®n

Vranitzky manifest¨® que el Gobierno de coalici¨®n se mantie ne, aunque dej¨® entrever que antes del 11 de marzo, d¨ªa en que se conmemora el 50? aniversario de la anexi¨®n de Austria a la Alemania nazi, tiene que darse una de las dos opciones posibles: la dimisi¨®n del presidente o la suya, con la posibilidad de elecciones generales y el riesgo de un grave conflicto civil en el pa¨ªs.Tras el Consejo de Ministros de ayer, Vranitzky hizo sus declaraciones ante la Prensa intemacional, que es testigo en Viena de una crisis sin precedentes en Europa occidental en la posguerra y que afecta ya a los cimientos del Estado.

Socialistas, patronal, sindicatos y organizaciones ciudadanas forman desde ayer una extra?a alianza para evitar que Waldheim contin¨²e en el cargo el 11 de marzo, fecha que se considera de fundamental importancia para restaurar la imagen exterior de Austria, dotarla de nuevo del prestigio antif¨¢scista que tuvo desde su fundaci¨®n, gravemente deteriorado por el caso Waldheim. Existe ya una iniciativa de personalidades de gran peso, como el antiguo cardenal primado de Austria Franz K?nig y diversos pol¨ªticos conservadores retirados para convencer al jefe del Estado de que el ¨²nico servicio que puede ya hacer al pa¨ªs es dimitir.

Vranitzky declar¨® ayer que no se puede negar que se ha creado un problema de Estado". Seg¨²n el canciller, "con declaraciones, y adem¨¢s de este tipo, no se soluciona nada", en referencia a la intervenci¨®n televisada de Waldheim.

Nuevos sondeos muestran que el apoyo a Waldheim se desmorona. Hace dos semanas, el 72% quer¨ªa que permaneciera en el cargo; una semana m¨¢s tarde era el 66%. Seg¨²n una consulta anterior a las intervenciones de Vranitzky en televisi¨®n, cuya acogida fue muy positiva, de tener que elegir entre el canciller y el jefe del Estado, un 58%. se inclinar¨ªa por Vranitzky, y s¨®lo un 6% por Waldheim. El resto est¨¢ indeciso. Esta encuesta fue la que indujo, al parecer, a Vranitzky a poner su futuro pol¨ªtico en juego para acabar con "la pesadilla de la hofburg", como llaman ya diversos medios al presidente.

El diario Die Presse publicar¨¢ hoy un sondeo de ¨²ltima hora en el que indica que ya son minor¨ªa (46%) los austriacos que defienden la permanencia en el cargo de Waldheim y que s¨®lo un 34% le votar¨ªa de celebrarse ahora elecciones.