Manuel Jim¨¦nez

"Me he encontrado un ni?o reci¨¦n nacido en la basura", fue lo primero que le dijo Manuel Jim¨¦nez, polic¨ªa nacional de 36 a?os, a su esposa, Mari Carmen, polic¨ªa municipal, cuando lleg¨® a casa. Desde entonces se ha venido especulando con su intenci¨®n de adoptarle. "Es s¨®lo una idea que se me ha pasado por la cabeza, pero en absoluto lo tengo decidido. Es algo muy ¨ªntimo". Manuel Jim¨¦nez salv¨®, junto con su compa?ero Manuel Gonz¨¢lez, a un beb¨¦ abandonado el pasado d¨ªa 13 en la calle de la Montera de Madrid.

Quiere dejar bien claro que la adopci¨®n del ni?o -conocido como el beb¨¦ Manolo, por llamarse as¨ª los dos polic¨ªas que le encontraron- es s¨®lo una idea que pienso se le ocurrir¨ªa a cualquier ser humano que se viera en circunstancias similares". "No entiendo por qu¨¦ un polic¨ªa hab¨ªa de ser diferente". Sin embargo, cuando se le pregunta si ha vuelto a ver al beb¨¦, algo le cambia en la cara y dice: "Todos los d¨ªas". Manuel Jim¨¦nez describe al ni?o, junto con su compa?ero Manuel Gonz¨¢lez, al que en ning¨²n momento quiere dejar en segundo plano: "Es muy guapo. De verdad. Gordito, con la cara redondita y mucho vello. Y muy tranquilo; siempre que vamos a verle est¨¢ dormido". Ese algo que le cambia en la cara hace suponer un cari?o muy especial."El doctor nos dijo que si hubi¨¦ramos tardado dos minutos m¨¢s habr¨ªa muerto". Con la solemnidad de quien dice algo importante, Manuel Jim¨¦nez afiade: "Yo creo que Manolo va a ser polic¨ªa, porque el primer sonido que tiene grabado es el de la sirena de un coche patrulla".

La ma?ana del s¨¢bado 13 de febrero, Manuel Jim¨¦nez y Manuel Gonz¨¢lez estaban patrullando por la zona centro de Madrid. "A la altura de Callao recibimos una llamada de la emisora central para que nos dirigi¨¦ramos al n¨²mero 15 de la calle de la Montera, donde se encontraba una bolsa con manchas de sangre. Lo asociamos con alg¨²n drogadicto que se habr¨ªa pinchado". Cuando llegaron, dos bolsas amarillas de pl¨¢stico estaban en el portal. "Al abrir la m¨¢s espectacular, en seguida vi que era una placenta", cuenta Manuel Jim¨¦nez. "Ya ten¨ªa alguna experiencia, porque en otra ocasi¨®n tuve que atender a una parturienta en un portal". En la otra bolsa, debajo de una chaqueta vaquera, se quejaba d¨¦bilmente un ni?o reci¨¦n nacido. "A las 9.36 recibimos la llamada, a las 9.43 est¨¢bamos en el hospital Gregorio Mara?¨®n. Yo apret¨¦ el cord¨®n umbilical y apret¨¦ el cuerpo al m¨ªo para darle calor, mientras mi compa?ero pon¨ªa el coche a 160".

Manuel Jim¨¦nez, madrile?o, naci¨® a las 9.30 en el dormitorio de sus padres. Se hizo maestro industrial en hosteler¨ªa y lleg¨® a ser jefe de cocina de una importante cadena de restaurantes. "Pero mi aut¨¦ntica vocaci¨®n era la de polic¨ªa". Ingres¨® en el cuerpo hace 12 a?os. Hace siete se cas¨® con Mari Carmen, polic¨ªa municipal en Madrid. No tienen hijos.

Manuel Gonz¨¢lez naci¨® en Jerez de la Frontera (C¨¢diz) hace 28 a?os, a las siete de la ma?ana. Est¨¢ casado y tiene un hijo de seis a?os, al que unas veces s¨ª le dice que su padre es polic¨ªa, pero otras le enga?a y le dice que es pintor. "Hay una parte de la sociedad que no nos acepta", cuenta Manuel Jim¨¦nez. "Por miedo a represalias hacia nuestras familias, se oculta a menudo la profesi¨®n a nuestros hijos".