Astiz, absuelto del 'caso Hagelin' por prescripci¨®n del posible delito

La Corte Suprema de la Naci¨®n absolvi¨® al hoy capit¨¢n de corbeta Alfredo Astiz, a quien la familia de Dagmar Hagelin, acusaba de estar implicado en la desaparici¨®n de la chica, una sueco-argentina que ten¨ªa 17 a?os cuando fue chupada, el 27 de enero de 1977, durante la dictadura militar en Argentina.La decisi¨®n de la Corte Suprema se tom¨® por mayor¨ªa, con el voto en contra de uno de los cuatro magistrados. La Corte consider¨® que procede aplicar la prescripci¨®n a los posibles delitos cometidos por Astiz, raz¨®n por la cual no se pronunci¨® el tribunal sobre el fondo del asunto, la culpabilidad o inocencia del capit¨¢n de corbeta. El abogado de la familia Hagelin, Luis Zamora, declar¨® ayer a este peri¨®dico que, aunque todav¨ªa no hab¨ªa examinado a fondo la fundamentaci¨®n de la sentencia, el voto en contra de uno de los magistrados de la Corte Suprema le animaba a plantear el caso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con sede en Costa Rica.

Astiz, recientemente ascendido a capit¨¢n de corbeta, tiene todav¨ªa pendiente un proceso por el secuestro y desaparici¨®n de dos monjas francesas. Este caso presenta caracter¨ªsticas similares al de Hagelin y no parece probable que tenga un fallo diferente.

Los delitos por los que se hab¨ªa acusado a Astiz en el caso Hagelin eran s¨®lo de privaci¨®n ilegal de libertad, cometida con violencia y lesiones graves, los que prescriben a los seis a?os. Astiz no hab¨ªa sido acusado del asesinato de la joven. Dagmar Hagelin fue secuestrada en la calle, herida de bala, y transportada en el maletero de un taxi por gente de la Marina que trabajaba para el centro de torturas de la Escuela de Mec¨¢nica de la Armada (Esma).

Adem¨¢s de la batalla jur¨ªdica que ha llevado en vano la familia Hagelin, el caso Astiz se ha convertido en una piedra de toque para comprobar la independencia del Gobierno de Ra¨²l Alfons¨ªn frente al poder militar. Astiz est¨¢ considerado como un s¨ªmbolo de la represi¨®n en Argentina durante los siete a?os de dictadura y sus procesos se han convertido en una patata caliente para el r¨¦gimen argentino.