Reinserci¨®n social
Hasta mediados o mas bien finales de 1987 no exist¨ªa en el centro penitenciario de C¨®rdoba nada m¨¢s que anhelos y deseos aislados de conseguir, para los reclusos ansiosos de redenci¨®n, posibilidades sobre este aspecto vital. Cuando se cumpl¨ªa condena, la mayor¨ªa de las veces los empleos, trabajos y profesiones estaban perdidos, por lo que el castigo se prolongaba, no ya para el condenado, que hab¨ªa cumplido la pena, sino para los familiares, v¨ªctimas inocentes siempre.En la prisi¨®n, a pesar de los loables esfuerzos del. centro directivo, junta, equipo t¨¦cnico, educadores, etc¨¦tera, era imposible dar trabajo remunerado y, en ocasiones, ni siquiera formativo. Por este motivo produce admiraci¨®n el nacimiento de Asirco, debido al esfuerzo denodado y gigantesco de un cort¨ªsimo n¨²mero de reclusos, apoyados por el director y educadores de la comisi¨®n de asistencia social. Posteriormente, el trabajo citado ha obtenido un merecido ¨¦xito, por lo que nos hemos cornprometido un estimable n¨²mero de internos y funcionarios a la colaboraci¨®n fruct¨ªfera. No debe desanimarnos el retraso en concesiones y ayudas, pues los organismos estatales y auton¨®micos terminar¨¢n apoyando en alguna forma esta idea genial y ¨²til. S? no desfallecemos podemos hacer nuestra la frase de Churchill, cuando dijo: "Nunca tantos debieron tanto a unos pocos".
No es tan s¨®lo el beneficio obtenido por los internos y sus familiares al reinsertarse en la sociedad, sino que dicha sociedad espa?ola en general y cordobesa en particular contar¨¢ con nuevos ciudadanos dispuestos a cumplir sus deberes y obligaciones, reclamando sus derechos correlativamente.-
Licenciado en Derecho. 'Prisi¨®n provincial de
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