Paraguay, para¨ªso del contrabando de coches
El 50% de sus habitantes utiliza autom¨®viles robados en Brasil
Dos sindicatos de transporte brasile?os han anunciado que a partir del lunes bloquear¨¢n indefinidamente la frontera con Paraguay en Foz de Iguaz¨² para protestar por los continuos robos de veh¨ªculos brasile?os que luego se venden en Paraguay. Los transportistas brasile?os exigen que las autoridades acaben con los robos y les devuelvan los veh¨ªculos sustra¨ªdos, que circulan impunemente en Paraguay, donde el blanqueo de coches y camiones robados no presenta problemas. Se calcula que la mitad del parque automovil¨ªstico paraguayo se compone de veh¨ªculos robados o introducidos ilegalmente en el pa¨ªs.
Una periodista paraguaya reconoce: "S¨ª, ¨¦ste es un coche mau, pero me hart¨¦ de ser tonta. Yo siempre hab¨ªa comprado los coches legalmente, pero ten¨ªa que pagar cuatro veces m¨¢s que por uno sin papeles. As¨ª que me decid¨ª por un mau".La jerga popular ha bautizado como mau a los coches robados o adquiridos ilegalmente, pero que han recibido una cierta legalizaci¨®n y tienen papeles, que permiten recuperarlos cuando los lleva la gr¨²a o pedirlos a la polic¨ªa si son robados de nuevo. Hay otra clase, los llamados mau mau, que carecen por completo de papeles, son m¨¢s baratos pero, si los roban, el usuario no tiene modo de reclamar.
Nadie sabe explicar en Asunci¨®n de d¨®nde sali¨® la palabra mau para los autos de procedencia ilegal. Los or¨ªgenes de estos autos o camiones son muy variados. Los hay vendidos en Paraguay a mitad de precio por brasile?os que luego se encargan de denunciarlos como robados y de cobrar a las compa?¨ªas de seguros. Otros son robados en Brasil por bandas profesionales que luego los entregan en Paraguay a los vendedores. Estos coches se venden muy r¨¢pidamente por cantidades cuatro o cinco veces inferiores a los precios del mercado brasile?o. Un Ford Sierra nuevo se puede conseguir por unas 600.000 pesetas.
El ingeniero Ricardo Canesse escribe que "ingresan veh¨ªculos catalogados como robados. Los mismos son ofrecidos libremente y los municipios les otorgan chapas y les cobran las tasas e impuestos correspondientes, e incluso se ha ideado un mecanismo para blanquear la situaci¨®n ilegal, de estos veh¨ªculos".
Julio C¨¦sar Martinessi, un abogado de Asunci¨®n, se ha convertido en cazacoches. Las compa?¨ªas de seguros brasile?as le encargan recuperar los veh¨ªculos robados. En su bufete de Asunci¨®n, Matinessi tiene una terninal de computadora conectada con las aseguradoras, que le facilitan los datos sobre coches robados. Martinessi percibe por su trabajo un porcentaje seg¨²n el valor del veh¨ªculo recuperado.
El abogado recuper¨® 254 veh¨ªculos el a?o pasado, y espera llegar a 1.000 este a?o. Esto es casi como tratar de vaciar el oc¨¦ano con una cucharilla. Calcula Martinessi que unos 100.000 veh¨ªculos de los 240.000 que circulan en Paraguay son de procedencia ilegal. Esto significa que m¨¢s del 40% del parque automovil¨ªstico paraguayo ha sido adquirido ilegalmente. Este c¨¢lculo podr¨ªa quedarse corto. El periodista Rufo Medina estima la cifra en 150.000, que coincide con los transportistas brasile?os, que calculan que en los ¨²ltimos 10 a?os se vendieron en Paraguay 135.000 autom¨®viles y 15.000 camiones.
Los transportistas brasile?os denuncian que "estos robos organizados se practican con la plena connivencia de las autoridades paraguayas". En una carta a la Prensa, Valmor Weiss, vicepresidente de la Asociaci¨®n Nacional de Empresas de Transportes de Brasil, denunci¨® que "la legislaci¨®n paraguaya protege escandalosamente el contrabando de veh¨ªculos, pues facilita la nacionalizaci¨®n del bien con una simple declaraci¨®n jurada".
El blanqueo de los autos adquiridos ilegalmente es muy sencillo en Paraguay, donde se consiguen las placas de matr¨ªcula sin necesidad de presentar los t¨ªtulos de propiedad del veh¨ªculo. Si la cosa se complica en la capital, es mucho m¨¢s f¨¢cil en los ayuntamientos del interior. Esto tiene adem¨¢s la ventaja de que, si el coche circula en Asunci¨®n, no paga las multas por infracciones de tr¨¢fico.
Para mayores facilidades, las autoridades permitieron en dos ocasiones la adquisici¨®n de documentaci¨®n a los coches mau mau. Ante la escasez de recaudaci¨®n fiscal por el elevado n¨²mero de veh¨ªculos ilegales, se autoriz¨® sin tr¨¢mites la inscripci¨®n de toda clase de veh¨ªculos.
Legalizar los 'mau mau'
Los coches ilegales pudieron circular con un certificado de haber pagado al fisco. Los mau mau se convirtieron en mau solamente. Esto los sacaba de la ilegalidad absoluta, daba garant¨ªas a los usuarios y permit¨ªa a las autoridades elevar los ingresos fiscales. Los coches hab¨ªan quedado as¨ª nacionalizados (blanqueados ser¨ªa la expresi¨®n mas exacta).El tr¨¢fico de coches robados de Brasil a Paraguay es inexplicable sin la complicidad de las autoridades policiales y aduaneras. Entre Sao Paulo, en Brasil, y Asunci¨®n existen 20 puestos policiales y cinco paraguayos. Martinessi no se explica c¨®mo es posible que un veh¨ªculo robado atraviese sin problemas tantos controles.
La explicaci¨®n que circula en Paraguay es que la polic¨ªa y los militares est¨¢n implicados en el negocio. Martinessi no concreta tanto, pero dice que "hay intereses muy poderosos, y ¨¦ste es un pa¨ªs peque?o, de tres millones de habitantes, donde todos nos conocemos".
En un principio adquir¨ªan los veh¨ªculos mau las personas muy relacionadas, porque sab¨ªan que no les pasar¨ªa nada; luego se extendi¨® a todos los sectores sociales. El periodista Medina asegura que el dictador paraguayo Stroessner "utiliza el mecanismo de los coches robados como medio para corromper gente, a los que negocian con los coches y tambi¨¦n a los compradores, que de esa forma acceden a un veh¨ªculo que por medios legales no podr¨ªan pagar".
La caza de veh¨ªculos robados lleva incluso hasta las dependencias militares. Recientemente fue requisado un cami¨®n Scania ¨²ltimo modelo que hab¨ªa sido robado en Brasil y que hab¨ªa aparecido en poder de una guarnici¨®n de caballer¨ªa en Paraguay.
Drogas por autos
En Asunci¨®n se habla de la existencia de conexiones entre la compraventa de coches robados y el narcotr¨¢fico. Un abogado de Asunci¨®n coment¨® a este peri¨®dico que "se ha detectado que traficantes, preferentemente bolivianos, sacan la droga de Bolivia y la llevan a Brasil. All¨ª la cambian por coches, que dejan en Paraguay o trasladan hasta Bolivia, donde tambi¨¦n florece el negocio de los coches robados".Las medidas de protesta de los transportistas brasile?os pueden obligar a reaccionar a las autoridades paraguayas. El bloqueo de la frontera en Ciudad Puerto Stroessner significar¨ªa un golpe fuerte a la principal v¨ªa de salida de Paraguay para su primer producto de exportaci¨®n, la soja.
Por su condici¨®n de mediterraneidad, Paraguay depende de Brasil para la exportaci¨®n del 180% de la soja que sale con destino a ultramar. El diario Hoy escribi¨® estos d¨ªas un editorial en el que afirmaba que la soja o cualquier otro producto en tr¨¢nsito por Brasil no puede convertirse en una v¨ªctima inocente de presuntas culpas ajenas.
M¨¢s directo, el ingeniero Ricardo Canese reclama "tomar las urgentes medidas que legalmente corresponden, como es la de detener a veh¨ªculos que carezcan de t¨ªtulo legalmente expedido y remitidos de inmediato a sus leg¨ªtimos due?os. El blanqueo debe ser eliminado de la legislaci¨®n paraguaya".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.