Caballero Bonald ve la literatura como una carta que el autor se escribe a s¨ª mismo
Jos¨¦ Manuel Caballero Bonald obtuvo el pasado jueves por noche el IV Premio Plaza y Jan¨¦s con su novela En la casa del padre. La decisi¨®n del jurado, seg¨²n el acta, se produjo por unanimidad. Para el escritor, "la literatura, y sobre todo la novela, es una carta que el escritor se manda a s¨ª mismo". La obra narra la evoluci¨®n de una familia jerezana vinculada al mundo del vino, y seg¨²n el propio escritor, "est¨¢ escrita desde la propia memoria".
La noche del jueves al viernes, Jos¨¦ Manuel Caballero Bonald no pudo dormir y, el viernes por la ma?ana, no pudo ni descansar. Primero fue la excitaci¨®n, el contento por el premio, producido, cosa rara en los premios, por decisi¨®n un¨¢nime del jurado; luego fueron los periodistas quienes no le dieron tregua. Lo grave del asunto, para el autor, no es lo que ha pasado, sino lo que le espera, m¨¢xime cuando se halla ya metido en otra novela. "Me ha pasado esta vez una cosa muy rara", explica, "porque, normalmente, cuando yo terminaba una obra necesitaba una especie de convalecencia y fue terminar En la casa del padre y ponerme a escribir otra y llevo ya unas 120 p¨¢ginas, pero no quiero explicar de qu¨¦ trata para no gafarla".La obra ganadora del premio narra la peripecia de una familia jerezana vinculada empresarialmente al mundo del vino y su evoluci¨®n de una situaci¨®n de privilegio, en la ¨¦poca en que fue una empresa familiar a una cierta decadencia al entrar en los engranages financieros bancarios y sufrir una mengua de poder real. "Yo cuando empec¨¦ esta novela no me propuse hacer una novela cr¨ªtica sobre Jerez", afirma, "eso ha salido a trav¨¦s de la propia din¨¢mica de la novela".
La acci¨®n est¨¢ narrada en primera y tercera persona, alternativamente: "La primera persona es el presente y la tercera es el pasado y se alternan, hasta que, pasados unos dos tercios de la novela, se juntan y ya s¨®lo hay, presente. Eso me sirvi¨® para marcar el paso a la situaci¨®n actual, de la empresa familiar que es la casa del padre, a la empresa de tipo mercantil en manos de los bancos; el paso de una familia que alcanz¨® un poder omn¨ªmodo a una disoluci¨®n por otras circunstancias que les fueron restando poder".
Experiencia personal
"Escribir en primera", explica, "no me parece muy cre¨ªble, la literatura es una trampa y, como se trataba de unos hechos muy depositados en mi memoria yo estaba habl¨¢ndome a m¨ª mismo, estaba recordando, y en ese sentido puede ser m¨¢s directamente aceptable que si hubiera, inventado un yo. Luego puede ocurrir que los relatos imaginarios terminen siendo los m¨¢s reales a trav¨¦s de la propia din¨¢mica de la creaci¨®n literaria. Eso es algo que me noto: cuando invento algo, resulta m¨¢s real que la propia realidad vivida".Pero, a Caballero Bonald el argumento le interesa relativamente: "El argumento no me interesa mucho, para m¨ª el argumento forma parte de un todo fundamentalmente enaltecido por el tratamiento que arropa a ese todo. El tema est¨¢ ah¨ª porque de algo tiene que tratar la novela, uno tiene que contar cosas, pero lo que verdaderamente me importa es el tratamiento y el uso del lenguaje".
La preocupaci¨®n por el estilo y el lenguaje no le ha llevado, sin embargo, a la mera experimentaci¨®n: "No hay experimentaci¨®n. La novela puede tener elementos barrocos, pero de un barroquismo que no busca ser enriquecimiento banal o palabrer¨ªa para llenar un vac¨ªo, lo que tiene es la consistencia de un lenguaje, del trabajo sobre el lenguaje que es lo que como escritor me importa". Y es que, para ¨¦l, "La novela es un intento de hacer una obra de arte, pero en eso tambi¨¦n interviene el oficio y a mi edad el oficio, aunque no sea algo que se perfeccione con el uso, s¨ª lo tengo". Y cree que esa consideraci¨®n de arte que para ¨¦l tiene la literatura es compartida por los autores espa?oles contempor¨¢neos importantes, aunque no lo digan "por verg¨¹enza, apuro o escr¨²pulo"
Caballero Bonald ha sido profesor de literatura, pero eso es algo que, afirma, no le ha supuesto nada en su forma de escribir. Es como cualquier otro oficio no relacionado con las letras.
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