Museo de Cera
?ranse que se eran unos isidros, de los que ya no quedan (ahora son "econom¨ªa sumergida"), que se vinieron a Madrid a visitar el admirable y lograd¨ªsimo Museo de Cera de Col¨®n / G¨¦nova, mas por un malentendido y una se?orita guardia de pocas palabras, fueron a dar un poco m¨¢s all¨¢; toda la familia, y se metieron en la sede (fronteriza al Museo) de Alianza Popular.All¨ª, con regocijo de no pagar entrada y lujo de ascensores, vieron la vera efigie en cera franquista -no hay m¨¢s cera que la que arde- de un Fernando Su¨¢rez que todav¨ªa fraga (del verbo "fragar") a panocha / pinocha de cacer¨ªa nacional. Las figuras de cera estaban en. Convenci¨®n Nacional, qu¨¦ cosa tan graciosa, qu¨¦ cosas se le ocurren a este Madrid, hija, unas figuras de cera en Convenci¨®n Nacional. All¨ª vieron a un Hern¨¢ndez Mancha con su popel¨ªn a rayas y almidonado, como correspon de a un l¨ªder, aunque sea de cera. All¨ª vieron, cogidos todos de la mano, los isidros, para no perderse entre tanta grandeza hist¨®rica, a un tal se?or Garc¨ªa Tiz¨®n en cera virgen, que no les dec¨ªa nada, pero iba muy arreglado, eso s¨ª, y mayormente para ser figura de cera. All¨ª vieron a un don Manuel Fraga Iribarne con el gesto en¨¦rgico, la papada de las cenas en "Escuadr¨®n" (y en escuadr¨®n), la mano derecha extendida con el ¨ªndice acusador y corbata de dibujitos, muy propio, tal cual, o sea como en la tele. Vieron a Abel Matutes, a Juan Hormaechea (el fascista c¨¢ntabro que acaba de quitarle la alcald¨ªa de Santander al escritor Manuel Arce), a Fern¨¢ndez Albor, con su trasminaci¨®n de pinabeto galaico, como si fuera de ver dad, tambi¨¦n con la mano ex tendida. A Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, a Alberto Ruiz-Gallard¨®n, tan joven y tan memori¨®n, y a m¨¢s se?ores y se?oritas que les sonaban de la tele, mayormente la Tocino, que es como una hero¨ªna de Falcon Crest que se les ha confundido de rollo en Prado del Rey.
Hasta vieron a don Gabriel Ca?ellas, y todos en plan Congreso, qu¨¦ graciosos, como si fuesen de verdad. Isabel Ugalde estaba entre chica de Serrano y negra del Senegal: buen¨ªsima, la jai. Unos les sonaban y otros no: de la tele, claro.
-?Has visto, Isidra, las cosas que imaginan en Madrid?
-Gracias, Isidro, por traernos a m¨ª y a los chicos, que aprender¨¢n mucha Historia de Espa?a con esta visita a la cosa de la Cera. Es como si hubieran visto a los reyes godos. Y don Manuel Fraga, tan propio. Ay cuando lo contemos en el pueblo, Isidro.
(Su pueblo, no hay que decirlo, era de la Sierra Pobre.)
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