Err¨¢tico Buster Benton
Seguramente el blues cuenta en Espa?a con un p¨²blico tal vez no muy numeroso, pero si adicto y fiel. De lo que carece es de una programaci¨®n propia y suele encontrar albergue en los festivales de jazz. As¨ª sucede que de una noche a la otra podemos pasar de la ceremonia de la intimidad del Chet Baker Tr¨ªo a la natural expansi¨®n que debe definir una velada de blues. Pero ni esto vino a suceder con los Embajadores del Blues de Chicago de Buster Benton, una banda apta para el formato de club -mientras te das una vuelta o un baile y amas a tu prima-, pero que en concierto resulta m¨¢s bien por la zona del descabal.Sale dirigiendo el sonriente Bobby Smith, que s¨ª suena, en su guitarra y en su voz, como alguien que viene de Chicago. Canta bien y da algo de calor mientras recuerda cl¨¢sicos -Trouble in mind, por la tarde; Lucille, por la noche- y crea expectaci¨®n para la llegada del jefe Buster Benton. Junto a ¨¦l est¨¢. una secci¨®n r¨ªtmica de las que conducen al deseo; por ejemplo, el deseo de que aparezca otra secci¨®n r¨ªtmica. El guitarrista Carlos; Showers y el bajista Judia Hicks tocan con precisa vocaci¨®n de galeotes, amarrados al duro m¨¢stil, y nunca consiguen empastar, como podr¨ªa esperarse en una banda de blues, con Bubba Goldsby, un bater¨ªa de los que pueden liarse a pu?etazos si oye la palabra delicadeza. Los tres eumplen, pero en un plano cercano a la redenci¨®n de penas por el trabajo.
Buster Benton's Chicago Blues Ambassadors
Colegio Mayor San Juan Evangelista. Madrid, 12 de marzo.
Y por fin llega Arley Buster Benton. Hace 55 a?os que naci¨® en Texarcana, Arkansas, y 30 que pisa la escena de Chicago. Ha estado con Junior Wells, Buddy Guy, Joe Tex y'Willie Dixon, y en 1974 pudo dar lo mejor de s¨ª mismo con Spider in my stew. Se ven¨ªa diciendo que en los ¨²ltimos tiempos se hab¨ªa dado al funkie, algo que para un bluesman suele resultar m¨¢s daflino que entregarse a la bebida. Benton entra en acci¨®n y no habr¨¢ dos temas en los que nos ponga del mismo lado.
Benton cuenta con tina valiosa voz, que sabe utilizar, pero musicalmente resulta un itinerante perpetuo. La secci¨®n r¨ªtmica se ocupa de que el conjunto suene m¨¢s a bandas pre-hevies o proto-funkies de finales de los sesenta y los setenta y en su repertorio parecen sucederse los homenajes. Tan pronto te parece estar escuchando a Credence como a Sam Coolke en el tema siguiente. Tambi¨¦n hay pasajes como para recordar a Deep Purple y en un solo de guitarra Benton puede desempe?arse como una estrella invitada a una grabaci¨®n de los Beatles. Viajero constante, Buster Benton resulta m¨¢s err¨¢tico que vers¨¢til.
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