Revoluci¨®n en los implantes cerebrales
Para el doctor Madrazo, los injertos mejoran a los enfermos de Parkinson regenerando el sistema nervioso
Los injertos de c¨¦lulas suprarrenales del propio paciente en el cerebro de 44 enfermos de Parkinson, realizados por el equipo que dirige el doctor Ignacio Madrazo en el hospital La Raza de la ciudad de M¨¦xico, han revolucionado la neurolog¨ªa. Los resultados exceden con mucho las pretensiones iniciales del propio doctor Madrazo, puesto que, adem¨¢s de conseguir una mejora espectacular en los enfermos de Parkinson y en algunos casos la curaci¨®n total, abren extraordinarias perspectivas de investigaci¨®n. Por mecanismos todav¨ªa desconocidos, los injertos provocan en la mayor¨ªa de los enfermos operados una regeneraci¨®n del sistema nervioso que hace albergar esperanzas para otras enfermedades.
"Nosotros hemos sido los primeros sorprendidos por los resultados", explica el doctor Madrazo, "Los injertos cerebrales no s¨®lo recuperan las c¨¦lulas da?adas por la enfermedad, sino que regeneran todo el sistema nervioso. Incluso las c¨¦lulas m¨¢s seniles sufren una especie ole revitalizaci¨®n". El doctor Madrazo habla de "rejuvenecimiento de los pacientes", pero advirtiendo que "esta palabra debe ponerse entre comillas, puesto que estamos en una fase muy temprana de la experimentaci¨®n".En realidad, el equipo de M¨¦xico ha sorprendido a la comunidad cient¨ªfica internacional no s¨®lo por los resultados ?de su programa de experimentaci¨®n, sino por haberlos obtenido mediante una t¨¦cnica quir¨²rgica tan sencilla que puede ser aplicada en cualquier otro hospital sin ning¨²n problema.
"En estos momentos se han hecho ya en el mundo 300 injertos, tres de ellos en Espa?a. La operaci¨®n consiste en extraer c¨¦lulas de la gl¨¢ndula suprarrenal del propio paciente, que tienen una gran capacidad para generar dopamina, e implantarlas en el n¨²cleo caudado, que es la zona del cerebro donde est¨¢ localizada la lesi¨®n que provoca el Parkinson. La dopamina es un neurotransmisor que interviene en la regulaci¨®n de un gran n¨²mero de funciones, especialmente las motoras, y su carencia provoca la enfermedad de Parkinson", explica el doctor Madrazo.
Un equipo sueco hab¨ªa experimentado en 1982 los primeros implantes cerebrales en cuatro pacientes, pero fracasaron. "Ellos utilizaron una t¨¦cnica mucho m¨¢s compleja. La diferencia principal estriba en que nosotros injertamos en el cerebro bloques tisulares completos, es decir, porciones enteras de tejido suprarrenal, y, en cambio, ellos somet¨ªan este tejido a una divisi¨®n celular muy compleja e injertaban exclusivamente las c¨¦lulas precursoras de la dopamina. Pero las c¨¦lulas aisladas no implantan". En realidad, el equipo del doctor Ignacio Madrazo afront¨® el desaf¨ªo con la simple pretensi¨®n de estimular la producci¨®n de dopamina en el cerebro. "Pensamos que pod¨ªamos colocar una especie de bomba biol¨®gica precursora de la dopamina, pero los resultados obtenidos no pueden explicarse s¨®lo por una mayor producci¨®n de dopamina", comenta.
Mejora en las demencias
Seg¨²n el doctor Madrazo, "los enfermos operados no s¨®lo mejoran en motricidad, sino que experimentan un cambio importante en la capacidad mental. Incluso algunos que presentaban cuadros de demencia severa mejor¨¢n notablemente tambi¨¦n de la demencia". El equipo del doctor Madrazo dudaba acerca de si el efecto del injerto se limitar¨ªa s¨®lo al lado del cuerpo controlado por la parte operada del cerebro, pero pronto comprob¨® que la regeneraci¨®n es bilateral.Seg¨²n afirma este pionero de los implantes cerebrales, "lo m¨¢s sorprendente es, sin embargo, que no s¨®lo se regeneran las c¨¦lulas lesionadas. Las c¨¦lulas envejecidas tambi¨¦n recuperan funcionalidad e incluso muchos enfermos dejan de sentir dolor. Ello quiere decir que hemos puesto en marcha alg¨²n otro mecanismo, que todav¨ªa no hemos podido identificar, capaz de provocar una regeneraci¨®n del sistema nervioso en su conjunto'".
El doctor Madrazo apunta la hip¨®tesis de que la implantaci¨®n de los injertos desencadena la actividad de factores tr¨®ficos hasta ahora ignorados. Los factores tr¨¢ficos son aquellas sustancias o mecanismos de que dispone el organismo para su propia regeneraci¨®n. "Se hab¨ªa comprobado que el sistema nervioso perif¨¦rico ten¨ªa ciertos factores tr¨®ficos, que los nervios extremos pod¨ªan regenerarse si sufr¨ªan una lesi¨®n. Ahora se trat a de identificar estos factores capaces de regenerar el sistema nervioso central".
Pero no quedan aqu¨ª los resultados soprendentes. Durante la experimentaci¨®n, el doctor Madrazo ha encontrado anticuerpos espec¨ªficos relacionados con el Parkinson. Hasta ahora se sab¨ªa que la enfermedad era debida a la existencia de una lesi¨®n en la sustancia negra del cerebro. Una lesi¨®n que puede ocurrir en cualquier momento.de la vida y permanecer latente durante a?os hasta que el envejecimiento u otros factores desencadenan la enfermedad. Pero se desconoce la causa concreta que provoca la lesi¨®n. El doctor Madrazo descubri¨® en los pacientes que iban a ser operados la presencia de unos anticuerpos dopamin¨¦rgicos que, curiosamente, desaparec¨ªan despu¨¦s de la operaci¨®n. La existencia de los anticuerpos demuestra la presencia de un agente externo causante de la lesi¨®n, hasta ahora s¨®lo avalada por demostraciones epidemiol¨®gicas, y su identificaci¨®n es considerada un gran hallazgo porque constituye la primera pista segura para determinar la causa del Parkinson.
Implantes fetales
El equipo del doctor Madrazo realiz¨® en septiembre del a?o pasado, tambi¨¦n con resultados positivos, dos implantes de c¨¦lulas embrionarias en sus pacientes. "El implante de tejido suprarrenal es efectivo al 100% y tiene la ventaja de no plantear problemas de rechazo, pero comporta un riesgo importante porque el paciente debe ser sometido a dos operaciones simult¨¢neas: la de extracci¨®n de la gl¨¢ndula mediante cirug¨ªa abdominal y la de la implantaci¨®n del injerto en el cerebro. Los injertos fetales, en cambio, s¨®lo precisan una intervenci¨®n, lo cual es importante en enfermos de edades avanzadas".Los dos implantes proced¨ªan de un feto de 13 semanas de un aborto espont¨¢neo. "Las c¨¦lulas pueden aprovecharse hasta tres horas despu¨¦s del aborto y el feto debe tener preferentemente entre seis y 12 semanas, que es cuando las c¨¦lulas ya tienen marcado el c¨®digo gen¨¦tico, pero todav¨ªa no se ha expresado".
Aunque el planteamiento cient¨ªfico es el mismo, los injertos embrionarios son acogidos con muchas m¨¢s reservas, no porque existan dudas acerca de su efectividad, sino porque plantean problemas ¨¦ticos en ciertos sectores. "Comprendo que con los injertos fetales estamos afectando algunos conceptos seculares, pero cualquier manifestaci¨®n de la ciencia altera alguna regla de la naturaleza. Los mismos problemas se plantearon al iniciarse los trasplantes. Tengo el firme convencimiento de que mi trabajo no tiene ning¨²n fallo ¨¦tico ni cient¨ªfico", concluye, rotundo, el doctor Madrazo.
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