"Los votos y la lucha popular derribar¨¢n a Pinochet", dice Arriagada, coordinador de la campa?a por el, 'no'
La oposici¨®n chilena prepara su estrategia ante el plebiscito de sucesi¨®n presidencial de este a?o
El coordinador de la campa?a por el no al general Pinochet en el plebiscito de sucesi¨®n presidencial que tendr¨¢ lugar seguramente este a?o, Jenaro Arriagada, cree que la dictadura chilena s¨®lo puede triunfar con un fraude electoral. La estrategia de la oposici¨®n contra el intento de perpetuaci¨®n del r¨¦gimen combina la participaci¨®n masiva en el plebiscito con directrices al pueblo "para que pueda movilizarse y hacer respetar su triunfo en las urnas", afirma Arriagada.
Frente al poder propagand¨ªstico del r¨¦gimen, cuyo m¨¢s probable candidato, Pinochet, est¨¢ en plena campa?a con un gasto que supera 30 a 1 a los partidarios del no, la oposici¨®n pondr¨¢ en acci¨®n a decenas de miles de militantes. "Somos pobres en recursos pero tenemos la fuerza del apoyo popular", afirma Arriagada, democristiano y presidente de Radio Cooperativa, la de mayor sinton¨ªa en el pa¨ªs.De acuerdo a las encuestas independientes, los votantes por el no aventajan tres por dos a los del s¨ª, pero la campa?a opositora se encuentra con el obst¨¢culo "del miedo y apat¨ªa provocados por 14 a?os de tiran¨ªa", dice.
El dirigente, de 45 a?os, tiene cinco procesos en su contra en la justicia militar por supuestas ofensas a las fuerzas armadas, y en dos de ellos est¨¢ en libertad bajo fianza.
Pregunta. ?Aceptar¨¢ Pinochet una derrota en las urnas?
Respuesta. Los procesos de destrucci¨®n de las dictaduras comienzan a veces con una derrota electoral. La brasile?a termin¨® en la lucha por directas ya; la filipina, en un fraude que fue repudiado interna y externamente; la de Uruguay, en un plebiscito. Pero Pinochet no va a leer los diarios al d¨ªa siguiente del plebiscito para decir "fuimos derrotados", llamar a su mujer y decir nos vamos". El problema es m¨¢s complejo. El camino hacia las elecciones libres combina la participaci¨®n en un plebiscito, que no es el ideal de una democracia, pero s¨ª lo suficiente como para derrotar al dictador, y la organizaci¨®n del pueblo, para que pueda movilizarse y hacer respetar su triunfo en las urnas.
P. ?Cu¨¢les son las garant¨ªas indispensables para participar en el plebiscito?
R. Tenemos que obtener garant¨ªas para el clima previo, el d¨ªa de la elecci¨®n y los escrutinios. Algunas ya las hemos conseguido nosotros mismos. Pinochet dict¨® leyes para reducir el cuerpo electoral, rechaz¨® la inscripci¨®n por computador y puso el requisito de una nueva c¨¦dula de identidad. A pesar de eso, vamos a obtener la meta que nos propusimos, tener 6,5 o m¨¢s millones de inscritos para votar. Pinochet hizo una ley de partidos que hac¨ªa casi imposible su inscripci¨®n, y para impedir el control opositor en las mesas de votantes puso como exigencia que s¨®lo pod¨ªan tener apoderados los partidos inscritos. Hoy podemos asegurar que si el plebiscito es el 11 de septiembre, va a haber cuatro partidos de oposici¨®n registrados, con 80.000 apoderados para las 20.000 mesas de votaci¨®n. Hacer fraude en las mesas de votaci¨®n s¨®lo ser¨¢ posible con un grado tal de violencia que significar¨ªa destruir la posibilidad de plebiscito.P. ?Es leg¨ªtimo un plebiscito bajo estados de excepci¨®n?R. Cuando se lucha contra una dictadura brutal, se aprende que una cosa es la ley y otra la vida. La ley que renov¨® [la pasada semana] el estado de emergencia es una ofensa a la conciencia democr¨¢tica. Pero durante estos 14 a?os de Pinochet no hemos vivido ni un solo d¨ªa sin estado de sitio o de emergencia, y, pese a ello, se han desarrollado los partidos, las organizaciones, y hemos conquistado enormes espacios de libertad. Nuestra decisi¨®n de participar en el plebiscito no es absoluta; pero tampoco estamos dispuestos a retirarnos de la contienda a la primera nueva dificultad.Fraude y encuestas
P. La anunciada abstenci¨®n de los comunistas, ?puede fragmentar a la oposici¨®n y facilitar un triunfo del r¨¦gimen?
R. Los comunistas no tienen fuerzas para dividir solos a la oposici¨®n. Al no sumarse al acuerdo, el PC se conden¨® a su propio aislamiento. Pero el grueso de la militancia comunista se est¨¢ inscribiendo en el censo. Avanzando el tiempo, ellos van a votar no, digan lo que digan sus dirigentes. Pero, claro, habr¨ªa sido mejor que el PC mostrara una actitud racional.
P. Algunas encuestas del r¨¦gimen muestran a Pinochet adelante...
R. Una de las encuestas del Gobierno la hizo la polic¨ªa: no creo en ella. Desconf¨ªo tambi¨¦n de las encuestas que no dan a conocer su metodolog¨ªa. En cuatro encuestas independientes, en cambio, en el tercer trimestre del a?o pasado, aventaj¨¢bamos a Pinochet dos a uno. En noviembre y diciembre la intenci¨®n de voto por el no baj¨® 10 puntos, por la falta de acuerdos opositores, pero aun as¨ª quedamos tres por dos sobre Pinochet. Despu¨¦s del llamado a votar no de 13 partidos, no tengo dudas; volveremos a subir. Pinochet no puede ganar limpiamente.
P. ?C¨®mo se va a modificar la trampa constitucional? Aun derrotado, Pinochet puede ser senador, comandante en jefe, gobernar por un a?o m¨¢s...
R. La transici¨®n espa?ola se hizo con la Constituci¨®n franquista, que fue demolida por una derrota electoral. Aqu¨ª no va a ser distinto. Con la derrota vendr¨¢ un proceso en que desaparece el r¨¦gimen y, con ¨¦ste, su Constituci¨®n, para lograr elecciones libres y un Congreso Constituyente.
P. ?Qu¨¦ ocurrir¨¢ si la oposici¨®n pierde?
R. Pinochet est¨¢ metido en un l¨ªo extraordinariamente complicado. Si el plebiscito es honorable, la oposici¨®n vence, sin lugar a dudas. ?l s¨®lo puede ganar con un fraude. Si lo hace, ¨¦ste puede provocar un rechazo nacional e internacional de tal magnitud que puede destruirlo, como un fraude destruy¨® a Marcos. Y si, habiendo cometido el fraude, puede sin embargo mantenerse en el poder, s¨®lo podemos seguir luchando.
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