"El mejor lugar para hablar de paz es un ca?¨®n"

Cientos de paracaidistas de la 82? Divisi¨®n Aerotransportada, la misma que en 1985 particip¨® en la invasi¨®n de la isla caribe?a de Granada, se lanzaron el viernes sobre las cercan¨ªas de la base de Palmerola, que est¨¢ a unos 200 kil¨®metros de la frontera de Honduras con Nicaragua.Los muchachos llegaron con las caras embadurnadas con pintura de guerra y aspecto feroz. Abajo les esperaban para darles la bienvenida el general de cuatro estrellas Fred Woerner, jefe del Comando Sur, estacionado en Panam¨¢; el embajador de Estados Unidos en Tegucigalpa, Everett Briggs, y el ministro de Defensa de Honduras, coronel Wilfredo S¨¢nchez, quien declar¨® que "en este operativo nos acercamos a la paz, porque creo que el mejor lugar para hablar de paz es la cure?a de un ca?¨®n".

El ministro de Defensa dijo a los soldados norteamericanos, entre otras cosas: "Bienvenidos a esta tierra, hasta donde llega el gemido de la violencia de los pa¨ªses vecinos".

Un int¨¦rprete traduc¨ªa las palabras del ministro, que eran acogidas por los soldados con gru?idos similares a "?Auuug!".

Estos gru?idos provocaron que un c¨¢mara argentino, que trabaja para una cadena de televisi¨®n de Estados Unidos, comentase: "Ch¨¦, parece que los hayan entrenado en un circo de fieras".

Uno de los expedicionarios coment¨® que el efecto sorpresa de esta operaci¨®n est¨¢ perdido porque "los sandinistas ya saben que vinimos". "Cuando Granada, no dejaron que nadie se enterara hasta despu¨¦s que ya lo hab¨ªamos hecho. Creo que esta manera es incorrecta", declar¨®.

Un soldado de nombre Bern Ford se mostr¨® entusiasmado y dijo: "Me entusiasm¨¦ mucho porque mi padre estuvo en Vietnam y me cont¨® todas las historias de guerra, y yo quer¨ªa saber c¨®mo eran".

En toda la crisis, la figura del presidente Azcona aparece cada vez m¨¢s disminuida y se ha convertido en el hazmerre¨ªr de los caricaturistas. Ayer, una caricatura del diario Tiempo le muestra hincado de hinojos, postrado en actitud reverente ante dos botas militares que llevan la inscripci¨®n "tropas yanquies". En la tribuna aparece Azcona vestido con albornoz, referencia a su reciente gripe. En la caricatura, Azcona habla por tel¨¦fono y dice: "Mister Reagan, m¨¢ndeme unos marines", y no advierte que a su espalda se amontonan varios soldados norteamericanos armados hasta los dientes, mientras un secretario le advierte: "Psst, ingeniero, ya est¨¢n aqu¨ª".