Entradas para la ¨®pera

Resulta deplorable acudir a las taquillas del teatro de la Zarzuela para comprar entradas para la ¨®pera. La reventa supera de modo abrumador a los aut¨¦nticos aficionados. Hay m¨¢s de un centenar de punks, rockeros y otros j¨®venes, todos con abundantes litronas y coordinados por una chica. Dicha chica tiene una lista en la que todo el mundo que llega al teatro se ve obligado a apuntarse si quiere conseguir una entrada. Por supuesto, la chica en cuesti¨®n es la cabecilla de los reventas, y coloca a ¨¦stos los primeros en dicha lista, que sirve para formar una cola que ella misma organiza. De este modo, cuando las personas de a pie lleganlos a la taquilla, o nos quedamos sin entradas o nos tenemos que resignar con los peores sitios. As¨ª, las entradas correspondientes a los d¨ªas de precios populares, que en teor¨ªa deber¨ªan servir para que las personas de menos recursos econ¨®micos puedan ir a la ¨®pera, sirven en reafidad para todo lo contrario, y mientras unos desaprensivos se enriquecen con el dinero del Ministerio de Cultura, las personas sin medios econ¨®micos elevados se quedan sin ¨®pera. Y es que las enradas de 3.000 pesetas se llegan a vender a 18.000 pesetas en los hoteles de lujo de Madrid. ?Es esto propio de Espa?a o de un pa¨ªs tercermundista?- Ignacio Rodr¨ªguez Go?i.