Bruce Springsteen se reencuentra con su viejo p¨²blico en la gira de 'El t¨²nel del amor'
El cantante norteamericano tiene previsto actuar este verano en Espa?a e Italia
"Debe ser f¨¢cil, tiene que ser realmente sencillo/ un hombre y una mujer se enamoran,/ pero su casa se llena de fantasmas y recorrerla se les hace dif¨ªcil. / Tienes que aprender a vivir con lo que no puedes superar/ si quieres adentrarte en este t¨²nel del amor", canta Bruce Springsteen al abrir cada uno de los conciertos de la gira El t¨²nel del amor que actualmente le lleva por el territorio norteamericano. Tras esta gira est¨¢ pr¨¢cticamente confirmada la visita a Europa del boss Bruce Springsteen y su E Street Band. Seg¨²n comunicaron a este peri¨®dico los promotores del m¨²sico de Nueva Jersey, dos conciertos en Espa?a y cinco en Italia son los ¨²nicos previstos hasta el momento, para fechas a¨²n sin fijar del mes de junio.
Treinta y cuatro mil personas, todas sentadas, abarrotaron durante dos d¨ªas el Nassau Coliseum de Long Island, NueNra York, para asistir al ecuador de la actual gira norteamericana de Bruce Springsteen. En ella presenta su ¨²ltimo elep¨¦, Tunnel of love, con el aliciente a?adido de un nuevo concepto en su forma de concebir el directo, incorporando a su banda una secci¨®n de viento y descartando de su repertorio gran parte de sus temas cl¨¢sicos.El pasado 25 de febrero comenz¨® en Boston The tunnel of Love express tour, una larga e intensa gira por Estados Unidos en la que el boss intenta reencontrarse con su viejo p¨²blico. Para ello el primer paso ha sido sustituir los fr¨ªos estadios de f¨²tbol, utilizados en la anterior gira y con capacidad para m¨¢s de 70.000 personas, por recintos mucho m¨¢s acogedores que var¨ªan entre las 17.000 butacas del coliseo de Nassau y las 40.000 del Smith Center de la universidad de Carolina del Norte, todas perfectamente numeradas. As¨ª, las actuaciones ganan en calor, en contacto directo con el p¨²blico, y los r¨¦cords en la venta de entradas contin¨²an cayendo pulverizados d¨ªa tras d¨ªa de forma sorprendente: las 23.000 entradas para el show del 23 de marzo, en el Rupp Arena de Lexington, duraron en taquilla 58 minutos.
El gran problema de estos recintos consiste, por tanto, en controlar el precio de los billetes y la descomunal reventa que se puede organizar. Bruce; su manager, Jon Landau, y el director de la gira, George Travis, han acordado un precio medio y ¨²nico por entrada de 20 d¨®lares (unas 2.200 pesetas), asegurando as¨ª unas recaudaciones de m¨¢s de 35 millones de pesetas en los sitios m¨¢s peque?os y aproximadamente 90 millones de pesetas en los m¨¢s grandes.
Para dificultar el trabajo de los reventas, personajes especialmente odiados por Springsteen, se ha puesto en marcha un peculiar sistema de venta de entradas: las emisoras de radio informan de los puntos donde est¨¢n instaladas las taquillas con s¨®lo unos minutos de antelaci¨®n a su apertura, form¨¢ndose grandes colas. En lugar de la tradicional entrada, la gente recibe un n¨²mero escogido al azar, canjeable por la entrada (s¨®lo dos por persona) en otro lugar a pocos metros. De esta manera los reventas no pueden desplazar a la gente de los primeros lugares para comprar las mejores entradas; es la suerte quien decide la calidad de las localidades adquiridas. Pese a todo, y aunque en menor grado que en otras ocasiones, la reventa existe, cotiz¨¢ndose una buena entrada para Nueva York en casi 55.000 pesetas.
Modificar el sonido de su banda sin perder ni un ¨¢pice de fuerza ha sido una de las eternas obsesiones de Springsteen.Para ello ha incorporado a la formaci¨®n b¨¢sica de la E Street Band una secci¨®n de viento, The Miami Horns, formada por cinco viejos amigos del grupo, los saxofonistas Edward Manion y Mario Cruz, Richard La Bamba Rosemberg en el tromb¨®n de varas y los trompetas Mark Pender y Mike Spengler.
En la primera parte del concierto interpretan cinco temas de su ultimo elep¨¦, Tunnel of love, recordando al tiempo algunas de sus m¨¢s olvidadas composiciones, como Be true, Roulette o Adam raised to Cain. Born in the USA pone, a modo de himno, el primer punto final.
Sorpresas
Tras el descanso, tres grandes sorpresas, en forma de temas in¨¦ditos dentro de su repertorio para directo: Part man, part monkey, una composici¨®n propia a ritmo casi reggae, a¨²n sin grabar, es la m¨¢s importante. Pocos minutos antes hab¨ªa sonado Coward of love, una vieja canci¨®n de Geno Washington a la que Bruce ha cambiado parte de la letra y la m¨²sica. Light of a day, el tema que Springsteen cedi¨® a Joan Jett para la banda sonora de una pel¨ªcula, cerraba te¨®ricamente el show con la presentaci¨®n del grupo.Todos sus viejos fans y amigos estaban all¨ª. En una de las muchas y largas parrafadas que solt¨®, con su vernacular lenguaje, entre tema y tema, aclar¨® el porqu¨¦ de tantos cambios: "Mi trabajo es escribir e interpretar canciones. Soy un trabajador, y, como otro cualquiera, no puedo estar toda la vida viviendo de lo que hice un d¨ªa".
Para la primera propina, Bruce sal¨ªa a escena con la sola compa?¨ªa de una guitarra ac¨²stica, interpretando una desgarradora versi¨®n de Born to run. Regresa la banda, se encienden las luces y el p¨²blico canta, por encima de Bruce, Hungry heart y Glory days. Tras un descanso, llego el inevitable homenaje a Elvis, con un Love me tender m¨¢s apasionado que afortunado. Cerrando los maratonianos conciertos, Rosalita, Detroit medley, un popurr¨ª de viejos rocanroles, y Raise your hand, de Eddie Floyd.
Babelia
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