A la defensiva
La campa?a oficiosa, iniciada prematuramente por Le Pen y Lajoinie hace ya un a?o, por Chirac en enero y Barre en febrero, se ha caracterizado por la constante iniciativa de Fran?ois Mitterrand, que ha polarizado la atenci¨®n de la opini¨®n y ha obligado a una estrategia defensiva a sus adversarios.El inicio de la campa?a coincide con el estancamiento del conjunto de votos previstos para los dos candidatos de la derecha democr¨¢tica (Barre y Chirac) y el temible crecimiento de los votos ultraderechistas. Le Pen se acerca peligrosamente en sus expectatvias de voto a Barre y aspira a convertirse en el principal condicionante para el candidato de la derecha en la segunda vuelta.
En el otro lado del espectro pol¨ªtico, la elecci¨®n presidencial de 1988 registrar¨¢ la mayor ca¨ªda del voto del Partido Comunista Franc¨¦s de toda su historia bajo las IV y V Rep¨²blica. El voto comunista estar¨¢ laminado por la candidatura de Pierre Juquin, el candidato renovador recientemente excluido del PCF y por la escasa imagen de Andr¨¦ Lajoinie, el hombre a quien Georges Marchais ha confiado la dificl tarea de soportar la campa?a m¨¢s dif¨ªcil y de previsiones m¨¢s desastrosas.
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