La Iglesia ortodoxa rusa resucita

"Cristo ha resucitado. En verdad, Cristo ha resucitado". Estas letan¨ªas, en boca de popes y fieles sovi¨¦ticos, se repet¨ªan el domingo por la noche en la cuarentena de templos ortodoxos abiertos al culto en la regi¨®n de Mosc¨². La Iglesia ortodoxa rusa, que conmemora en junio su primer milenio, ha celebrado este a?o sus oficios pascuales -de acuerdo con su propio calenda?o lit¨²rgico- en un biente multitudinario y m¨¢s relajado que en ocasiones anteriores, gracias a un clima de mayor tolerancia ante las actividades religiosas.

En el monasterio de san Sergio de Zagorsk, las ancianas, tocadas con pa?uelos, que pocas horas antes hab¨ªan bendecido el kuush (pastel de pascua) y los huevos pintados de colores, se mezclaban con los j¨®venes punk y los turistas extranjeros llegados en autobuses para asistir a los oficios pascuales en el principal centro de la fe ortodoxa, a unos 80 kil¨®metros de Mosc¨².Todos los templos estaban iluminados y las misas discurr¨ªan en paralelo mientras un amplio cord¨®n policial, formado por agentes de uniforme y con meg¨¢fonos, controlaba los accesos y disolv¨ªa las aglomeraciones en tomo a los popes de mitra dorada que encabezaban una procesi¨®n nocturna.

El esp¨ªritu religioso se filtr¨® incluso en la televisi¨®n sovi¨¦tica, que en su programa de madrugada ofreci¨® unas im¨¢genes de la misa en la catedral de la Epifan¨ªa, en Mosc¨², oficiada por el patriarca Pimen, el jefe de la Iglesia ortodoxa rusa. Los codiciados asientos de la catedral de la Epifan¨ªa son distribuidos en esta fecha por rigurosa invitaci¨®n.

En el pasado la televisi¨®n sovi¨¦tica sol¨ªa programar la actuaci¨®n de alg¨²n cantante de moda en la noche del S¨¢bado Santo y la organiaci¨®n de las juventudes comunistas, el komsomol, organizaba veladas de discoteca hasta altas horas de la madrugada.

Aprovechando la Semana Santa ortodoxa, el peri¨®dico gubernamental Izvestia public¨® el viernes una entrevista que proporcionaba al patriarca Pimen, de 77 a?os, la oportunidad de responder a los sectores cr¨ªticos religiosos que piden su dimisi¨®n.

Dos problemas

Pimen se refiri¨® a "dos problemas" de la Iglesia ortodoxa rusa. El primero es la "confusi¨®n espiritual de algunos de nuestros sacerdotes y legos, que siembran la semilla de la tentaci¨®n y la disidencia en nuestros ¨®rganos eclesi¨¢sticos". El segundo son los uniatos, los cat¨®licos de rito ortodoxo ucraniano, cuya situaci¨®n es motivo de tensiones con el Vaticano.Recientemente un grupo de fieles ortodoxos, encabezados por el padre Gleb Yakunin, solicit¨® la dimisi¨®n de Pimen, a quien consideran d¨¦bil, desacreditado e incapaz de aprovechar el clima de laperestroika para obtener mayores libertades religiosas.

Pimen, que aparec¨ªa fotografiado en Izvestia en ropaje de ceremonias, acus¨® a los disidentes de oponerse a los intereses de la Iglesia y se mostr¨® partidario de actuar de forma "estrictamente pastoral" con quienes violan la disciplina eclesi¨¢stica.

El patriarca acus¨® tambi¨¦n a "ciertos c¨ªrculos dirigentes de la Iglesia cat¨®lica romana" de mantener una campa?a en contra de la fusi¨®n de los uniatos a la iglesia ortodoxa rusa. Los uniatos, que tienen un fuerte componente nacionalista ucraniano, fueron obligados a unirse a la Iglesia ortodoxa en tiempos de Stalin, tras la II Guerra Mundial, y quienes se negaron a ello fueron objeto de persecuci¨®n y represi¨®n. A partir de los a?os sesenta, los uniatos comenzaron a resurgir en la clandestinidad. Hoy siguen sin ser reconocidos, aunque la actitud del Estado sovi¨¦tico hacia ellos parece m¨¢s tolerante que la de la Iglesia ortodoxa.

El patriarca se?al¨® que la Iglesia hab¨ªa vivido "per¨ªodos dificiles" en la historia de la URSS y que muchos sacerdotes hab¨ªan sufrido "la conocida represi¨®n ilegal". "En este sentido, los representantes de la Iglesia compartieron el destino de sus conciudadanos. La ignorancia de las leyes religiosas de nuestro Estado condujo al cese de las actividades de muchas comunidades. Se destruyeron muchas iglesias...", dijo el jefe de la Iglesia ortodoxa, que expres¨® su apoyo a la perestroika de Mijail Gorbachov.