Busto parlante

Todas sus frases han pasado a formar parte de la historia. Y no digamos aquella que pronunci¨® el presidente norteamericano, Ronald Reagan, en Reikiavik, durante su encuentro en 1985 con el l¨ªder sovi¨¦tico, Mijail Gorbachov: "Hay mucho que nos divide, pero creo que el mundo respira mejor porque estamos hablando aqu¨ª juntos". Una sentencia elocuente y tranquilizante. El mundo durmi¨® mejor aquella noche. Tan s¨®lo hac¨ªa unos meses que Reagan, consciente de su interpretaci¨®n del fr¨ªo guerrero, hab¨ªa identificado a la Uni¨®n Sovi¨¦tica como "el imperio del mal".La confusi¨®n que ha generado el conocimiento de saber que Reagan jam¨¢s pronunci¨® dichas palabras es inmensa. Qu¨¦ duro resulta descubrir que Larry Speakes, ex portavoz de la Casa Blanca, invent¨® esta frase. Resulta escalofriante saber que semejante declaraci¨®n de principios pudo ser fabricada. Marlin Fitzwater, actual portavoz de la Casa Blanca, se ha apresurado a rnanifestar su indignaci¨®n. Los antiguos colaboradores de Speak,es han hecho p¨²blica tambi¨¦n su consternaci¨®n ante tales revelaciones. Este asunto no debe ser tratado a la ligera. Nadie deber¨ªa poder arrogarse la capacidad de hablar en nombre del presidente sin el conocimiento o el consentimiento de ¨¦ste. El hacerlo podr¨ªa ser actuar con doblez. Y esto puede ser peligroso. Porque semejante pr¨¢ctica da?a la credibilidad del presidente. Y, de paso, da?a tambi¨¦n la de su portavoz.15 de abril