Sin proteccion especial

"El h¨¦roe, el l¨ªder, el m¨¢rtir", como le llama la Prensa tunecina a Abu Yihad, viv¨ªa como un ciudadano com¨²n en un tranquilo barrio de Sidi Bu Said. Un casa de paredes blancas con amplios ventanales y un peque?o jard¨ªn a su alrededor invitaba a entrar hasta a los mismos asesinos. Sin ninguna protecci¨®n especial, el muro que rodea la vivienda puede saltarlo hasta un ni?o. Y tanto el ch¨®fer como los dos guardaespaldas que tambi¨¦n fueron asesinados parece que dormitaban, lejos de cualquier sospecha.Ayer, mientras un grupo de mujeres rezaban en el sal¨®n, varios hombres estaban en la puerta, pero no interceptaban a quienes entraban. En la calle, los ni?os jugaban al f¨²tbol. Nadie ha br¨ªa podido decir que en medio de aquella tranquilidad viv¨ªa el hombre m¨¢s buscado por los servicios secretos israel¨ªes.

El portavoz de la oficina de prensa de la OLP, Ahmed Abderram¨¢n, prefiri¨® no comentar la falta de seguridad que rodeaba al l¨ªder. "T¨²nez es responsable de la investigaci¨®n del asesinato. Nosotros no tenemos una informaci¨®n concreta sobre c¨®mo entraron y c¨®mo se fueron", dijo el portavoz. Tanto sobre el Gobierno tunecino como sobre la misma OLP pesa ahora lo que ya no tiene remedio: el lamento por no haber tenido m¨¢s cuidado en la protecci¨®n de Abu Yihad.

La muerte del dirigente palestino ha puesto en estado de alerta a este peque?o pa¨ªs, que parece haber olvidado que el d¨ªa 1 de octubre de 1985 la aviaci¨®n israel¨ª bombarde¨® la base de la OLP, matando a m¨¢s de 60 palestinos.