Baleares, el "abertzalismo" de AP
El Gobierno aut¨®nomo, presidido por un aliancista, se ha lanzado a propugnar la reforma del estatuto
Cinco a?os despu¨¦s de haberse negado a firmar el estatuto, el aliancista Gabriel Ca?ellas, presidente del Gobierno balear, seha convertido en el impulsor de su reforma, con la que persigue convertirse en el abanderado del regionalismo balear. Como presidente de un Gobierno que, seg¨²n la oposici¨®n socialista, recurre al victimismo, Ca?ellas ha utilizado el modelo de financiaci¨®n auton¨®mica como el principal foco de enfrentamiento con el Gobierno.
Baleares es la ¨²nica comunidad con cooficilidad de lenguas (castellano y catal¨¢n) que no cuenta con competencias de educaci¨®n que le permitan afrontar la normalizaci¨®n ling¨¹¨ªstica. Tampoco Alianza Popular (AP), aunque incluye estas competencias en el paquete de la reforma, parece demasiado entusiasmada en abordar estas tareas, A los cinco a?os de aprobarse el Estatuto, a los que podr¨ªan sumarse los cuatro de preautonom¨ªa, el 80% de la documentaci¨®n oficial est¨¢ escrita en castellano, seg¨²n c¨¢lculos de la oposici¨®n. El catal¨¢n, como los Pa?sos Catalans, es una cuesti¨®n tab¨² sobre la que existe cierto consenso en no destapar.Por el contrario, t¨¦rminos como discriminaci¨®n o insensibilidad han sido reiteradamente utilizados tanto por Gabriel Caftellas como por los miembros de su Gabinete para referirse a la actitud de la Administraci¨®n central respecto a las islas Baleares, una de las comunidades auton¨®micas con menor conciencia nacionalista y peso especifico en el mapa auton¨®mico espa?ol.
A Madrid acuden los miembros del Gobierno balear con una demanda en la cartera: el cumplimiento del compromiso verbal, acordado en 1986, por el que la Administraci¨®n central suscribir¨ªa convenios por valor de 1.500 millones de pesetas como contrapartida a la aceptaci¨®n por parte del Gobierno balear del sistema de financiaci¨®n auton¨®mica. Un sistema contra el que el Gabinete auton¨®mico acab¨® presentando un recurso de inconstitucionalidad el pasado 24 de marzo, ante el incumplimiento de los pactos.
Seg¨²n reconoce el vicepresidente del Ejecutivo, Joan Huguet, de los cinco recursos de inconstitucionalidad interpuestos s¨®lo ¨¦ste reviste especial importancia. Los dem¨¢s o bien se refieren a aspectos concretos o forman parte de los otros 10 conflictos positivos de competencias presentados por Baleares ante el alto tribunal. Sin embargo, las relaciones con la Administraci¨®n central se reconocen tensas.descubierto las ventajas del victimismo". Para el portavoz centrista, Francesc Quetglas, "la incapacidad que ha demostrado el Gobierno aut¨®nomo para agotar sus presupuestos no justifica que no deba dotarse a ¨¦ste del necesario sistema de financiaci¨®n, como afirma el PSOE".
Los conflictos con la Administraci¨®n central "han destapado la -caja de Pandoraen la derecha balear", asegura un diputado de la oposici¨®n. Ca?ellas, que no apoy¨® en su d¨ªa. el Estatuto por su autonomismo, ha optado por la v¨ªa de la reforma tras el declive a que se vio abocada Uni¨® Mallorquina (UM) en las ¨²ltimas elecciones auton¨®micas, descenso electoral que oblig¨® a los regionalistas a pactar con AP. Seg¨²n UM, Ca?ellas pretende, con la acentuaci¨®n de su regionalismo, fagocitar su espacio pol¨ªtico. Sin embargo, para Miquel Pascual, portavoz de este partido, para el que Baleares es "una naci¨®n denaciones", .es bueno que se hable de nacionalismo; es nuestro terreno". AP-Baleares, y en especial los miembros del Gobierno auton¨®mico, ha cambiado de lenguaje. Un lenguaje que la oposici¨®n califica de "abertzalismo aniarillo" y que tuvo sus puntos ¨¢lgidos en las pol¨¦micas declaraciones de Cafiellas sobre el control de la inmigraci¨®n.
El presidente del Gobierno balear se mostr¨® partidario de controlar la inmigraci¨®n como medida para frenar en el futuro el desempleo. Posteriormente, el conseller de Econom¨ªa, Alexandre Forcades, defendi¨® la misma postura, aunque la denomin¨® .ecologismo biol¨®gico". Los tres grupos de la oposici¨®n coinciden en afirmar que esta nueva actitud es algo coyuntural y con fines claramente electoralistas.
El portavoz socialista, Francesc Triay, reconoce, sin embargo, que su partido se ha quedado solo frente a la un¨¢nime voluntad de reformar el Estatuto hasta obtener un techo competencial id¨¦ntico al de las comunidades hist¨®ricas. "El Estatuto actual", afirma, "tiene puntos que es preciso desarrollar y otros que ni siquiera han sido aplicados, como es el caso de los Consells Iniulars". Aunque partidario de reformas concretas que afectan sobre todo al ft¨ªricionamiento legislativo, el PSOE sostiene la idoneidad de la cesi¨®n de competencias seg¨²n lo establecido en el art¨ªculo 150.2 de la Constituci¨®n. Algo que Sebasti¨¢ Serra rechaza de plano.
Para Joan Huguet (AP), esta v¨ªa de obtenci¨®n de competencias no excluye la reforma. Sanidad y Seguridad Social, aguas y educaci¨®n son las principales competencias que el Ejecutivo aut¨®nomo reclama.
Sin embargo, todos los grupos pol¨ªticos se muestran coincidentes en afirmar que la comunidad aut¨®noma no est¨¢ preparada para asumir las competencias de sanidad y Seguridad Social. Por el contrario, consideran imprescindibles las de educaci¨®n y aguas.
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