La inflaci¨®n desinfl¨® la inversi¨®n

El dato ten¨ªa que llegar a lo largo de la ma?ana. Mantener la tranquilidad y esperar era la estrategia a seguir. En ese comp¨¢s de espera, algo nervioso por las noticias de un conato de crisis en el Ministerio de Econom¨ªa, lleg¨® la hora de negociar los valores industriales. Los m¨¢s especulativos -quiz¨¢ al calor del rumor insistente del 0, 17. que se mantuvo incluso despu¨¦s de todos los desmentidos- se dispararon y ese lanzamiento a las alturas ayud¨® m¨¢s tarde a contener la ca¨ªda del ¨ªndice general.Cerca de las 11.00 se filtr¨® la noticia: el crecimiento de los precios al consumo durante el mes de marzo fue del 0,7%, lo que sit¨²a la inflaci¨®n acumulada al mismo nivel que el a?o pasado. El 0,7% se confirm¨® poco despu¨¦s, pero el lapso de tiempo en que se mantuvo como rumor fue suficiente corno para lanzar el contra-rumor del 0,1%. Quer¨ªa ser verdad a golpe de repetirse; los m¨¢s creativos llegaron a decir, incluso, que el ministro acababa de desmentirlo por la radio...

La hora y la subida de algunos valores al principio de la ma?ana impermeabilizaron parcialmente al ¨ªndice general. Las ofertas fuera del corro menudearon porque papel no faltaba, aunque escondiera un poco la cabeza por temor a un mal golpe. La caja estaba todav¨ªa abierta y recibi¨® m¨¢s papel que recort¨® los precios del d¨²o vasco y el Popular.

Se esfumaron los rumores de reducci¨®n del precio del dinero. La ca¨ªda de la rentabilidad real esperada de ¨¦ste si no se mantienen las previsiones de inflaci¨®n-y adie cre¨ªa ayer en la bolsa que puedan mantenerse- hace muy dif¨ªcil seguir recortando el tipo de intervenci¨®n.

El tipo de pol¨ªtica econ¨®mica que utilice ahora el gobierno para reducir la inflaci¨®n ser¨¢ un dato m¨¢s para entender la evoluci¨®n futura de un mercado que pronto entrar¨¢ en periodo fiscal.