Federico Casado, 'Caracolillo'
La ortodoxia en el baile por sevillanas
"Quita el sent¨ªo cuando baila por sevillanas", dicen en Sevilla quienes le han visto bailar. Federico Casado, Caracolillo, que define el baile "como una m¨²sica para la vista", est¨¢ considerado como un ortodoxo del baile. Casado con Juanita Reina, sostiene que "las sevillanas no deben ser r¨¢pidas ni lentas, sino alegres". Maestro de brillantes bailarines, a Caracolillo le gustan las sevillanas elegantes. "Nunca se debe tocar a la pareja. En las sevillanas, m¨¢s que erotismo, hay picard¨ªa de la mujer con el hombre".
De peque?o le daba coraje tener que bailar en todos los bautizos y primeras comuniones. "Ahora tengo un verdadero trauma cada vez que tengo que ir a una boda, porque se que me van a pedir que baile. Hay veces que me invitan solamente para verme bailar, y claro, para m¨ª es horrible"Caracolillo es uno de los pioneros en la ense?anza de las sevillanas. Comenz¨® el magisterio hace 12 a?os, cuando, tras haber danzado por medio mundo se instal¨® en Sevilla. "Un d¨ªa Juanita me pidi¨® que la enterrase en Sevilla si mor¨ªa antes que yo; entonces pens¨¦ que mejor que disfrutase de la ciudad en vida, y nos vinimos". En Sevilla abri¨® la primera escuela de danza, por la que han pasado infinidad de alumnos. Uno de los que m¨¢s han sorprendido al maestro ha sido la cantante argentina Nacha Guevara, "que consigui¨® aprender las cuatro sevillanas en tan s¨®lo una semana".
Pero no todo el mundo aprende tan r¨¢pido. "Las sevillanas son mucho m¨¢s complejas de lo que la gente se imagina. Aunque es un baile popular, hay unos c¨¢nones que deben respetarse". Para, Caracolillo que a pesar de defender la pureza en el baile admite que cada profesional puede modificar algunos pasos, las sevillanas son una danza muy rica. "Sus or¨ªgenes se remontan al siglo XVII, y se bailaban en los corrales. En ellas est¨¢n representados un 30% o un 40% de los pasos de las danzas espa?olas; de ah¨ª su dificultad".
Piensa que el secreto del actual boom se basa precisamente en esta riqueza de pasos "y a que la m¨²sica es estupenda y el baile muy alegre". Desde que se pusieron de moda ha aumentado considerablemente el n¨²meRo de alumnos. "Ahora, al menos en mi escuela, hay bastantes m¨¢s hombres aprendiendo sevillanas que mujeres". Cuando abri¨® la escuela nadie hubiese apostado un duro por ella, "pero empezaron a llover premios sobre mis alumnos y comenz¨® a correrse la voz. Estos ecos llegaron a Madrid y ya vino el negocio. Ahora cualquiera abre una academia de sevillanas".
Caracolillo opina que ha contribuido a este boom. "Creo que, efectivamente, algo he tenido que ver. Cuando hace 12 a?os llegu¨¦ a Sevilla, se bailaban de cualquier manera". En su escuela se propuso devolver a las sevillanas toda la dignidad que ten¨ªan antiguamente. "Yo impuse en los concursos, a trav¨¦s de las alumnas que presentaba, las casta?uelas y el traje de flamenca. Ahora todo el mundo lo hace as¨ª".
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