La econom¨ªa madrile?a y los socialistas
La crisis econ¨®mica espa?ola, que se prolong¨® a lo largo de la segunda mitad de los a?os setenta y primera parte de los ochenta, incidi¨® sensiblemente sobre Madrid. En particular, fue el sector industrial el m¨¢s afectado, se resinti¨® asimismo el sector de la construcci¨®n y tambi¨¦n se dej¨® sentir aqu¨ª la influencia de la profunda crisis financiera. En el ¨²ltimo trimestre de 1985 todav¨ªa la tasa de paro en Madrid ascend¨ªa al 23,4%. sobre la poblaci¨®n activa, casi punto y medio por encima de la media nacional.La notable recuperaci¨®n registrada por la econom¨ªa espa?ola desde el segundo semestre de 1985 se ha advertido en Madrid con una participar incidencia: los indicadores econ¨®micos han crecido en este caso a un ritmo superior al del resto de Espa?a entre 1986 y 1987, de forma que al final de 1987 la tasa de desempleo se hab¨ªa situado en Madrid en unos tres puntos y medio por debajo de la media nacional.
As¨ª pues, al final de los a?os ochenta, el peso de Madrid en la econom¨ªa nacional ha vuelto a crecer. Esta coyuntura econ¨®mica m¨¢s favorable que la del resto de la econom¨ªa espa?ola no impide la existencia de importantes problemas en el campo econ¨®mico: presencia de situaciones alarmantes de marginaci¨®n social, encarecimiento sustancial en los precios de la vivienda ante el fuerte empuje de la demanda en estos ¨²ltimos afflos, evidente necesidad de realizaci¨®n de fuertes vol¨²menes de inversiones en infraestructura y equipamientos colectivos.
A pesar de su m¨¢s intenso desarrollo, la comunidad de Madrid se sit¨²a dentro de las regiones problem¨¢ticas. Junto a las regiones perif¨¦ricas tradicionalmente menos desrrolladas (tipo Andaluc¨ªa) y las regiones industriales en declive por falta de ajuste de las estructuras industriales (Pa¨ªs Vasco, Asturias), en las regiones con una fuerte concentraci¨®n de poblaci¨®n existe unta ftierte presi¨®n sobre las infraestructuras, adoleci¨¦ndose en este caso de una falta de viviendas y de una notable carencia de medios de transporte. El propio desarrollo econ¨®mico produce en estos casos una notable necesidad de infraestructuras, en cuya ausencia las condiciones de vida se endurecen su:stancialmente. Por otra parte, los datos disponibles acerca de la composici¨®n del desempleo en Madrid revelan que existe una gr,m presencia de j¨®venes, mujeres y parados con m¨¢s de dos a?os de duraci¨®n en el total del desempleo.
En el caso de Madrid, la pol¨ªtica econ¨®mica defendida por los socialistas ante los problemas antes citados ha de arrancar del marco competencial de la Comunidad Aut¨®noma y de ayuntamientos que desarrollan acciones que afectan al conjunto de problemas antes citados.
Econom¨ªa abierta
La econom¨ªa de una comunidad aut¨®noma es, obviamente, una econom¨ªa abierta. La pol¨ªtica econ¨®mica no puede en este caso emplear los mecanismos de regulaci¨®n de la demanda utilizados normalmente a nivel nacional, sino que dicha pol¨ªtica econ¨®mica regional, de acuerdo con el esquema resultante de la ponencia marco y de las enmiendas preparadas para el pr¨®ximo congreso de la Federaci¨®n Socialista de Madrid, habr¨¢ de apoyarse especialmente en los siguientes aspectos:
- Generaci¨®n de un clima favorable a la promoci¨®n y reestructuraci¨®n econ¨®mica, por v¨ªa de prestaci¨®n de servicios y a trav¨¦s de ayudas econ¨®micas directas.
- Realizaci¨®n de acciones redistributivas que contribuyan, sobre todo, a eliminar las bolsas de marginaci¨®n.
- Creaci¨®n y mantenimiento de infraestructuras y equipamientos sociales y econ¨®micos.
- Desarrollo de una pol¨ªtica territorial que efect¨²e una asignaci¨®n del suelo disponible consecuente con los objetivos econ¨®micos y sociales antes citados.
Tanto la ponencia marco como las enmiendas elaboradas por el V Congreso de la FSM ponen ¨¦nfasis en la realizaci¨®n de una pol¨ªtica concertada de generaci¨®n de empleos y en la lucha contra la marginaci¨®n social. En cuanto a las actuaciones que se defienden, son del mayor inter¨¦s las relativas a la pol¨ªtica territorial y de desarrollo econ¨®mico, la defensa de una pol¨ªtica de transportes pactada con la Administraci¨®n central. Por otro lado, la pol¨ªtica de vivienda pone ¨¦nfasis en el desv¨ªo de los recursos publicos hacia el apoyo a las familias m¨¢s necesitadas, as¨ª como hacia la rehabilitaci¨®n y a la vivienda de promoci¨®n p¨²blica para alquiler. La programaci¨®n econ¨®mica plurianual, coherente con los presupuestos y con la ordenaci¨®n territorial, aparece como otro apartado relevante. La planificaci¨®n u organizaci¨®n del futuro en el tiempo se debe compaginar estrechamente con la ordenaci¨®n territorial u organizaci¨®n del futuro en el espacio. ?sta, adem¨¢s, viene a ser la competencia econ¨®mica m¨¢s destacada a nivel auton¨®mico y local.
El marco de competencias de la Comunidad Aut¨®noma y de los ayuntamientos no impide una importante selectividad social y econ¨®mica en el empleo de los recursos disponibles a dicho nivel, selectividad que deber¨¢ de conseguirse a partir de una creciente cooperaci¨®n con la Administraci¨®n central.
La autonom¨ªa de Madrid ha querido ser una entidad racionalizadora de las pol¨ªticas encaminadas a corregir las fuertes tensiones territoriales planteadas en una comunidad de las caracter¨ªsticas de Madrid. La pol¨ªtica econ¨®mica de los socialistas se sit¨²a, pues, en dicho marco racionalizador, a la vez que acent¨²a el car¨¢cter redistributivo de su pol¨ªtica al subrayar el papel relevante que la mejora y ampliaci¨®n de los servicios p¨²blicos presenta en el caso de Madrid.
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