La tenista Labuschagne no jug¨® en el torneo de Barcelona

La tenista surafricana Kim Labuschagne se present¨® ayer en el Tenis Barcelona, donde se desarrolla el torneo Ellese, a primera hora de la ma?ana, pues, en teor¨ªa, deb¨ªa enfrentarse a la espa?ola Arantxa S¨¢nchez Vicario a las 10.00. Nada m¨¢s llegar al club, un representante de la organizaci¨®n, acompa?ado de Georgina Clark, directora europea de la WITA (el sindicato de jugadoras), le explic¨® el caso.Seg¨²n Clark, el tema estaba muy claro: "Tiene un visado para estar como turista, no como jugadora de tenis. Simplemente ha abandonado el torneo, as¨ª de sencillo. En el futuro habr¨¢ que tener la documentaci¨®n correcta para jugar".

La tenista surafricana mostr¨® su disgusto, al igual que su compa?era de dobles y amiga Vicki Nelson-Dunbar, de Estados Unidos. Pese a que no quiso identificarse en ning¨²n momento, Labuschagne iba tambi¨¦n acompa?ada de su futuro esposo, de nacionalidad norteamericana.

"Quer¨ªa jugar contra Arantxa", coment¨® Labuschagne a EL PA?S, semiescondida en un peque?o comedor del club de tenis barcelon¨¦s, "porque se hubiera visto un gran partido".

Aunque Nelson-Dunbar hab¨ªa comentado anteriormente que su compa?era no llevaba un visado de turista, la propia jugadora surafricana, en declaraciones a este peri¨®dico, confirm¨® este extremo: "S¨ª, me concedieron un visado de turista y, por tanto, nadie en Houston (EE UU) me pudo garantizar que podr¨ªa jugar". Labuschagne afirm¨® estar "muy apenada" por el modo en que se hab¨ªan desarrollado los acontecimientos aunque a?adi¨®: "Me lo he pasado muy bien en Barcelona y volver¨¦ dentro de pocos meses, tras mi boda, pero con nacionalidad norteamericana".

Vicki Nelson-Dunbar estaba tan molesta como su compa?era de dobles y amiga. "No encuentro justo", coment¨® la jugadora norteamericana a este peri¨®dico, "que le haya sucedido esto a Kim. Mi amiga me hab¨ªa comentado, en Houston, que podr¨ªa jugar a tenis. No creo que la pol¨ªtica deba mezclarse con el deporte. Kim estudia en Estados Unidos y se casar¨¢ all¨ª con un chico norteamericano. He hablado con ella y est¨¢ muy molesta por lo sucedido, no s¨®lo por el lio pol¨ªtico que ha rodeado el caso, sino por el mero hecho de haber realizado un viaje in¨²til".

Arantxa intent¨® desmarcarse y mantenerse alejada de la pol¨¦mica. Al llegar al club se cruz¨® con su rival, que lo abandonaba. "Pens¨¦, una menos; si las cosas siguen as¨ª, tal vez alcance la final". Posteriormente, realiz¨® un ligero entrenamiento y se enfrent¨® a la suiza Christian Jolissaint, a la que venci¨® por 6-1 y 6-4, lo que la clasific¨® para cuartos de final.

Mientras el juez ¨¢rbitro, Alberto Tintor¨¦, declin¨® hacer comentarios, la organizaci¨®n mostr¨® su sorpresa por el revuelo: "En el ¨²ltimo torneo de Madrid jug¨® el surafricano Dereck Tarr y no pas¨¦ nada".

Georgina Clark reconoc¨ªa lo ins¨®lito del caso: "La verdad es que no recuerdo ning¨²n antecedente". Seg¨²n Clark, el problema es una cuesti¨®n a resolver entre la jugadora y el pa¨ªs, no por la organizaci¨®n.