Testamentar¨ªa
He conocido a un mendigo en Madrid especializado en testamentar¨ªas. Este hombre no pide limosna, pero ciertos cubos de basura carecen de secretos para ¨¦l. Su m¨¦todo de salvaci¨®n es el siguiente. Un primo suyo que trabaja de repartidor de coronas en una importante funeraria le pasa un parte diario de los muertos habidos en la ciudad, con la direcci¨®n exacta de cada uno, y sobre esta lista el pordiosero establece su vida. No todos los difuntos le sirven. En realidad s¨®lo se nutre de las bajas que se producen en el barrio de Salamanca. Su labor de investigaci¨®n se inicia poco despu¨¦s del entierro. Cuando el duelo desaparece, ¨¦l monta la guardia en la acera junto al cubo de la basura m¨¢s pr¨®ximo a la vivienda del fallecido. Seg¨²n sus c¨¢lculos, la familia comienza a limpiar la casa al d¨ªa siguiente. A media ma?ana se ve salir a la criada con una caja llena de ¨ªntimos enseres que pertenecieron al muerto: las gafas graduadas, la dentadura postiza, el ¨²ltimo pijama todav¨ªa sudado, las medicinas que sobraron, la boquilla con sabor a brea para quitarse del tabaco y a veces tambi¨¦n alg¨²n biso?¨¦. Todo esto va a parar al dep¨®sito de basura de la esquina, y enseguida aparece la sobrina llevando en brazos un nuevo cargamento: la colecci¨®n encuadernada de la revista taurina El Ruedo, la almohada donde apoy¨® la cabeza el cad¨¢ver, la avutarda disecada que ¨¦l tanto am¨®.La cantidad de cosas que la familia desecha siempre depende del grado de odio o de amor que el difunto despert¨®, pero el mendigo esto no lo sabe. Hay parientes que lo tiran todo; en cambio, existen viudas que guardan hasta el cepillo de los dientes. El cubo de la basura marca el nivel del coraz¨®n. El mendigo recibe el aviso de su primo que trabaja en una funeraria, y la suerte consiste en que el muerto sea a la vez rico y odiado. Entonces el cubo de la basura florece. Se convierte en una testamentar¨ªa donde se pueden encontrar relojes, bol¨ªgrafos dorados y la cucharilla de plata para las am¨ªgdalas. Este mendigo ya ha comenzado a surtir a varios establecimientos. Y sin duda pronto ser¨¢ almacenista.
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