Nueva batalla campal en los astilleros de Euskalduna
, Los trabajadores del astillero Euskalduna volvieron a enfrentarse ayer en el puente de Deusto a las fuerzas de la Polic¨ªa Nacional, intercambi¨¢ndose frases e insultos por sus respectivas megafon¨ªas. "Vaya forma de reivindicar, vaya forma de reivindicar", repet¨ªa el altavoz de los furgones policiales, por el que el mando de las fuerzas del orden p¨²blico se dirig¨ªa tambi¨¦n a los viandantes: "Tengan cuidado al cruzar el puente, que esos encapuchados de Euskalduna les pueden herir con rodamientos o cohetes. Crucen r¨¢pido, crucen r¨¢pido".
A trav¨¦s del meg¨¢fono, uno de los trabajadores radiaba el desarrollo de los enfrentamientos: "Cuidado por la izquierda. Ahora junto a la farola. Los titagomas a los de la farola. Ese coctel les ha dado".
El conflicto de estos astilleros del INI se reinici¨® a primeros de a?o, cuando m¨¢s de 1.500 trabajadores de Euskalduna exigieron, despu¨¦s de tres a?os de permanencia en los fondos de promoci¨®n de empleo, la vuelta a sus puestos de trabajo, aspecto que estaba incluido en el acuerdo firmado en 1984 sobre la reconversi¨®n del sector naval.
Las protestas en el puente de Deusto la vienen realizando todos los d¨ªas unos 500 trabajadores. La plantilla actual de Euskalduna, despu¨¦s de la reconversi¨®n de la empresa, est¨¢ compuesta por 329 empleados.
Adem¨¢s de insultos, polic¨ªas y trabajadores se intercambiaron tambi¨¦n hoy todo tipo de objetos. Los obreros lanzaron cohetes -con un artilugio dirigible que han construido-, bolas de acero, piedras, cocteles mol¨®tov, tornillos de grandes dimensiones, chatarra, botes de pintura, tablones, ruedas incendiadas y viejas farolas.
Tambi¨¦n han instalado una manguera con la que mojan a quienes se acercan y, hoy, un grupo de operarios se coloc¨® en el tejado del astillero con grandes espejos, con los que reflejaban el sol hacia los polic¨ªas para deslumbrarles.
Los agentes utilizan pelotas de goma y botes de humo. Este humo, que irrita los ojos, es desviado por los operarios mediante el uso de ventiladores industriales, colocados entre las barricadas: otras veces los botes son arrojados directamente a los baldes de agua repartidos por doquier para tal fin.
En medio de los enfrentamientos, los conductores y peatones que tratan de atravesar el puente han de esquivar la lluvia de objetos. Quienes se deciden a cruzar entre las barricadas son increpados por los trabajadores. Quienes se detienen a la espera del alto el fuego reciben las reprimendas de la polic¨ªa, que en ocasiones carga contra los curiosos.
A mediod¨ªa el altavoz ordena "retirada". Las barricadas, arrastradas sobre ruedas, son trasladadas al interior de la factor¨ªa hasta primeras horas del d¨ªa siguiente. El tr¨¢fico se normaliza y el servicio de limpieza municipal recoge los m¨²ltiples materiales repartidos por la carretera.
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