El d¨ªa de los duros

El grupo sovi¨¦tico Black Coffee actu¨® en las fiestas de San Isidro el mismo d¨ªa que su t¨¦cnico de sonido ped¨ªa asilo pol¨ªtico en Madrid. En un principio estaba previsto que su representante y portavoz se hiciera cargo de la mesa de mezclas, pero al final desisti¨®. Con un buen sonido, el quinteto m¨¢s popular en Mosc¨² y uno de los pocos grupos profesionales de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, mostr¨® sus hechuras ortodoxamente heavys, y comparado con sus colegas occidentales no pasa de ser una buena banda de segunda fila. Canciones lineales, correctas guitarras y un cantante, Dimitri Varchavski, con un vozarr¨®n merecedor de un lugar en un coro de ¨®pera rusa. Apoyados por el escaso p¨²blico del auditorio de la Casa de Campo, Black Coffee demostr¨® que el rock sovi¨¦tico lleva 20 a?os de retraso y que intenta coger el acelerado tren del heavy europeo.Los madrile?os Sangre Azul tienen su tren particular en las grandes bandas de metal norteamericanas, con las que tienen en com¨²n una imagen sofisticada y el sentido mel¨®dico de sus canciones. Mantienen la estructura del heavy tradicional -cantante, dos guitarras, bajo y bater¨ªa- y presentaron su ¨²ltimo disco, que defendieron en directo de manera convincente. Pisan con seguridad el escenario y aguantan el tipo en una m¨²sica plagada de excelentes instrumentistas.

A Rosendo le cost¨® conectar con un p¨²blico que parec¨ªa aflorar sus tiempos con Le?o. Dentro del campo del rock, la m¨²sica de Rosendo tiene personalidad, pero es compleja y dificil. No se ajusta a los tres acordes, al esquema de estrofa-estribillo-estrofa ni a los arreglos convencionales. Sus canciones est¨¢n planteadas con el estilo que marca su guitarra, y es ah¨ª donde Rosendo arriesga. Recorre un camino en solitario, y en directo a veces puede encontrarse ante la barrera de la incomprensi¨®n. Pero su autenticidad acab¨® por conquistar a un p¨²blico que no se entreg¨® a las primeras de cambio. Sin ofrecer una actuaci¨®n memorable ni aportar grandes novedades, Rosendo cumpli¨® en San Isidro, que con su m¨²sica no es todo.