Banda Ciudadana
Un grupo de radioaficionados de M¨®stoles auxilia desinteresadamente a los conductores
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Estos radioaficionados act¨²an de forma altruista y no reciben subvenciones. Pero, Jos¨¦ Antonio Franco no terminaba de cre¨¦rselo. El chivato de la temperatura del agua de su R-11 se hab¨ªa disparado y tuvo que detenerse. Mir¨® su reloj. Las 23.15. Deb¨ªa estar en Toledo aquella misma madrugada, tras dejar a sus dos acompa?antes all¨ª, en M¨®stoles. Minutos despu¨¦s, otro autom¨®vil se para a su lado, con los intermitentes de emergencia encendidos. De ¨¦l salen r¨¢pidamente dos hombres. Jos¨¦ Antonio siente miedo. "No se asuste, somos de Radio Ayuda M¨®stoles, ?qu¨¦ le ocurre?".
Coper 3 lleva un chaleco amarillo lim¨®n reflectante, es rubio y de peque?a estatura. Se llama Nicol¨¢s Romero, y es camionero de profesi¨®n. Con Makoki, su compa?ero de m¨®vil (coche, en la jerga de los radio aficionados), y Jos¨¦ Antonio intenta descubrir la causa de la aver¨ªa en el R-11 de este ¨²ltimo."Hay aire en el circuito del agua. Llamar¨¦ a la base", dice Francisco Alcaide, Makoki. "Coper 3 a base. Pelusa, ?me copias? (?me recibes?)".
Pelusa es Carmen Benito, de 35 a?os, secretaria en Radio Ayuda M¨®stoles, igual que en su vida laboral. Es la ¨²nica mujer entre los 35 miembros de la asociaci¨®n. Coordina desde su casa, constituida en base, los movimientos de los ocho m¨®viles que han salido a patrullar por M¨®stoles la noche del viernes 30 de abril.
Esta ciudad, situada a 20 kil¨®metros de Madrid, tiene 225.000 habitantes y soporta un tr¨¢fico muy denso, seg¨²n los socios. Poco despu¨¦s, Pelusa responde: "Coper 3, te copio, ?qu¨¦ pasa?". "Avisa a Allen, el mec¨¢nico. Estamos a unos 100 metros del punto 8, cerca de la carretera A. Hay un m¨®vil averiado".
"?Cu¨¢nto me costar¨¢?"
Mientras esperan, Jos¨¦ Antonio Franco, funcionario de la Junta de Castilla-La Mancha, intenta negociar: "?Cu¨¢nto me costar¨¢ esto?". Coper 3 le se?ala el distintivo de Radio Ayuda M¨®stoles que lleva su coche: 24 horas a su servicio. "Nada, somos una asociaci¨®n altruista y no cobramos por nuestros servicios".
Precisamente es el altruismo la cualidad que distingue a esta asociaci¨®n de otras de ayuda en carretera, en las que los destinatarios de los servicios pagan una cuota anual. Radio Ayuda M¨®stoles (RAM) se fund¨® en enero de este a?o y re¨²ne a un grupo heterog¨¦neo de persones en edad y profesi¨®n. Tienen en com¨²n el residir en M¨®stoles y divertirse juntos con las emisoras de radioaficionados. La idea fue en gran parte de su presidente, Jos¨¦ Mar¨ªa Dom¨ªnguez, R-5, t¨¦cnico de transmisiones con experiencia en colaboraciones con Protecci¨®n Civil y Cruz Roja. Dom¨ªnguez comenta: "Somos una organizaci¨®n de apoyo, y no podemos intervenir en sustituci¨®n de la polic¨ªa. Nosotros avisamos a la base de lo que vemos, y ¨¦sta reporta a la Guardia C?vil, o a la polic¨ªa".
Los socios han acordado actuar solamente dentro del t¨¦rmino municipal de M¨®stoles en los fines de semana especialmente conflictivos y en los puentes.
Algunas de las personas que se quedan tiradas con su coche se asustan, como le ocurri¨® a Jos¨¦ Antonio. "Es, bastante mosqueante que se presenten dos individuos en una carretera oscura diciendo que quieren ayudarte", reconoce Jos¨¦ Luis Capit¨¢n, Androide, uno de los socios fundadores. "Tenemos ¨®rdenes de parar delante de los coches, para que los ocupantes no se asusten, y vamos en pareja, por si las moscas", comenta Andr¨¦s S¨¢nchez, Montero, de 44 a?os, jefe de ventas de una empresa de alimentaci¨®n, para el que la radioafici¨®n es un "veneno benigno".
Clemente P¨¦rez, Troya, que tiene una carnicer¨ªa en M¨®stoles, estuvo 20 minutos dirigiendo el tr¨¢fico, armado de un silbato y una baliza, un d¨ªa que se organiz¨® un atasco considerable por la aver¨ªa de un sem¨¢foro mientras llegaban refuerzos policiales. Troya se compr¨® una emisora "por el qu¨¦ dir¨¢n y el qu¨¦ s¨¦ yo". Ahora se siente enganchado.
"Nos colocamos en puntos clave de M¨®stoles, donde hay m¨¢s afluencia de tr¨¢fico", dice Androide, de 37 a?os, actualmente en paro, que muestra un plano de la villa con los puntos numerados. "All¨ª nos quedamos 15 o 20 minutos; luego, nos movemos a otro sitio. Siempre comunicamos los cambios a la base. Si auxiliamos a un coche averiado y no podemos solucionar el problema, avisarnos a una gr¨²a que est¨¢ coordinada con nosotros. Si el propietario del coche no quiere la ayuda porque vive en M¨®stoles, le llevamos a su casa", comenta Androide. Se comunican por el canal 33 de Banda Ciudadana (CB) con el c¨®digo Q (que es un lenguaje de radioaficionados), e inventaron un lenguaje para comunicarse los sucesos. El accidente con v¨ªctimas mortales es para ellos un 2/9.
Por la cara
Despu¨¦s de 15 minutos de espera, llega F¨¦lix Luengo, Allen, un mec¨¢nico de 26 a?os que destina su tiempo libre a ejercer su profesi¨®n por la cara. "Merece la pena. Es el lema de hoy por ti, ma?ana por m¨ª", dice Allen mientras pelea con el circuito del agua del coche de Jos¨¦ Antonio, que se muestra encantado y pretende, cuando le solucionan la aver¨ªa, pagar el servicio. Los presentes se niegan, y Jos¨¦ Antonio ofrece entonces su titulaci¨®n de abogado a la asociaci¨®n.
Despu¨¦s de la legalizaci¨®n de la RAM, se pusieron en contacto con la Guardia Civil, el Cuerpo Superior de Polic¨ªa y la Polic¨ªa Municipal de M¨®stoles. "La postura de estas instituciones ha sido siempre correcta y colaboradora", asegura Androide. El alcalde de la ciudad no les ha recibido todav¨ªa, algo que los socios no entienden.
Su primer servicio, como ellos se refieren a sus salidas, fue en el puente de San Jos¨¦. Y tuvieron suerte. Resulta que se encontraron con el secretario del Ayuntamiento de Navalcarnero, a quien se le averi¨® el coche cerca de M¨®stoles y le solucionaron el problema. Les han contado que el alcalde de aquella ciudad, cercana a M¨®stoles, quiere ponerse en contacto con ellos para que ampl¨ªen su actuaci¨®n hasta ella. "Deber¨ªa existir una organizaci¨®n similar en cada ciudad", concluye Androide.
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