EE UU desea reducir su costosa presencia en Europa
Casi tan viejo como la propia Alianza Atl¨¢ntica, el problema del reparto de la carga de la defensa entre Estados Unidos y sus aliados occidentales resurge ahora con fuerza, hasta el punto de convertirse en el tema estrella de las pr¨®ximas reuniones de la OTAN. Pero, a diferencia de las anteriores ocasiones, esta vez varios pa¨ªses europeos sospechan que Washington, cuya econom¨ªa atraviesa una fase nada brillante, desea aprovechar el pretexto del supuesto desequilibrio para reducir su costosa presencia militar en el Viejo Continente.
IGNACIO CEMBRERO, El resurgimiento de la reivindicaci¨®n norteamericana tendente a obtener un reparto m¨¢s equilibrado de la pesada carga de los gastos de defensa entre los aliados de la OTAN tiene obviamente, su origen en la mala racha econ¨®mica que atraviesa la superpotencia. Con un d¨¦ficit comercial de 168.000 millones de d¨®lares (18,6 billones de pesetas) en los ¨²ltimos 12 meses, y otro presupuestario de por lo menos 146.000 millones en 1988, Washington est¨¢ obligado a reducir bajo presiones de un Congreso que, seg¨²n el subsecretario adjunto de Defensa, William Hart, ha escogido al Pent¨¢gono como su principal objetivo.En su negociaci¨®n con la Casa Blanca, los l¨ªderes del Congreso impusieron un primer recorte de algo m¨¢s del 10% (32.900 millones de d¨®lares) del presupuesto de defensa para 1989, que por cuarto a?o consecutivo aumentar¨¢ menos que la inflaci¨®n.
Retirada de tropas
Algunos congresistas no se conforman, sin embargo, con una disminuci¨®n lineal del gas to de defensa. Dos de ellos, Tommy Robinson y John Bryant, han presentado enmiendas solicitando una retira da parcial o total de las tropas norteamericanas en Europa si los pa¨ªses que las acogen no hacen mayores esfuerzos por su propia defensa, y en el seno de la comisi¨®n de las fuerzas armadas se ha creado un grupo de estudio sobre el famoso re parto de la carga.
Ese grupo de estudio lo preside la diputada dem¨®crata de Colorado, Patricia Schroeder, que insta al presidente Ronald Reagan a entablar "discusiones con nuestros aliados industrializados para cambiar la naturaleza de nuestras relaciones". Si las conversaciones no prosperasen, Schroeder preconiza nada menos que la impos¨ªci¨®n de un arancel sobre los productos importados por Estados Unidos de pa¨ªses aliados cuyo porcentaje del producto interior bruto dedicado a la defensa sea inferior al norteamericano.
Fuera de los ¨®rganos legislativos han surgido voces que abogan tambi¨¦n por el repliegue parcial, empezando por las de los ex responsables de la pol¨ªtica exterior Henry Kissinger y Z. Brzezinski, y abundan tambi¨¦n los estudios privados, como el del Centre on Budget and Policy Priorities, que opinan que "( ... ) la comparaci¨®n de los gastos de defensa pone de relieve que EE UU asume una parte importante, incluso desproporcionada, de la carga financiera de la Alianza".
Aunque no se ha convertido en un tema destacado de la campa?a presidencial en Estados Unidos, tanto el dem¨®crata Michael Dukakis como el republicano George Bush lo han evocado. Acaso sea, sin embar-, go, el reverendo Jesse Jackson el que m¨¢s ha hecho hincapi¨¦ al afirmar reiteradas veces de manera un tanto exagerada que Europa costaba a Estados Unidos 150.000 millones de d¨®lares anuales, pagados por contribuyentes como los veteranos de la Il Guerra Mundial, que a causa del recorte del gasto social "no pueden ahora disponer de aparatos 'auditivos, de gafas o de dientes postizos".
Preguntas en voz alta
Del otro lado del Atl¨¢ntico, muchos se preguntan en voz alta", escribe en un informe que ser¨¢ sometido este mes a la Asamblea del Atl¨¢ntico Norte (Parlamento de la OTAN) el diputado portugu¨¦s Jos¨¦ Manuel Lello Ribeiro, "si ahora que es econ¨®micamente fuerte y que coinpite con Estados Unidos en el escenario comercial internacional, Europa no deber¨ªa hacerse cargo de una mayor parte del gasto de defensa de la OTAN". Pero estos "muchos" no son a¨²n mayoritarios ni siquiera entre la elite dirigente, a juzgar por los sondeos.
Dos recientes encuestas encargadas por el Chicago Council y la Comisi¨®n Europea arrojan porcentajes de entre el 70% y el 80% de las personas con capacidad de decisi¨®n favorables al mantenimiento de las tropas norteamericanas en Europa, aunque a la hora de precisar d¨®nde deben efectuarse los recortes presupuestarios el 58% de la opini¨®n p¨²blica apunta en primer lugar al gasto de defensa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.