'La ense?anza de la huelga'
?Vaya tiempos para el sepulturero! Ya hemos enterrado furtivamente la historia a causa de esa enfermedad actual de que todo acontece a saltos inconexos y carentes de sentido, seg¨²n certifican los santones del pensamiento d¨¦bil, y con ella, todo proyecto de futuro, por lo que a la misma tumba se arrojan los despojos de la utop¨ªa. Casi al tiempo se nos informa que las clases sociales se han esfumado en el aire y que lo que percibimos en las ciudades y los campos son alucinaciones que no nos dejan ver la absoluta igualdad de todos los individuos de esta perfecta sociedad en que vivimos.No nos extra?a enterarnos, por la pluma perspicaz de don Enrique Gil Calvo (profesor de Universidad, please), que, consecuentemente, "la plusval¨ªa no existe" (EL PA?S, 13 de mayo); era un enga?o de los perversos marxistas, quienes, con su "tradici¨®n metaf¨ªsica" (?toma casta?a!) "de la teologia marxista", pretend¨ªan, "por voluntad divina", legitimar los intereses salariales por encima de los intereses empresariales, siendo que "todos los intereses en disputa, salariales o empresariales, son, en principio, igualmente leg¨ªtimos".
Pues bien, no quiero extenderme m¨¢s. Tan s¨®lo hago un ruego a tan egregio profesor universitario espa?ol. Puesto que esta igualdad ecum¨¦nica de los as¨ª eufem¨ªsticamente llamados intereses repite la filosofia del Movimiento Nacional, sus sagrados principios y su sindicalismo vertical, ruego a tan preclara pluma nos vaya informando a medida que vaya digiriendo las pr¨®ximas entregas del maitre-¨¢-penser Baudr¨ªllard, o de otro ep¨ªgono de la ola reaccionaria.
Porque, se?or Gil Calvo, si no existe la plusval¨ªa, ?cu¨¢l puede ser el mecanismo de autogeneraci¨®n de los capitales? Y, sobre todo, ?cu¨¢l es el "sagrado inter¨¦s" del empresario? Al final va a resultar que se trata de verdaderos santos al servicio de la grandeza patria. Habr¨¢ que ampliar el santoral para las v¨ªctimas de las huelgas todopoderosas. Jos¨¦ M. Merino Medina.
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