Matutes
Abel Matutes se da de vez en cuando una pasada por Madrid, o a Madrid le pega la derecha una pasada por Matutes, y nos quedamos todos como nuevos y relimpios.Este se?or, que no acaba de diferenciarse mucho de Cuevas en el archivo/memoria/marioneta del columnista (quiz¨¢ falta de personalidad por parte de los dos, o de los tres), es nada menos que comisario europeo" y va ciego/l¨²cido a la presidencia de Alianza Popular; para saberlo basta con leer sus declaraciones en contrario: "No comparto la postura de quienes cuestionan la figura de Hern¨¢ndez Mancha". Claro que luego le llama "joven e inexperto" y dice que "a¨²n tiene mucho que aprender". O sea, que este mediterr¨¢neo de Ibiza teje y desteje, como la mujer de Ulises. En cualquier ,caso, cada verano que uno va a la isla, las lenguas anabolenas le repiten que el due?o de todo el invento es Abel, y que ni siquiera le ha dejado un algarrobo a Ca¨ªn. (Pero uno piensa que la discoteca QU es m¨¢s de Ca¨ªn que de Abel.) El se?or Matutes suele negar todas estas cosas con razones v¨¢lidas, y aqu¨ª no se le acusa de nada, que esto no es un juzgado de guardia, sino una columna sabatina y ventanera. Lo que Abel nos ha revelado iluminadamente, en esta ¨²ltima pasada por Madrid, es que hay que defender "un nuevo liberalismo de sensibilidad social", o sea, la pela de siempre, pero con un toque laico de Madre Teresa.
Este Abel/Ulises (un Ulises con gafas de pasante y sin boca), cada vez que se pega una pasada por Madrid, o nos pega (ya est¨¢ dicho) una pasada por Matutes, pone en pie a las fuerzas de centro/derecha, que no existen, pero que de todos modos se ponen en piel para elevar el nivel de sus estrategias, tomar altura y otras met¨¢foras aeron¨¢uticas (?ah, met¨¢fora m¨ªa, cu¨¢ntos cr¨ªmenes se cometen en tu nombre!). Finalmente, la pasada de Madrid por Abel Matutes avisa que hay que percibir los grandes valores b¨¢sicos que nos son comunes (el valor com¨²n b¨¢sico al liberalismo es el papel/moneda, pero esto se lo calla el hermano ibicenco de Ca¨ªn). Tras lo cual, ya s¨®lo falta el empalme, como dice mi piscinero, o sea, el que viene a arreglar la piscina: poner todos esos aleg¨®ricos y nutridos valores "en l¨ªnea directa con el humanismo universal": libertad, creatividad, responsabilidad, respeto por la persona humana (espantable cacofon¨ªa en que caen hoy todos los pol¨ªticos: ?es que hay una persona perruna o d¨ªptera?). Pero toda cacofon¨ªa mental es ret¨®rica, con lo que est¨¢ denunciando un exceso: el que habla de la "persona humana" (Matutes) es que se la sudan much¨ªsimo la humanidad y las personas.
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