La Chusma
A las nueve de la ma?ana, mornento en el que se abr¨ªan las oficinas de Correos en la estiafeta central de Cibeles, el panorarna era desolador. M¨¢s de 800 persorias alucinaban en las largas colas, que se hab¨ªan formado para poder entregar por correo certificado una solicitud de abono para intentar o¨ªr m¨²sica el oto?o e invierno proximos.Las quejas del p¨²blico eran constantes y en ellas se o¨ªan todo un amplio y colorista abanico de exabruptos que los m¨¢s informadios dedicaban con toda pasi¨®n al Ministerio de Cultura y otros a Correos, teniendo que o¨ªr m¨¢s de un funcionario que atend¨ªa las ventanillas fuertes improperios en los que la familia sal¨ªa a relucir constantemente.
En Cibeles, las colas se iniciaron a las nueve de la noche antenor, donde casi dos centenares de j¨®venes se agolpaban en las puertas de Correos para entregar sus impresos. No eran aficionados a la m¨²sica, eran los muchachos de Kanierton, una agencia, de dudosa legalidad, dedicada a la reventa de entradas para. espect¨¢culos en los que no es f¨¢cil conseguir localidades.
Eran j¨®venes que no sobre-pasaban los 20 a?os de rnedia de edad y que acudieron all¨ª con sacos, de dormir, alguna que otra litrona, bocatas y que, despu¨¦s de la larga noche, al entregar el resguardo del certificado recib¨ªan 4..000 pesetas. Alguno de ellos, cuando comprobaron al abrir las ventanillas que pod¨ªan entregar hasta tres impresos, se ofrecieron por cantidades peque?as para tramitar el certificado a los ¨²ltimos de la cola.
Los verdaderos forofos empezaron a llegar en torno a las cinco de la ma?ana y entre todos se confeccionaron una improvisada lista para paliar el caos existente.
Un sistema similar siguieron los solicitantes que acudieron a la sucursal 19 de la plaza del Per¨², la oficina que present¨® mayores problemas y en la que a. las siete de la ma?ana daban el n¨²mero 222. En esta cola se pod¨ªa ver a Isabel Garc¨ªa Lorca, hermana del escritor granadino, gran aficionada a la m¨²sica, que acudi¨® a la estafeta de Correos y se encontr¨® con el panorama.
En la cola se solidarizaban asistentas con importantes ejecutivos; ordenanzas, con arist¨®cratas. Alguien que parec¨ªa pertenecer a este ¨²ltimo grupo, dijo. "Con esto, lo que se va a cofiseguir es que ahora entre toda la chusma".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.