El hombre de los santos

En febrero de 1955 apareci¨® en Madrid Revista Espa?ola, una publicaci¨®n que a duras penas lleg¨® a los seis n¨²meros. En su corta historia no alcanz¨® m¨¢s que 27 suscripciones y no logr¨® vender m¨¢s que 80 ejemplares, pero sirvi¨® para reunir a un grupo de escritores ansiosos de llenar el vac¨ªo literario de la posguerra: Rafael S¨¢nchez Ferlosio, Ignacio Aldecoa, Carmen Mart¨ªn Gaite, Medardo Fraile, Juan Benet, Rafael Azcona, Alfonso Sastre y Jes¨²s Fern¨¢ndez Santos, entre otros.Fue el grupo madrile?o de lo que se ha llamado generaci¨®n realista o generaci¨®n de los cincuenta. En aquella revista, Fern¨¢ndez Santos public¨® tres relatos que luego integrar¨ªa en su libro de cuentos Cabeza rapada. En el ¨²ltimo n¨²mero se anuncia la aparici¨®n de Los bravos, primera novela de Fern¨¢ndez Santos, cuya publicaci¨®n antecedi¨® en dos a?os a El Jarama, de Ferlosio. En Los bravos est¨¢n ya las caracter¨ªsticas que van a marcar a la generaci¨®n y a renovar el panorama narrativo de aquellos a?os: personaje colectivo, espacio cerrado y determinante, omnisciencia del narrador...

"M¨¢s tarde evolucionarnos", declar¨® a?os despu¨¦s. "Por supuesto, nos sucedimos a nosotros mismos en obras posteriores y estilos diversos". El silencio narrativo de Ferlosio, la trayectoria rupturista de Goytisolo y la desaparici¨®n de Aldecoa dejaron, sin embargo, casi en solitario a Fern¨¢ndez Santos, que continu¨® su implacable trayectoria narrativa.

Moda realista

Tras esta primera etapa -la moda realista evolucionaba hacia la generaci¨®n de la berza- Fern¨¢ndez Santos se aleja de la literatura. A?os despu¨¦s, vuelve con El hombre de los santos (1969). En esta novela el autor describe la vida de un restaurador que recorre los pueblos, iglesias y conventos de Espa?a.

Es su obra autobiogr¨¢fica. Como el protagonista de El hombre de los santos, el autor recorre Espa?a realizando documentales y programas de televisi¨®n. Fern¨¢ndez Santos construye en esta novela la m¨¢s s¨®lida narraci¨®n de la posguerra: un pa¨ªs derruido, dividido, cuyos personajes deambulan; el hombre de los santos se refugia aislado e incomprendido en el arte.

Luego lleg¨® Libro de las memorias de las cosas (1971) y La que no tiene nombre (1977). Esta segunda novela, una magn¨ªfica narraci¨®n en la que transitan personajes de distinta ¨¦poca por la misma tierra leonesa de Los bravos, inaugura su. tercer gran ciclo narrativo: la narraci¨®n hist¨®rica. Con esta etapa -Extramuros, Cabrera y El griego- lleg¨® su consagraci¨®n definitiva: los premios y los homenajes, de los que Fern¨¢ndez Santos, acostumbrado a trepar por los caminos m¨¢s inh¨®spitos y solitarios de Espa?a, se sint¨ª¨® siempre ajeno.