La escuela teol¨®gica de Feizi¨¦
Aqu¨ª empez¨® la revoluci¨®n iran¨ª hace exactamente 25 a?os. Nadie hubiera cre¨ªdo entonces que en esta escuela Feizi¨¦ germinaba una fuerza capaz de derrocar al rey de reyes, instaurar en pleno siglo XX un Estado teocr¨¢tico y tener en jaque a Estados Unidos. Pero as¨ª fue, y hoy ya es historia. Esa fuerza era el ayatol¨¢ Jomeini, principal profesor de la escuela teol¨®gica. El rey de reyes le llamaba perro que ladra a la luna. En la madrasa, o escuela Feizi¨¦, te descalzas y vuelves a calzar cada vez que entras o sales de una pieza cerrada, y no paras de tomar t¨¦ al estilo iran¨ª: pones un terr¨®n de az¨²car en la boca y sorbes la ardiente infusi¨®n. Un enviado especial de EL PA?S estuvo recientemente en Qom.
Yavad Taleghani es un mul¨¢, un religioso pelirrojo, panzudo y, como todos, barbudo y enturbantado."Fui alumno del imam Jomeini y amigo de su difunto hijo Mustaf¨¢", dice. "El imain nos hablaba de las bases tradicionales del islam y de problerrias actuales para los que hab¨ªa que encontrar soluciones acordes con nuestra religi¨®n. La conquista de la Luna, por ejemplo. Si viajas a la Luna, c¨®mo puedes saber en qu¨¦ direcci¨®n est¨¢ la Meca.
Ante la perplejidad del v¨ªsitante, Yaved Taleghani a?ade: "Es s¨®lo un ejemplo. Jomeini nos ilustraba sobre todos los problemas pol¨ªticos, sociales y cient¨ªficos de nuestro tiempo".
Desde el amplio patio central de la Feizi¨¦ se ve la mezquita Masum¨¦, santuario que convirti¨® Qom en ciudad sagrada del islam shi¨ª iran¨ª y base de su escuelas teol¨®gicas. La c¨²pula principal es de oro. Las otras, de cer¨¢mica verdiazul con inotivos florales.
En el patio de la escuela, alumnos y profesores se lavan en las fuentes antes de sus oraciones. Otros leen a la sombra. Algunos debaten intrincadas cuestiones mientras pasean.
En un aula refrescada por ventiladores que cuelgan del techo, el ayatol¨¢ Saariei imparte doctrina a unos 20 cl¨¦rigos sentados sobre alfombras persas.
Con unos 3.000 profesores y alumnos, la escuela Feizi¨¦ es ahora la principal de Qom. En la ciudad hay otros cuatro grandes centros religiosos -entre ellos el del ayatol¨¢ Montazeri-, unos 50 de menor importancia y unas 30 mezquitas.
Qom es una ciudad peque?a, destartalada y polvorienta. -La nueva Rep¨²blica isl¨¢mica ha construido una autopista para cubrir los 130 kil¨®metros que le separan de Teher¨¢n. Atraviesa un desierto, supera un lago de sal y cada 100 metros est¨¢ decorada con retratos al ¨®leo de cl¨¦rigos muertos en la revoluci¨®n o la guerra contra Irak.
Casi todos los varones adultos son mul¨¢s. En Qom casi todos los varones adultos son mul¨¢s o aspirantes que cargan to neladas de libros y apuntes conducen abollados coches compran cigarrillos por unidades y regatean. El resto de la poblaci¨®n son unos pocos comerciantes y empleados barbudos y mujeres con chador.
Im¨¢genes de Jomeini
Pasan camionetas pidiendo voluntarios para el frente. Por todas partes hay carteles y banderolas con im¨¢genes de Jomeini y de combatientes isl¨¢micos. Abundan las fotos de los m¨¢rtires. Tal propaganda parece vana: en la ciudad todos est¨¢n por una revoluci¨®n que ha dado el poder a los cl¨¦rigos.
Qom vive de la teolog¨ªa musulmana. Uno de cada dos portales es una librer¨ªa religiosa. Algunas ofrecen tambi¨¦n casetes con llamadas a la oraci¨®n. Se venden pastillas de tierra sagrada donde apoyar la frente durante la plegaria. Menudean las pensiones para estudiantes y no hay un solo cine, teatro o cafeter¨ªa.
El islam recomienda a sus religiosos el matrimonio y la paternidad. En Qom hay algunas boutiques que exhiben trajes femeninos cort¨ªsimos, escotados y de vivos colores. Son los que llevan las mujeres de los mul¨¢s bajo el negro manto. S¨®lo los maridos pueden contemplarlos en la intin¨²dad de sus hogares. En una joyer¨ªa, un cl¨¦rigo compra un anillo de oro a su esposa.
Husein Cheikholeslam tambi¨¦n fue disc¨ªpulo de Jomeini cuando ¨¦ste ense?aba en la Feizi¨¦. Su rostro es afilado, p¨¢lido e intenso; tocado con un turbante negro, como Sayed, descendiente de Mahoma.
El imam lleg¨® a Qom hace al menos 50 a?os y ense?¨® en esta escuela hasta que el sha Reza Pahlevi le envi¨® al exilio. Tras el triunfo de la revoluci¨®n volvi¨®, pero por poco tiempo. Tuvo un golpe en el coraz¨®n, como dicen sus adeptos, y los m¨¦dicos le recomendaron instalarse en el norte de Teher¨¢n, donde vive ahora.
Cheikholeslam explica por qu¨¦ expuls¨® el sha a Jomeini. "?ramos una colonia de Estados Unidos", dice, "y quer¨ªan que fu¨¦ramos como ese pa¨ªs, que olvid¨¢ramos el islam y hasta quit¨¢ramos el chador a nuestras mujeres. Jomeini no pod¨ªa tolerarlo y comenz¨® a predicax contra el sha y los norteamericanos. El 1 Jordad de 1342 (5 de junio de 1963), la polic¨ªa asalt¨® la escuela Fe¨ªzi¨¦. Hubo muchos muertos y heridos. Se quemaron turbantes y ejemplares del Cor¨¢n. Jomeini fue detenido y enviado a prisi¨®n y luego puesto en libertad provisional. Pero como sigui¨® atacando al sha, le enviaron al exilio".
Y as¨ª, hace ahora 25 a?os, empez¨® todo.
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