Un cruce de cables
Hablar de The Lyres, uno de los grupos m¨¢s personales de Boston, es hablar de Jeff Conolly, tambi¨¦n conocido como el hombre-mono.En directo, jugar con esa manida f¨®rmula revivalista suele darle a Conolly un magn¨ªfico resultado, siempre que no sufra un cruce de cables. Y en el concierto del pasado martes todos acabaron liados, los cables que serpentean por el escenario y los que riegan su cabeza. El sonido, mediocre desde el comienzo, sufri¨® varios bruscos cortes, acabando, de descentrar a un hombre-mono fr¨ªo y ausente. El bater¨ªa no se acopl¨® al resto de la banda en ning¨²n momento; s¨®lo sirvi¨® para, en un arrebato de ira, poner fin al enloquecido concierto, haciendo rodar violentamente por el escenario sus tambores.
The Lyres
Madrid. Sala Rock Club. D¨ªa 7 de junio.
Babelia
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