Suspenso

No dudo que, entre los cuatro peritos de la defensa que a¨²n quedan por declarar, haya profesionales capaces de una exposici¨®n brillante y ponderada. Pero el estreno de este grupo de expertos en la sesi¨®n de ayer no fue lo que se entiende por glorioso.La cosa empez¨® mal desde el principio. Nada m¨¢s ser llamada, Mar¨ªa de los ?ngeles Esteban, primer perito de la defensa, dijo: "No esperaba declarar hoy y no tengo los papeles"; aunque la mujer llevaba ya dos largos d¨ªas sentada en el banco de los expertos. Cundi¨® cierta consternaci¨®n ante este aserto, y su abogado pidi¨®, y el juez estuvo presto a conceder, el natural receso. Pero ella lo rechaz¨® explicando que no, que no le bastar¨ªa "con un poco de tiempo", con lo cual parec¨ªa bastante claro que el maestro la hab¨ªa pillado, no ya con el ejercicio olvidado en casa, sino sin los deberes hechos. As¨ª es que dijo que "improvisar¨ªa". Y continu¨® el juicio.

Pues bien, se dir¨ªa que improvis¨® much¨ªsimo. Explica la perito que lleva 18 a?os en el oficio, pero me temo que ayer la sorprendimos en un d¨ªa mal¨ªsimo. Tuvo que releer sobre la marcha su propio informe, incluido en el sumario, para refrescarse la memoria. Y cont¨® que hab¨ªa trabajado sobre unas fotos de las firmas originales que ella misma hab¨ªa hecho ("tengo muy buen pulso"), am¨¦n de haber estudiado estos originales durante hora y media.

En la sesi¨®n de ayer se le prest¨® la lupa binocular, el sofisticado instrumento que han usado los peritos de la Guardia Civil y que proyecta en los televisores las letras ampliadas: "Ya quisiera yo poder contar con esos medios t¨¦cnicos... Aunque no son imprescindibles", coment¨® Mar¨ªa de los ?ngeles. Y lo cierto es que, vistas por pantalla, las firmas fotografiadas sobre las que ella hab¨ªa trabajado carec¨ªan de toda precisi¨®n: "Es que se ve fatal en esas fotograf¨ªas", lleg¨® a exclamar ella misma. "Es decir, a trav¨¦s del aparato ¨¦ste y las fotograf¨ªas", intent¨® matizar seguidamente. De hecho no hab¨ªa advertido un lazo en la cabeza de la "t" que resultaba claramente apreciable en los originales de la Guardia Civil.

Dijo Mar¨ªa de los ?ngeles haber aplicado la grafometr¨ªa. Que consiste m¨¢s o menos en medir las inclinaciones de las letras y sus ¨¢ngulos. Un sistema que, a juicio de los peritos de la Guardia Civil, no resulta fiable por s¨ª s¨®lo. Ya en el primer d¨ªa de su intervenci¨®n el cornandante ?lvarez explic¨® que los falsificadores imitan tambi¨¦n la direcci¨®n de las letras; y que ellos, en el laboratono de la Guardia Civil, hab¨ªan imit.ado tres firmas de Corella, que, pese a ser falsas, guardaban las medidas grafom¨¦tricas: "As¨ª es que, aunque las hemos hecho nosotros", remat¨® el perito, "conforme a estos criterios tendr¨ªan que ser consideradas como aut¨¦nticas".

Pero lo peor fue cuando la acusaci¨®n empez¨® a interrogar sobre temblores de rasgos o estructuras de letras. Expon¨ªa sus opiniones la perito, y Bremond preguntaba en qu¨¦ parte de su informe se reflejaba todo eso. Se deten¨ªa entonces Mar¨ªa de los ?ngeles a consultar la chuleta, o sea, el informe, y al cabo reconoc¨ªa que no lo hab¨ªa reflejado. "?Por qu¨¦ no?", inquir¨ªa la acusaci¨®n. "Por ning¨²n motivo especial", respond¨ªa ella. Fascinante situaci¨®n que se repiti¨® algunas veces, hasta que, cuando Bremond le pregunt¨® por qu¨¦ tampoco hab¨ªa en el informe referencias grafom¨¦tricas, ella dijo que realmente no sab¨ªa "por qu¨¦ no he reflejado eso, porque es important¨ªsimo". Tal parecer¨ªa que la veterana perito de la defensa se gan¨® en el ex¨¢men de ayer un suspenso clar¨ªsimo.