Espa?a sorprendi¨® a Dinamarca con una pirueta estrat¨¦gica de ¨²ltima hora del seleccionador
ENVIADO ESPECIALEspa?a debut¨® con ¨¦xito en la Eurocopa y lo hizo ofreciendo una imagen de equipo serio y ordenado en una asombrosa pirueta t¨¢ctica realizada a ¨²ltima hora tras los descalabros del presente a?o. La seguridad del bilba¨ªno Andrin¨²a como libre, el enorme ti abajo de V¨ªctor en la media, la fuerza de Tom¨¢s, las pautas de juego marcadas por Gallego en los momentos precisos, seg¨²n el desarrollo del partido, y la tremenda calidad exhibida por Michel, que ha salido disparado hacia la conquista del trofeo al mejor jugador del campeonato, fueron las claves del primer triunfo espa?ol. Una victoria apretada al final por un nuevo despiste de Zubizarreta y que no debe hacer olvidar, adem¨¢s, que Dinamarca se mostr¨® como un equipo que camina hacia el cierre de un ciclo brillante gracias a una espl¨¦ndida generaci¨®n de jugadores ya veteranos.
Espa?a salt¨® al campo de forma sorprendente, es decir con sus l¨ªneas estrat¨¦gicas perfectamente delimitadas y con once jugadores colocados cada uno en su sitio. El cambio se hab¨ªa conseguido en el momento preciso, justamente antes de la primera batalla de la Eurocopa contra los daneses. As¨ª, Andrin¨²a ofrec¨ªa desde el primer momento solidez y presencia f¨ªsica por detr¨¢s de la defensa, mientras que un par de metros por delante de ella Gallego se mostraba como el punto de referencia exacto que todo equipo bien organizado debe encontrar. Se hallaba en su aut¨¦ntico puesto, no en la posici¨®n de libre, que era en la que pretend¨ªa alinearle Mu?oz en esta Eurocopa.
Para completar el lavado de imagen de Espa?a, a los seis minutos, una perfecta combinaci¨®n Gallego-Michel permiti¨® al chico 20 del equipo de Mu?oz marcar ante la asombrada mirada del veterano Morten Olsen, de 39 a?os, que hab¨ªa confesado en la v¨ªspera del partido su deseo de acabar, por fin, con "el esp¨ªritu maligno de los espa?oles".
Tanta seguridad no pod¨ªa durar mucho tiempo. Y Espa?a pas¨® sus peores momentos al descontrolarse durante varios minutos con los movimientos de Helt y Laudrup. El primero es un jugador peque?ito y luchador al que su t¨¦cnico, Sepp Piontek, coloca en la cueva -esa parcela en la que se sit¨²an de forma escalonada el libre, el central y el organizador- con el objetivo de descongestionar la zona y ofrecerse a cualquier compa?ero que se sienta atosigado por la presi¨®n del equipo contrario. Y Laudrup, en la media punta, retras¨® a¨²n m¨¢s su posici¨®n y se escor¨® a la derecha. Este doble juego dan¨¦s hizo que V¨ªctor, magn¨ªfico de facultades, mirase a derecha e izquierda ante la duda de a qui¨¦n coger. Laudrup consigui¨® tambi¨¦n desequilibrar a Gordillo, muy bajo de fuerza y descompesado durante esta fase para encontrarse con el jugador de la Juventus y con el lateral derecho Sivebaek, que le doblaba. Entre unos y otros, Laudrup qued¨® sin barrer y empat¨® el partido.
Pero Espa?a tuvo el m¨¦rito de no perder nunca su sitio y cape¨® esos malos momentos con la sobriedad de Tom¨¢s, Sanchis, Andrin¨²a y Camacho, mientras que Michel volv¨ªa a coger la onda ofensiva del equipo. En una precisosa jugada con Butrague?o, Michel ca¨ªa derribado en el ¨¢rea y el ¨¢rbitro decret¨® el correspondiente penalti, si bien el centrocampista lo fall¨® porque su disparo le sali¨® fuerte, pero mal colocado, lo que permiti¨® a Rasmussen rechazar el bal¨®n.
El segundo tiempo planteaba alguna inc¨®gnita del lado espa?ol. Camacho se hab¨ªa lesionado y Soler ocup¨® su lugar. Sin embargo, el lateral espa?olista se encarg¨® de despejar muy pronto cualquier sombra de inquietud. Se situ¨® en la zona izquierda de la defensa, escalonado unos metros por detr¨¢s de Gordillo, y le dio oxigeno al madridista adem¨¢s de una nueva v¨ªa de penetraci¨®n por esa banda, lo que se hab¨ªa echado de menos. Tambi¨¦n se hab¨ªa echado de menos a Butrague?o, que lleg¨® a desesperar en algunas acciones a sus compa?eros. As¨ª que era inevitable que El Buitre resolviese el partido. Fue una jugada confusa que naci¨® en una espl¨¦ndida apertura de Soler y un toque en corto del trabajador Bakero que dej¨® a Butragae?o solo, pero en fuera de juego, aunque hubiera gozado de igual soledad si se hubiese retrasado un par de metros. El delantero madridista recibi¨® el bal¨®n en posici¨®n adelantada y el ¨¢rbitro no dud¨® en conceder validad a la jugada tras observar a su juez de l¨ªnea. S¨®lo un jugador dan¨¦s realiz¨® observaciones al linier por no haber levantado el bander¨ªn. Sus compa?eros no secundaron la protesta. Y es que, sobre el campo, la jugada no result¨® muy clara por su velocidad.
El tercer gol, marcado por Gordillo sorprendiendo a Rasmussen, hizo pensar que Espa?a lo ten¨ªa todo ya bajo control. Sin embargo, un cabezazo de Povlsen provoc¨® unos tensos minutos finales. El ex jugador del Castilla cabece¨® bien y colocado el bal¨®n, pero a Zubizarreta le dio tiempo de seguir con curiosidad su trayectoria, observar con detenimiento c¨®mo golpeaba en el poste y, finalmente, ver c¨®mo entraba en su porter¨ªa.
No quedaba mucho margen de tiempo y Espa?a resolvi¨® con orden los ¨²ltimos balones bombeados sobre su ¨¢rea, en los que Andrin¨²a volvi¨® a ser pieza clave al impedir que cristalizara la reacci¨®n danesa.
El triunfo le sirve a Miguel Mu?oz para tomarse un respiro. Una derrota, y con ribetes de desastre estrat¨¦gico, hubiese colocado su cabeza en medio de un barril de p¨®lvora. Mu?oz dispone ahora de otras dos batallas para seguir apagando la mecha mientras que a Morten Olsen ya no le queda tiempo para acabar con su "maligno esp¨ªritu espa?ol".
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