Trillizos, a la tercera
Final feliz para unos padres que confiaron en la fecundaci¨®n 'in vitro'
"Dejarnos ya, voy a ver a mis hijos, que los he conocido por vuestras fotos", comentaba radiante de felicidad Carmelo Sebasti¨¢n, padre de Eduardo, Ra¨²l y Mar¨ªa, los primeros trillizos fecundados in vitro nacidos ayer en Sevilla. "Si hubiese sido uno en lugar de tres, seguro que volv¨ªamos a por otro", agregaba el padre de las criaturas. A su lado, en la habitaci¨®n 101 de la cl¨ªnica de F¨¢tima, Mercedes Valverde contestaba a las preguntas de los periodistas: "Ha sido el final feliz de una larga historia, pero ha valido la pena".
"Todo comenz¨® hace siete a?os, cuando me diagnosticaron un fibroma en el ¨²tero", comentaba Mercedes Valverde, aragonesa de 29 a?os que pasar¨¢ a la historia de la ginecolog¨ªa espa?ola por ser la primera mujer que da a luz a trillizos fecundados in vitro en Espa?a. "Me dec¨ªan que ten¨ªan que vaciarme entera, pero yo me resist¨ª a no poder ser madre, y emple¨¦ todo el dinero que ganaba como cajera de un comercio en poder llegar a tenerlos", a?ad¨ªa, convaleciente a¨²n del tremendo desgaste producido por el parto y por la cesarea que le fue practicada."Nadie me daba esperanzas y por eso hace dos a?os visit¨¦ al doctor Eduardo Gar¨ªa Otero, aqu¨ª en Sevilla, y me oper¨® para quitarme el fibroma. Fue el ¨²nico que me di¨® esas esperanzas. Ahora ya lo hemos conseguido; por eso uno de mis hijos se llamar¨¢ como ¨¦l, Eduardo".
Mercedes Valverde fue operada en agosto de 1985 por el doctor Garc¨ªa Otero, quien le extirp¨® una serie de tumoraciones en el ¨²tero. "Una de ellas ten¨ªa 12 cent¨ªmetros de di¨¢metro, y el ¨²tero tuvimos que reconstruirlo porque estaba bastante da?ado", afirm¨® Garc¨ªa Otero. Tras un a?o de tratamiento, y con un aparato reproductor al que le faltaba uno de los ovarios y una trompa, en enero de 1987 Mercedes se someti¨® a una primera implantaci¨®n de embriones fecundados in vitro. Ni esta, ni una posterior realizada en mayo de 1987 tuvieron resultado positivo, pero segu¨ªa confiando en que podia tenerlos", a?ade Mercedes.
Seis ovocitos
"A la tercera fue la vencida", explica Garc¨ªa Otero. "Se fecundaron perfectamente seis ovocitos, pero s¨®lo se dividieron de una manera perfecta cuatro, los que le implantamos en octubre pasado; luego s¨®lo anidaron tres". El 17 de noviembre de 1987, el an¨¢lisis beta HCG, di¨® positivo. A partir de ah¨ª el embarazo ha seguido una terape¨²tica asistida, que ha durado ocho meses y cuatro d¨ªas, algo ins¨®lito seg¨²n el doctor Garc¨ªa Otero, quien manifestaba que "no se conoce en el mundo que con las t¨¦cnicas de inseminaci¨®n in vitro se hayan formado tres sacos estacionales que hayan soportado hasta nacer todo el per¨ªodo de gestaci¨®n".La familia Sebasti¨¢n se ha desplazado peri¨®dicamente a Sevilla durante los ocho meses de embarazo. Mercedes ha pasado tedo ese tiempo en reposo absoluto: "Ha sido un embarazo normal, s¨®lo que he tenido que estar ocho meses de reposo, aunque ha valido la pena". Desde el pasado 4 de mayo Mercedes permaneci¨® eri Sevilla esperando el momento del alumbramiento y realiz¨¢ndose continuas extracciones de l¨ªquido amni¨®tico para conocer la madurez pulmonar de los ni?os.
Dificultad del parto
Las precarias condiciones de su ¨²tero, repleto de cicatrices, y la posici¨®n transversal del m¨¢s peque?o de los varones, dificultaban a¨²n m¨¢s el parto. "No pod¨ªamos arriesgarnos a que se produjesen las contracciones, porque se pod¨ªa producir una rotura uterina", afirmaba uno de los m¨¦dicos del Centro de Inseminaci¨®n In Vitro y Transferencia Embrionar¨ªa, donde se ha llevado a cabo este embarazo.Carmelo Sebasti¨¢n, zaragozano de 31 a?os y taxista de profeisi¨®n, irradiaba ayer felicidad por los cuatro costados. Se enter¨® del parto en Zaragoza, donde ya, ha incrementado su trabajo para ahorrar y poder alimentar a sus tres hijos. "Hemos venido en cuatro coches, tan r¨¢pido como hemos podido, hemos atravesado de todo, lluvia, frio y niebla, menos liebres de todo, pero dejarnos ya, voy a ver a mis hijos, que los he conocido por vuestras fotos", dec¨ªa a los numerosos periodistas que abarrotaban la habitaci¨®n de la cl¨ªnica, con una sonrisa que se le sal¨ªa de la cara.
Carmelo Sebasti¨¢n comenta seguro: "Si hubiese sido uno en lugar de tres hubi¨¦semos venido a por m¨¢s; ya lo ha dicho ella, pero con tres ya vale", y agreg¨®: "Me los llevar¨¦ en el taxi, para bautizarlos en Zaragoza".
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