Frank Golley plantea remedios globales frente a la degradaci¨®n del planeta

Frank Golley, presidente de la Sociedad Internacional de Ecolog¨ªa, es optimista acerca de las posibilidades de frenar la creciente degradaci¨®n del medio ambiente que registra nuestro planeta. Su optimismo le permite afirmar: "No vamos al desastre, porque hay medios para salvar muchas cosas". Sin embargo, dice que son necesarias acciones globales y unificadas, y a?ade que la desforestaci¨®n, que considera el problema m¨¢s grave, requiere soluciones "dr¨¢sticas".

Golley estuvo en Valencia para impartir un seminario en el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias. La Sociedad Internacional de Ecolog¨ªa es una organizaci¨®n no gubernamental, integrada en el Consejo Internacional de Uniones Cient¨ªficas, que agrupa a unos 20.000 ec¨®logos de todo el mundo, pertenecientes a unas 35 sociedades nacionales. Golley, de 58 a?os, profesor del Instituto de Ecolog¨ªa de la universidad de Athens, en Georgia (EE UU), se apresura a distinguir entre ec¨®logos y ecologistas. "Los ecologistas apuntan a un problema y lo denuncian", dice, "pero son los ec¨®logos los que tienen que estudiar esos problemas y plantear las soluciones adecuadas".Golley considera que hay muchos problemas muy graves aunque, en su opini¨®n, los que afectan a la atm¨®sfera y al agua "son especialmente importantes, porque superan los l¨ªmites de los pa¨ªses". El presidente de la Sociedad Internacional de Ecolog¨ªa estima absolutamente necesaria la adopci¨®n de medidas globales para proteger el medio ambiente y frenar la degradaci¨®n ecol¨®gica del planeta. La contaminaci¨®n atmosf¨¦rica y la lluvia ¨¢cida son los ejemplos m¨¢s claros, seg¨²n Golley. En su opini¨®n, estos hechos tienen graves repercusiones sobre el fen¨®meno de la desforestaci¨®n que, seg¨²n su criterio, constituye una de las principales amenazas para el equilibrio ecol¨®gico mundial.

La desforestaci¨®n, que afecta sobre todo a las zonas tropicales, y la p¨¦rdida de grandes extensiones de suelo por la erosi¨®n desembocan, seg¨²n Golley, en una preocupante reducci¨®n de los niveles de producci¨®n agr¨ªcola. Golley a?ade que estos fen¨®menos afectan de forma especial a los pa¨ªses m¨¢s pobres, donde faltan medios y organizaci¨®n para poner en marcha las soluciones adecuadas y donde suponen una dificultad a?adida. El presidente de la Sociedad Internacional de Ecolog¨ªa a?ade que el problema de la desforestaci¨®n no puede combatirse con tibieza, ya que requiere la adopci¨®n de medidas "dr¨¢sticas".

Golley no especifica esas medidas, aunque se?ala que las soluciones han de ser globales y deben tener en cuenta los problemas econ¨®micos, sociales y pol¨ªticos. Sin embargo, evita discutir acerca del dilema ecolog¨ªa-desarrollo, que, seg¨²n dice, son t¨¦rminos que no deben ser entendidos necesariamente como opuestos. "La cuesti¨®n no es desarrollo s¨ª o desarrollo no", se?ala, "porque el desarrollo debe continuar", aunque puntualiza que no debe ser indiscriminado y que tiene que ser fruto de una decisi¨®n conjunta. "El desarrollo debe ser el producto de una decisi¨®n meditada, que debe traducirse en una direcci¨®n clara", afirma Golley.

"No vamos al desastre"

Por lo que respecta a las soluciones y los m¨¦todos de lucha contra la progresiva degradaci¨®n del medio ambiente, Golley se muestra optimista y asegura que no hay razones para no serlo, porque el mundo avanza muy r¨¢pido y hay muchas posibilidades de actuaci¨®n. "No vamos al desastre, porque hay medios para salvar muchas cosas", se?ala, e insiste en la necesidad de actuar en grupo. En una palabra, Golley est¨¢ convencido de que no est¨¢ todo perdido, ni mucho menos. "El avance no es muy directo, pero avanza", dice. "No hay una soluci¨®n ¨²nica, no hay una soluci¨®n definitiva, siempre hay que buscar nuevos rumbos", a?ade Golley, "porque la vida es un proceso de adaptaci¨®n cont¨ªnua en el que constantemente hay que tomar decisiones".