Futuro halag¨¹e?o

El futuro de la fiesta se avizora halag¨¹e?o al constatar la pl¨¦yade de novilleros jovenc¨ªsimos que est¨¢n surgiendo ¨²ltimamente. D los de ayer, el m¨¢s viejo era Punta, con 18 a?os. Novilleros barbilampi?os, unos ni?os, pero con una afici¨®n y unas ganas de ser toreros que no es imprudente dar rienda suelta al optimismo.Juan Pedro Gal¨¢n, conoce bien los secretos de la lidia. No en vano est¨¢ toreando desde que tiene uso de raz¨®n. Pero con eso no basta. Como un Pomar del ajedrez o un Pierino Gamba de la m¨²sica, los ni?os prodigio, lo son en cuanto ni?os. Cuando llega la edad adulta, rara vez -una excepci¨®n fue Mozart- consolidan el liderazgo de la infancia. El p¨²blico, en tarde muy calurosa, se qued¨® muy fr¨ªo con el aseado quehacer del jerezano.

Antonio Punta nos ha devuelto la esperanza en su porvenir en el sexto. Lo tore¨® con temple espl¨¦ndido y generoso trayecto. En el segundo anduvo por debajo de las cualidades del novillo.

Domingo Valderrama ratific¨® la buena impresi¨®n del d¨ªa que debut¨®. En su primero hizo una faena de muy buen corte sobre ambas manos. Alguna de las series no tuvo la limpieza deseada. En cambio otras tuvieron perfecto remate. Lo mat¨® de media estocada, y el presidente le deneg¨® injustamente la oreja que ped¨ªa claramente la mayor¨ªa del p¨²blico. El us¨ªa se gan¨® a pulso una sonada bronca. El s¨¦ptimo hu¨ªa como alma que lleva el diablo, y Valderrama lo lidi¨® con aseo y lo mat¨® premiosamente.

El debutante valenciano Enrique Ponce -16 a?os en el documento de identidad-, en su primero, prob¨®n, estuvo valiente y confiado rob¨¢ndole algunos muletazos aceptables. Debe darle m¨¢s juego al brazo y alargar m¨¢s los pases. En el ¨²ltimo, precisainente por carencia de mando, sali¨® revolcado. Parece que puede haber mimbres para hacer un buen cesto pero necesita un buen maestro.