Luis Delcl¨®s Soler

Cuando en 1960 le ofrecieron un trabajo en Houston, Luis Delcl¨®s fue a buscar un mapa de Estados Unidos para saber con exactitud d¨®nde estaba situada la ciudad. Se march¨® ante las escasas posibilidades de trabajo que ten¨ªa en nuestro pa¨ªs en la especialidad de radioterapia que hab¨ªa realizado durante tres a?os en el Reino Unido. Ahora este tarraconense de 57 a?os con vocaci¨®n de ingeniero naval es profesor del MD Anderson Hospital and Tumor Institute de Houston y uno de los mayores especialistas en radioterapia de c¨¢ncer ginecol¨®gico. Luis Delcl¨®s ha viajado a Espa?a, donde ha recibido el doctorado honoris causa por la universidad Aut¨®noma y la Cruz al M¨¦rito Militar Naval.

Ten¨ªa vocaci¨®n de ingeniero naval, pero poco a poco le convencieron -su padre y su abuelo fueron m¨¦dicos- para que se inclinara por la medicina. "Me lo cre¨ª y no me arrepiento", dice. Despu¨¦s de estudiar en la universidad de Barcelona, volvi¨® a Tarragona a trabajar con su padre, que se dedicaba a la radiolog¨ªa. "Yo quer¨ªa estudiar radioterapia porque me gusta m¨¢s el tratamiento que el diagn¨®stico. No s¨¦, me sent¨ªa m¨¢s m¨¦dico", Y con esa decisi¨®n, que hace gala a lo largo de la conversaci¨®n, se fue al Reino Unido, donde sigui¨® un programa de especializaci¨®n en radioterapia en el Christie Hospital and Hol Radium Institute, de Manchester. Una vez en el Reino Unido le ofrecieron ya trabajo en Houston, lo que rechaz¨® confiando quiz¨¢ en que sus conocimientos en radioterapia los pod¨ªa aplicar en nuestro pa¨ªs. Por eso volvi¨® a Tarragona, donde lo intent¨® durante tres a?os, hasta que se dio cuenta de que no ten¨ªa posibilidades y acept¨® a rega?adientes la oferta del doctor Fletcher integr¨¢ndose en el grupo internacional de radioterapeutas por ¨¦l reclutado para iniciar la aventura del nuevo Hospital de C¨¢ncer tejano.Se acomod¨® f¨¢cilmente a la vida profesional norteamericana, pero, como ¨¦l dice, su coraz¨®n segu¨ªa en Espa?a, por lo que de nuevo hizo un par¨¦ntesis en su carrera m¨¦dica en Estados Unidos y se instal¨® en Oviedo entre 1969 y 1971, reclamado por el Hospital General de Asturias con objeto de desarrollar un Centro de Oncolog¨ªa y un Programa Regional de Lucha Contra el C¨¢ncer. Ya se hab¨ªa adaptado a la manera de trabajar en Estados Unidos y le result¨® muy dificil profesionalmente acomodarse a nuestro pa¨ªs, por lo que decidi¨® marcharse de nuevo. Ahora ya tiene all¨ª ra¨ªces: seis hijos (tres nacidos en Houston) y tres nietos. "Y, como dice mi mujer, nosotros viviremos donde vivan nuestros hijos, as¨ª que aunque mi coraz¨®n siga en Espa?a nos quedaremos all¨ª. Eso s¨ª, trataremos de venir m¨¢s a menudo", dice pensando en su jubilaci¨®n.

En Espa?a naci¨® su frustrada vocaci¨®n de ingeniero naval, que en la actualidad suple con la pesca y los paseos cerca del mar. En Estados Unidos ha encontrado otras dos grandes vocaciones. La primera, montar a caballo, para lo cual ha tenido un profesor excepcional, el mismo doctor Fletcher que le contrat¨®. La segunda, leer historia de Espa?a. "En mi ¨¦poca estudi¨¢bamos una historia dirigida, ahora la leo desde muchos puntos de vista". En su casa norteamericana se sigue haciendo vida espa?ola. Todos los que le conocen dicen que su casa est¨¢ siempre abierta para los espa?oles que pasan por Houston, est¨¦n enfermos o no.