No hay otro camino
34 intelectuales sovi¨¦ticos plantean un debate para una reforma ideol¨®gica, pol¨ªtica y econ¨®mica

El cient¨ªfico Andrei Sajarov ha criticado la invasi¨®n de Checoslovaquia por tropas del Pacto de Varsovia en 1968 y ha pedido que se investiguen las supuestas relaciones entre el Comit¨¦ Estatal de Seguridad (KGB) y el terrorismo internacional en la ¨¦poca de Leonid Breznev en un libro que acaba de aparecer en la URS S en v¨ªsperas de la 19? Conferencia del PCUS. El libro, cuyo t¨ªtulo es No hay otro camino, publicado por la editorial Progreso, est¨¢ concebido como un manual de debate y reflexi¨®n ante la conferencia que comienza el martes d¨ªa 28 en Mosc¨².
Treinta y cuatro intelectuales sovi¨¦ticos, desde cient¨ªficos hasta historiadores, pasando por economistas, polit¨®logos y escritores, han contribuido con sus propuestas -desde el pluripartidismo hasta la abolici¨®n de los partidos- a esta obra, que ser¨¢ vendida entre los 5.000 delegados de la conferencia. No hay otro camino suministra elementos de debate para una reforma ideol¨®gica, pol¨ªtica y econ¨®mica del sistema sovi¨¦tico.La edici¨®n ha sido dirigida por el historiador Yuri Afanasiev, rector del Instituto de Archivos Hist¨®ricos y uno de los delegados m¨¢s radicales de la conferencia. La mayor¨ªa de los autores, sin embargo, no participar¨¢n directamente en el foro. Una parte de ellos -entre los que se encuentran el doctor en filosof¨ªa Fedor Burlatsky, el cr¨ªtico literario Yuri Kariakin y el economista Gavril Popov- fueron derrotados en la pol¨¦mica elecci¨®n de los delegados.
En el pr¨®logo de la obra, Yuri Afanasiev concede "especial importancia" a la participaci¨®n del acad¨¦mico Andrei Sajarov, quien regres¨® del destierro en la ciudad de Gorki en diciembre de 1986 gracias a la intervenci¨®n de Mijail Gorbachov. La "posici¨®n c¨ªvica reforzada por una fruct¨ªfera valent¨ªa", que Sajarov adopt¨® desde mediados de los a?os sesenta, mostr¨®, seg¨²n Afanasiev, que en la balanza de la historia la .opini¨®n personal" que ha sufrido y reflexionado puede pesar m¨¢s que cualquier "dogma carente de personalidad".
No hay otro camino recoge ¨²nicamente la opini¨®n de quienes ven la perestroika como una "oportunidad hist¨®rica" que obliga al compromiso. Ni los adversarios de las reformas ni los intelectuales esc¨¦pticos ni los retr¨®grados han sido incluidos en el ¨ªndice, que abarca tambi¨¦n a un representante de los grupos informales, contemplados en algunos sectores sovi¨¦ticos como un contrapeso pol¨ªtico en desarrollo al sistema de partido ¨²nico. No hay otro camino ha sido confeccionado en un plazo muy corto y pretende ser una propuesta colectiva para la conferencia, manifest¨® a esta corresponsal el periodista Juan Cobo, un sovi¨¦tico de origen espa?ol que se encuentra entre los responsables de la obra. Seg¨²n Cobo, no se ha censurado ni una sola l¨ªnea de los originales entregados, algunos de ellos impensables en condiciones sovi¨¦ticas hace tan s¨®lo unos meses.
"Sociedad enferma"
"Nuestra sociedad est¨¢ profundamente enferma", escribe Andrei Sajarov, que realiza un cr¨ªtico an¨¢lisis del sistema sovi¨¦tico y denuncia las condiciones de vida en las c¨¢rceles, los campos de internamiento y el sistema judicial. Sajarov critica la vinculaci¨®n del KGB en la represi¨®n de la disidencia pol¨ªtica y denuncia la utilizaci¨®n de las cl¨ªnicas psiqui¨¢tricas en dicha represi¨®n. El cient¨ªfico afirma que muchos disidentes murieron en reclusi¨®n, y cita los nombres de Yuri Kukk, el poeta Vasil Stus, el maestro Aleks Tiji y el escritor Anatoli Marchenko. Este ¨²ltimo falleci¨® en diciembre de 1986, poco antes de que Sajarov fuera liberado..?Existieron relaciones entre el KGB y la internacional terrorista surgida en la d¨¦cada de los sesenta y los setenta y otras acciones destructivas?", se pregunta Sajarov. "?sta es una cuesti¨®n importante que exige un estudio detallado y sin prejuicios en unas condiciones de transparencia informativa (semejante al estudio an¨¢logo realizado en EE UU con la CIA)", se?ala el cient¨ªfico.
En un texto sin precedentes en las publicaciones oficiales sovi¨¦ticas, Sajarov se?ala, no obstante, que el papel del KGB tiene m¨¢s de una vertiente y afirma que el organismo fue, gracias a su car¨¢cter "de elite" casi la ¨²nica fuerza no afectada por la corrupci¨®n.
En pol¨ªtica exterior, la URSS apoy¨® a "fuerzas des tructivas" en diversas regiones, incluido el "Oriente Pr¨®ximo", dice Sajarov, que acusa a la URSS de haber fomentado la desconfianza occidental con la instalaci¨®n de los cohetes de al cance medio en Europa. Sus propuestas para el futuro inclu yen compensaciones al 30% o 40% de la poblaci¨®n por la subi da de los precios al consumidor, la liberaci¨®n y rehabilitaci¨®n de todos los presos de conciencia, la puesta en pr¨¢ctica de la declaraci¨®n de los derechos humanos y la satisfacci¨®n de las reivindicaciones nacionalistas de comunidades como los t¨¢r taros de Crimea o la regi¨®n aut¨®noma de Nagorno-Karabaj. Los problemas nacionalistas son, en su opini¨®n, la "piedra de toque" de la perestroika.
Otro de los autores, A. Migradian, busca en modelos in ternacionales -remotos como la antigua Roma y pr¨®ximos como el sistema parlamentario brit¨¢nico- las claves para una reforma pol¨ªtica de un sistema centralizado basado en actitudes religiosas de la poblaci¨®n. En su b¨²squeda analiza la transici¨®n espa?ola desde el franquismo hasta la democracia. "I_a experiencia del desarrollo de Espa?a (un caso cl¨¢sico) muestra que, parad¨®jicamente, la sociedad espa?ola, al amparo de un poder autoritario, madur¨® para el paso a la democracia, y despu¨¦s de Franco pas¨® de forma relativamente indolora a formas democr¨¢ticas de organizaci¨®n del poder y funcionamiento del sistema pol¨ªtico".
El Ej¨¦rcito, en la transici¨®n
Para este autor, el Ej¨¦rcito ha funcionado como un estabilizador del sistema pol¨ªtico en Latinoani¨¦rica y ha permitido superar la polarizaci¨®n de la sociedad en pa¨ªses como Brasil y Argentina. En el caso de la URSS, Migradian propone una etapa de transici¨®n bajo la actual direcci¨®n pol¨ªtica y contempla un pluralismo, no necesariamente ligado a la existencia de varios partidos, sino a los grupos de inter¨¦s".La soci¨®loga Tatiana Zaslaskaia, que tampoco fue elegida delegada para la conferencia, hace un an¨¢lisis de la estructu.ra social sovi¨¦tica y rechaza la divisi¨®n cl¨¢sica de obreros, campesinos e intelectuales. Zaslaskaia ve 11 grupos distintos en la sociedad desde los obreros de elite, bien cualificados profesionalmente y formados pol¨ªticamente, hasta los dirigentes pol¨ªticos.
En su relaci¨®n con la perestroika, los diferentes grupos tienen actitudes variables, que van desde el papel de iniciadores, partidarios, aliados, observadores, hasta conservadores y reaccionarios. Tan s¨®lo tres de los grupos sociales definidos por Zaslaskaia (los peque?os empresarios, la mayor¨ªa de los trabajadores y campesinos miembros de ko1joses y la intelectualidad t¨¦cnico-cient¨ªfica) no est¨¢n representados en la categor¨ªa de los reaccionarios.
En otro art¨ªculo, el escritor Ales Adamovich critica a los ide¨®logos del militarismo. Afanasiev, a su vez, pide la impresi¨®n en la URSS de los historiadores occidentales no marxistas. El periodista especializado en econom¨ªa Vasili Siliunin rechaza la reforma econ¨®mica emprendida en 1987 en nombre de otra reforma m¨¢s radical. El director de la revista Novi Mir, Serguei Zaliguin, denuncia la mala gesti¨®n ecol¨®gica. Fedor Burlatski pasa revista a sus recuerdos personales de la ¨¦poca en que ejerci¨® como consejero de Nilcita Jruschov. Mijail Maliutin, dirigente del grupo informal Club de Iniciativas Sociales, explica el surgimiento y desarrollo de un movin¨²ento que tiene decenas de millares de miembros distribuidos en diferentes organizaciones en todo el territorio de la URSS. Para Maliutin, el ideal de los comunistas es "la extinci¨®n del Estado y, consecuentemente, el sistema sin partidos".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
