Sarron provoca la ca¨ªda de Pons y Garriga alcanza el liderato de 250cc con otra victoria

Jorge Mart¨ªnez Aspar (Derbi) sum¨® ayer, en el Gran Premio de Holanda, dos nuevas victorias -ya totaliza 23-, y se asegur¨® pr¨¢cticamente la renovaci¨®n del t¨ªtulo de 80cc, ya que, matem¨¢ticamente, ¨²nicamente sus dos compa?eros de equipo, Alex Crivill¨¦ y Manuel Herreros, est¨¢n posibilitados para arrebatarle ese galard¨®n. Mientras el australiano Wayne Gardner (Honda), actual campe¨®n de 500cc, lograba su primera victoria, el espa?ol Joan Garriga (Yamaha) completaba la fiesta espa?ola con un sorprendente triunfo, ya que el franc¨¦s Dominique Sarron (Honda) provoc¨®, con una imprudente maniobra en la pen¨²ltima curva, la ca¨ªda de Alfonso Sito Pons (Honda), el hombre que m¨¢s hab¨ªa luchado por la victoria. Renovado el t¨ªtulo de 80cc, Aspar se encamina a conseguir el doblete en 125cc, y Garriga intenta defender la cabeza de dos y medio hasta el l¨ªmite de sus fuerzas. El norteamericano Eddie Lawson (Yamaha), segundo ayer, no tiene problemas en la categor¨ªa reina.

Rodeado de toda su gente, que no pronunciaba palabra, sentado en tina silla de jard¨ªn, en un rinc¨®n de la carpa donde reposaba da?ada, dolorida, su Honda NSR, Alfonso Sito Pons escond¨ªa su mano derecha en una bolsa de hielo. Sudoroso, con los ojos crispados y la im¨¢gen de vencedor frustrado escrita en su cara, Sito se re¨ªa amargamente de su suerte.Hab¨ªa estado luchando durante 38 minutos y 40 segundos por su segunda victoria en este campeonato y, lo que era m¨¢s importante, por su consolidaci¨®n al frente del Mundial de dos y medio. Para ello, como ya le sucediera otras veces, tuvo que enfrentarse con Dominique Sarron, compa?ero de marca y eterno rival. La pelea hab¨ªa sido tan bella como la que mantuvieron por la tercera plaza Joan Garriga (Yamaha) y el suizo Jacques Cornu (Honda). Pero, lamentablemente, aquella finaliz¨® con sangre, mientras que Garriga entraba vencedor haci¨¦ndole butifarra a Cornu, que hab¨ªa intentado burlarse de ¨¦l durante la carrera.

El lugar ideal

Sito hab¨ªa estado estudiando en el mejor estilo Nieto el momento adecuado para superar a Sarron, un hombre poco dado a las maniobras antirreglamentarias. Pons sab¨ªa que el lugar ideal era, como ya demostrara Gardner al superar a Lawson, una peque?a recta que hay antes de llegar a las ¨²ltimas curias del trazado, antes de pisar el estrechamiento -una curva a derechas, seguida de otra a izquierdas-, antes de la meta.

Sarron inici¨® la ¨²ltima vuelta en cabeza, mientras Cornu y Garriga manten¨ªan otro gran duelo. Pons rod¨® con suavidad y muy concentrado los metros que preced¨ªan al momento que hab¨ªa elegido para ganar a Dominique. Cuando lleg¨® ese instante, la Honda de Campsa super¨® a la del franc¨¦s y Sito se dispuso a mantener la cabeza con seguridad. "Sab¨ªa que era imposible que me pasara en los ¨²ltimos metros, en las ¨²ltimas curvas", se?al¨® un dolorido Pons.

Mientras Garriga apuraba la frenada y superaba a Cornu en un nuevo golpe maestro, Sarron se atrevi¨® a hacer lo que ning¨²n otro piloto hubiese hecho: presentarse en la primera curva de derechas de la chicane -una curva que debe trazarse en primera velocidad a 50 kil¨®metros por hora- a m¨¢s de 100. No parec¨ªa con inter¨¦s de trazar la curva a derecha y s¨ª con deseos de provocar, como as¨ª hizo, la ca¨ªda de Pons que, cuando se inclin¨® se encontr¨® que Sarron hab¨ªa ocupado en plan suicida el interior de la curva. Poco import¨® que Sarron chocara con Sito, pues ¨¦ste tuvo todav¨ªa valor y habilidad para aguantar el acoso, pero el franc¨¦s hab¨ªa entrado demasiado r¨¢pido en la curva y no pudo dominar su maquma, rodando por el c¨¦sped y provocando la ca¨ªda de Pons, que de haber podido clavar su moto hubiese asistido a un hecho ins¨®lito, ya que Sarron se hubiera estrellado contra el p¨²blico.

Pons se levant¨® r¨¢pidamente, se mont¨® como pudo en su maltrecha Honda y entr¨® en sexto lugar. "Me duele perder, me duele caerme, me duele que me tiren, me duele la forma en que se me ha escapado la victoria, pero lo que m¨¢s me duele es que Sarron haya tenido valor de presentarse aqu¨ª, en mi tienda, y me haya convertido en culpable del incidente. Es vergonzoso".

Sarron meti¨® la rueda, la moto y todo su cuerpo en un hueco que ¨¦l mismo se fabric¨®, en un lugar que no exist¨ªa, en una trazada que Sito hab¨ªa convertido en su territorio. Y no s¨®lo hizo eso, tambi¨¦n empuj¨® al espa?ol con su rodilla Y codo izquierdo. No contento con eso provoc¨® su salida. Y para completar su obra acudi¨® a su tienda y critic¨® su comportamiento. Sito no entend¨ªa nada. Jam¨¢s le hab¨ªan acusado de algo tan absurdo. "La l¨ªnea blanca era m¨ªa, sab¨ªa que no ten¨ªa espacio para ganarme. Provoc¨® el accidente y perdimos ambos. Si no me tira, me salvo. Para colmo de males, cuando he logrado levantar la moto y ponerla en marcha, patinaba sobre la hierba, de lo contrario hubiese, incluso, entrado tercero".

Sito hubiese podido escupir culebras, ten¨ªa razones suficientes para eso y mucho m¨¢s. Pero no es su estilo y, adem¨¢s, sabe que el domingo volver¨¢ a verse la caras con Sarron. Y con Garriga, que ayer cumpli¨® a las mil maravillas el papel de outsider. Claro que Garriga se jug¨® el fisico para doblegar a Cornu.

Quedan ocho grandes premios y esto apenas ha empezado. El pr¨®ximo gran premio, el pr¨®ximo campo de batalla, es B¨¦lgica. El pr¨®ximo domingo. Las heridas no habr¨¢n cicatrizado.