Filali: exigir visado ser¨ªa "contrario al nuevo esp¨ªritu entre Espa?a y Marruecos"
El ministro de Asuntos Exteriores marroqu¨ª espera una mayor presencia espa?ola en su pa¨ªs
"El muro psicol¨®gico que separaba a Espa?a y Marruecos ha sido derribado en un 80%", ha declarado a EL PA?S el ministro de Asuntos Exteriores marroqu¨ª, Abdelatif Filali, en v¨ªsperas del viaje que desde hoy efect¨²a a Espa?a. Marruecos espera de su vecino del Norte una mayor presencia cultural y econ¨®mica, y considerar¨ªa la exigencia de visados a sus ciudadanos "contraria a la nueva visi¨®n con la que ambos pa¨ªses han comenzado a afrontar sus relaciones bilaterales". Filali afirm¨® que Marruecos y Argelia no han encontrado a¨²n la f¨®rmula que resuelva el conflicto del S¨¢hara, y reiter¨® que para su pa¨ªs el Frente Polisario "no es un interlocutor v¨¢lido".
Abdelatif Filali recibi¨® a este peri¨®dico en su residencia particular de Rabat. Es un chal¨¦ sin pretensiones palaciegas, con muebles europeos de colores claros, pinturas abstractas, alfombras marroqu¨ªes, l¨¢mparas de cer¨¢mica de Fez y muchas flores y macetas. Un perrazo peludo deambula en torno a la peque?a piscina, y de cuando en cuando se las ingenia para colarse en el sal¨®n.Filali, nacido en Fez hace 60 a?os, de formaci¨®n universitaria francesa, es uno de los grandes personajes del Reino jerifiano. El ministro de Asuntos Exteriores y de la Cooperaci¨®n es adem¨¢s consuegro del rey Hassan II por el matrimonio de su hijo con una de las princesas. Desde hace tres d¨¦cadas, Filali colabora estrechamente con el monarca, del que, entre otras cosas, fue dos veces embajador en Madrid, la ¨²ltima en los tiempos de la marcha verde y los Acuerdos Tripartitos sobre el S¨¢hara occidental.
Pregunta. ?Qu¨¦ ha cambiado en las relaciones entre Espa?a y Marruecos desde su ¨²ltima visita a Madrid?
Respuesta. Fue hace unos dos a?os. Hab¨ªa entonces el problema de la adaptaci¨®n de los acuerdos de Marruecos con la Comunidad Europea (CE) despu¨¦s de la entrada de Espa?a; hab¨ªa el problema de la pesca, pero ambos se han solucionado ya. Eso da una buena base para contemplar con una nueva visi¨®n las relaciones entre ambos pa¨ªses. El importante protocolo financiero que voy a firmar en Madrid es una prueba de la voluntad del Gobierno espa?ol de estar presente en Marruecos de forma amistosa, de participar en nuestros proyectos de desarrollo, de crear una nueva din¨¢mica para las inversiones espa?olas aqu¨ª.
P. ?Qu¨¦ queda a¨²n por hacer en las relaciones entre ambos pa¨ªses?
R. He sido dos veces embajador en Madrid, y pienso que el principal problema que exist¨ªa entre Espa?a y Marruecos no era pol¨ªtico; creo que era m¨¢s psicol¨®gico y humano. Sobre los dos pa¨ªses pesaba la herencia de la historia, y en particular el momento de la colonizaci¨®n. Marruecos y Espa?a han derribado en los ¨²ltimos a?os ese muro en un 80%.
El 20% del muro
P. ?C¨®mo puede derribarse el 20% del muro que en su opini¨®n se alza a¨²n entre los dos pa¨ªses?R. Espa?a es ahora el segundo cliente tur¨ªstico de Marruecos, y estoy convencido que ser¨¢ el primero. Eso va a permitir a los dos pueblos conocerse mejor. La adhesi¨®n de Espa?a a la CE, la evoluci¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica de Espa?a, van a permitir a los intereses espa?oles desarrollarse en Marruecos, que es lo que siempre hemos querido. Si Espa?a no ten¨ªa hace 15 o 20 a?os los medios para desarrollar una cierta pol¨ªtica exterior, hoy los tiene; nada le impide expresarse.
P. ?Qu¨¦ piensa de la posibilidad de que Espa?a exija un visado a los visitantes marroqu¨ªes?
R. Francamente, considerar¨ªa tal medida como no conforme con esa nueva visi¨®n que ambas partes pretendemos dar a nuestras relaciones. S¨¦ que en Espa?a hay problemas con cierta emigraci¨®n marroqu¨ª, pero pienso que podemos solucionarlos con negociaciones y acuerdos, como hemos hechos con Francia, B¨¦lgica, Holanda y la Rep¨²blica Federal de Alemania (RFA). Se puede encontrar una f¨®rmula que permita a Marruecos controlar esa emigraci¨®n, pero establecer un visado complica los contactos humanos en el momento mismo en que se pretende una apertura. Y adem¨¢s (el ministro sonr¨ªe) crear¨¢ no pocas dificultades a los consulados espa?oles.
P. ?Por qu¨¦ sigue sin verse la televisi¨®n espa?ola en la mayor parte de Marruecos?
R. Siempre he dicho que hay dos actividades que Espa?a descuida en nuestro pa¨ªs. No es normal que en Rabat se vean la televisi¨®n francesa y la italiana y no la espa?ola. Y lo m¨¢s curioso es que Marruecos no s¨®lo no tiene reticencias a una posible presencia (le la televisi¨®n espa?ola, sino que siempre ha sido su m¨¢s entusiasta partidario.
Descuido cultural
P. ?Cu¨¢l es el otro descuido?R. El cultural. En Marruecos siempre se ha considerado el espa?ol como una gran lengua de cultura, y es una pena que la actividad espa?ola en este terreno siga dejando que desear.
P. Marruecos y Argelia han restablecido relaciones diplom¨¢ticas y dan la impresi¨®n de tener prisas por construir el Magreb.
R.
El restablecimiento de relaciones ha sido algo natural; algo que deseaban los pueblos marroqu¨ª y argelino. En cuanto a la construcci¨®n del Magreb, es verdaderamente una necesidad, una obligaci¨®n que nos impone el futuro. Pero hay que ser realistas y aceptar que va a ser un largo proceso. Lo importante es que se ha comenzado. Por primera vez desde la independencia de los cinco pa¨ªses del Magreb, sus jefes de Estado se reunieron al completo el pasado 10 de junio en Argel.
P. La expresi¨®n m¨¢s empleada ahora en el noroeste de ?frica es el desaf¨ªo del 92. ?Qu¨¦ entiende usted por eso?
R. Cuando se habla de desaf¨ªo del 92 no se habla de una confrontaci¨®n con la Europa que en esa fecha dar¨¢ un paso importante hacia su unidad. Al contrario, el desaf¨ªo del 92 consiste en una armonizaci¨®n de esta parte sur del Mediterr¨¢neo con la parte norte. Europa siempre ha deseado que pueda establecerse un di¨¢logo entre ella como comunidad y un Magreb m¨¢s unido, m¨¢s fraternal.
La soluci¨®n para el S¨¢hara, "un sue?o"
El ministro marroqu¨ª de Asuntos Exteriores, Abdelatif Filali, niega que su pa¨ªs y Argelia hayan encontrado, por el momento, una soluci¨®n para el conflicto del antiguo Sahara espa?ol. No obstante, el restablecimiento de relaciones diplom¨¢ticas entre ambas naciones facilita el proceso, aunque, sin embargo, ello "no hace del Polisario un interlocutor v¨¢lido" en la cuesti¨®n.Pregunta. ?Han encontrado Marruecos y Argelia una soluci¨®n al problema del Sahara occidental?
Respuesta. "Se ha escrito que tenemos acuerdos secretos y cosas as¨ª. Seamos serios. Mentir¨ªa si dijera que el restablecimiento de relaciones entre Marruecos y Argelia se ha efectuado porque hemos encontrado ya una soluci¨®n al conflicto del S¨¢hara. Eso es por el momento un sue?o. Lo esencial es que ese paso facilita un di¨¢logo constructivo. Estamos todos de acuerdo en el refer¨¦ndum y esperamos las propuestas concretas del secretario general de la ONU".
P. El Frente Polisario afirma que Marruecos ha cambiado de opini¨®n; que antes dec¨ªa que la del S¨¢hara era una querella exclusiva entre Rabat y Argel, y que al restablecer relaciones con su vecino ha aceptado de modo indirecto que su contrincante es el Polisario.
R. Estimamos que el restablecimiento de relaciones con Argelia no hace del Polisario un interlocutor v¨¢lido, una parte interesada en la resoluci¨®n del problema. El problema ser¨¢ arreglado por un refer¨¦ndum, en el que decidir¨¢ la poblaci¨®n del territorio y no el Polisario.
P. ?Piensa Marruecos regresar a la Organizaci¨®n de la Unidad Africana (OUA) si, como afirman algunas fuentes, esa organizaci¨®n congela la participaci¨®n de la Rep¨²blica Arabe Saharaui Democr¨¢tica (RASD) hasta el refer¨¦ndum?
R. Marruecos dej¨® la OUA porque consider¨® que hab¨ªa entrado en contradicci¨®n consigo misma. No se puede pedir la autodeterminaci¨®n del pueblo saharaui y al mismo tiempo aceptar a la RASD en el seno de la organizaci¨®n. A partir del momento en que se es partidario de un refer¨¦ndum es preciso esperar el resultado de la consulta para tomar una decisi¨®n semejante.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.