El realizador finland¨¦s Aki Kaurism?ki convierte a Hamlet en hombre de negocios
Francesca Comencini, hija de Luigi, presenta su filme 'La lumi¨¨re du lac'
Primera sorpresa agradable del festival: Hamlet goes business, proyectada ayer, del cineasta fintand¨¦s Aki Kaurism?ki, es una versi¨®n moderna de la obra de Shakesneare y seg¨²n su director, "la adaptaci¨®n es m¨¢s fiel que el original". El resultado, pl¨¢sticamente muy bello e imaginativo, en un blanco y negro muy contrastado que retoma la tradici¨®n expresionista, es francamente divertido. De Hamlet se conserva casi exclusivamente el argumento; es decir, todo el entramado criminal sobre el que Shakespeare construye su tragedia. Tambi¨¦n ayer se present¨® La lumi¨¦re du lac, de Francesca Comencini.
En Hamlet goes bussines, el texto, la grandeza del verso, ha dejado su lugar a un lenguaje prosaico que s¨®lo de vez en cuando y a modo de cita, retoma frases literales del original. Hamlet, encerrado en su enorme mansi¨®n que sustituye al castillo de EIsinior, es el principal accionista de una empresa ruinosa heredada de su padre, asesinado por su t¨ªo Claus, que as¨ª logra presidir el consejo de administraci¨®n. Los cr¨ªmenes se suceden, tal y como exige el gui¨®n, pero con imaginativas variaciones sobre el modelo.
La pel¨ªcula encuentra su l¨ªmite en su condici¨®n misma de bromazo, que le impide existir por s¨ª sola, al margen de su continuo juego con el original. Este Hamlet, interpretado por un actor de aspecto m¨¢s bien grasiento y repulsivo, no tiene nada que ver, en esta su nueva condici¨®n de hombre de negocios, con el atormentado y dubitativo pr¨ªncipe dan¨¦s. El car¨¢cter sublime de los personajes, incluida Ofelia, no existe: todos luchan por el dinero, lisa y llanamente, en un pa¨ªs en quiebra y que pretenden vender al mejor postor al tiempo que hacen algunas trampas que han de pagar las compa?¨ªas de seguros. Hamlet goes business es un divertimento irreverente que incluye, adem¨¢s, dos im¨¢genes poderosas: la del suicidio de Ofelia, atiborrada de barbit¨²ricos y hundi¨¦ndose en la ba?era, y la de Lauri Polonius, cuya cabeza est¨¢ atrapada en el interior de un gran aparato de radio.
La protagonista de La lumi¨¨re du lac, Carlotta, interpetrada por Nicole Garc¨ªa, es una escritora que ha buscado la soledad en una casa junto a un lago. En su cabeza flotan im¨¢genes dispersas que no logra hilvanar hasta que se introduce en su vida y, sobre todo, en su cama, un muchacho veinte a?os m¨¢s joven que ella que resultar¨¢ ser un gigol¨® que, si est¨¢ ah¨ª es porque necesita protegerse de una mafia que le busca para matarlo.
La pel¨ªcula resulta literaria, en el sentido peyorativo del t¨¦rmino, porque los personajes est¨¢n cargados de una trascendenc¨ªa que nunca justifican, de un dolor de vivir del cual desconocemos el origen, y de un nihilismo que no responde a nada. Pero se trata de un trabajo hecho por alguien dotado con un innegable talento para la imagen, apoyado en unos actores estupendos -y a la colaboraci¨®n extraordinaria de los veteran¨ªsimos Jean Louis Barrault y Madeleine Renaudun trabajo, en definitiva, que permite asegurarle un buen futuro a la jovenc¨ªsima Francesca Comencini -hija de Luigi y con solo 27 a?os- as¨ª que toda esa sensibilidad decida ponerse al servicio de guiones escritos con una mayor carga de verdad y menos t¨®picos.
Fuera de competici¨®n, dentro del apartado bautizado como Punt de Trobada hemos podidover la divertida e imaginativa Dorian Gray im Spiegel der Boulevardpresse, una f¨¢bula dirigida por Uhike Ottinger bajo la advocaci¨®n de Fassbinder, Fritz Lang, Oscar Wilde y Werner Schroeter, referencias culturales que se integran en un estimulante y grangui?¨®lesco universo pict¨®rico y oper¨ªstico. En la cinta, Dorian Grey, que es la modelo Verusclika, es manipulado por la doctora Mabuse, que tal y como ya sugiriera Lang, es una magnate de la prensa y de los medios de comunicaci¨®n.
Sangrienta comedia
Del japon¨¦s Juzo Itami se exhibi¨® Ososhiki (El funeral), que es una sangrienta comedia sobre los ritos funerarios en el Jap¨®n, narrada con una inmediatez y una fuerza que parece patrimonio del actual cine japon¨¦s. Y la secci¨®n reservada a homenajear a los antiguos blackisted se abri¨® con el pase de Crossfire, de Edward Dmytrik, precisamente el cineasta acusado por sus compa?eros de generaci¨®n de haber colaborado con la caza de brujas para hacerse perdonar su anterior militancia comunista y poder continuar trabajando en Hollywood. Confidente o no, Dmytrik y su trabajo como director no se merec¨ªan una proyecci¨®n como la que tuvo Crossfire, en versi¨®n doblada, con la banda sonora casi destruida y abundantes saltos de imagen. Si el festival quiere ser portavoz y plataforma de la reivindicaci¨®n de los derechos del autor sobre su obra, mal pueden admitirse sesiones como ¨¦sta, que atentan contra la obra de casi todas las maneras posibles. Ya s¨®lo faltaba que la pel¨ªcula se presentara en versi¨®n coloreada electr¨®nicamente.
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